viernes, 18 de febrero de 2022

PADRES SIN DERECHOS, HIJOS SIN DEBERES.

“Estamos creando niños con derechos cada vez más frustrados e intolerantes"

Reflexiones que nos deben hacer actuar para que “los que hoy son niños o menores lleguen a ser ciudadanos responsables y solidarios, que puedan desarrollar felizmente todas sus posibilidades y las de la sociedad en la que viven”.

Con motivo de la publicación de su libro “Padres sin derechos, hijos sin deberes”, la revista PADRES Y COLEGIOS charla con María de la Válgoma.

 

Doctora en Derecho y profesora titular de Derecho Civil en la Universidad Complutense de Madrid, sobre las consecuencias de la pérdida de autoridad de padres y profesores y de cómo lograr que nuestros menores se conviertan en ciudadanos responsables y solidarios. 

Madrid, cuatro de la tarde. A la hora del café de un frío día de mediados de febrero, María de la Válgoma recibe a Padres y Colegios para hablar de su nuevo libro. Su voz suena dulce y serena. Padres sin derechos, hijos sin deberes. Ya con el título lo dice todo. “Pues sí. Lo cierto es que padres sin derechos estaría correcto, si no se les exigiera nada más.

El problema actual es que a los padres se les exige mucho, ya que son los responsables de todo lo que hacen sus hijos, pero ahora no se les autoriza legalmente a corregirles y eso es un tremendo un error”. Esta primera pregunta da pie a que la autora nos revele que este libro nació tras la reforma del último párrafo del artículo 154 del Código Civil, que trata acerca de los deberes de los padres.

El párrafo dice así: los padres podrán corregir moderada y razonablemente a los hijos. “No lo olvidaré. Al día siguiente, los titulares de la prensa me produjeron gran indignación: “Suprimida la bofetada del Código Civil. El Código Civil acaba con el maltrato físico”. “Se interpretó como que los padres no pueden decir a sus hijos lo que está mal, porque se entendió que eso podía suponer violencia física. Cuando el verbo corregir en su primera acepción, según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española indica rectificar lo que está mal. ¿Dónde hay violencia en decir lo que está mal? Y éste fue el motivo que me llevó a investigar acerca de los derechos de los padres y los deberes de los menores”.

Rotunda y firme, así se muestra esta experta en derecho cuando se refiere a la violencia contra los menores. “El castigo físico nunca es razonable ni justificable y debe estar penado. Sin embargo, seguro que todos recordamos algunos disparates judiciales que han sido noticia en todos los telediarios de nuestro país. Como aquella madre sordomuda que le dio una bofetada a su hijo adolescente y el juez dictaminó que la madre estuviera alejada del menor durante un año. Y el hijo acudió a la prensa para decir que no quería estar lejos de su madre. Esto no es más que un disparate que indica que no estamos haciendo las cosas bien con los niños”.

Intolerantes y frustrados

Así considera María de la Válgoma que son los niños del siglo XXI. “Estamos creando niños con derechos, que además los exigen, pero a los que no les podemos exigir ninguna responsabilidad. Esto está provocando que los menores de hoy tengan una escasa o nula resistencia a la frustración, porque no admiten un No por respuesta y por ello cada vez son más intolerantes”. Para comprender como hemos llegado a este punto, María se remonta a la época de nuestros abuelos. “Antes, se tenían muchos hijos, porque no existía planificación familiar y además, debido a que no contaban con buenos  medicamentos y los avances científicos de los que disponemos hoy, muchos niños morían el primer año.

De familias muy numerosas en la época de nuestros abuelos, hemos a pasado a familias con dos hijos como máximo. Por lo que el niño se ha convertido en un objeto sumamente deseado y en el que los padres han volcado todas sus carencias. Esto es, si tus padres fueron autoritarios contigo de niño, tú no quieres que tu hijo sufra lo que tú pasaste de niño. Y poco a poco hemos ido cayendo en el otro extremo, en la permisividad y en el todo vale con tal de no disgustar al menor”.

Aunque el panorama en cuanto a las leyes de protección al menor es más bien negro y pesimista, porque sólo contemplan derechos y ningún deber de los niños, María de la Válgoma se muestra optimista, porque las leyes más recientes sí incluyen los deberes de los menores. “La Ley de Mallorca ya indica que el menor tiene el deber de asistir a la escuela y el deber de estudiar entre otros. Y el Código Civil de Cataluña, reformado a finales del 2011, vuelve a incluir el derecho de corrección de los padres hacia los hijos.

Todo apunta a que el Derecho va a seguir los mismos pasos que ha seguido la Educación. El ámbito educativo se dio cuenta que con tanta permisividad se estaban creando unos niños débiles y poco resistentes a la frustración. Y el Derecho poco a poco también irá cambiando aquellas leyes que en lugar de beneficiar al menor, lo que han hecho es perjudicarle al darle tantos derechos y ningún deber”.

Educar en la responsabilidad

La conversación da un giro y se aleja del mundo jurídico para adentrarse en la problemática actual de la falta de autoridad en las aulas. Un terreno que María de la Válgoma conoce muy bien, ya que fue profesora durante años en el colegio Santa María del Camino, donde estudiaron las infantas. “Los profesores, al igual que los padres, han perdido las herramientas para corregir a los menores. Hoy, los profesores carecen de autoridad en las aulas y esto es lo que está provocando que el menor se sienta poderoso, porque nadie le puede llevar la contraria ni decirle lo que está mal.

Otro problema que tenemos hoy es que vivimos en la sociedad de la satisfacción inmediata, porque el valor del esfuerzo ha caído en desuso y esto es un disparate. No podemos educar a los niños con valores como la satisfacción inmediata o alejándoles de las dificultades para que no sufran, porque entonces esos niños serán mañana unos ciudadanos insatisfechos que además se rendirán al toparse con el primer obstáculo. Los padres y la escuela educan, pero no lo olvidemos, la sociedad también y aquí todos debemos aportar nuestro granito de arena”. Y, ¿hay vuelta atrás? “Por supuesto. La clave es educar al niño en la responsabilidad. Pero los padres y la escuela solos no pueden, porque el impacto que tiene hoy la sociedad en los menores es enorme.

En la actualidad, los niños se ven influidos por diferentes canales: los medios de comunicación, Internet, las redes sociales, el cine, la música, los amigos, compañeros. Y todos esos canales deben transmitir valores basados en el esfuerzo, en la tolerancia y el respeto, la generosidad, la honestidad. Lo que está claro es que como dice un bonito proverbio africano: Para educar a un niño hace falta la tribu entera”.                             

Poner límites y decir No

Madre de cinco hijos y autora de numerosos artículos jurídicos, ha escrito también junto con José Antonio Marina La lucha por la dignidad, La magia de Leer y La magia de escribir. También se ha producido un cambio en la relación padres e hijos. “Efectivamente. El rol de padre amigo que ejercen hoy muchos padres es un error que no hace más que perjudicar a los menores. Recordemos que ni la familia ni la escuela son instituciones democráticas. Son instituciones donde se pueden aprender muchos valores de la democracia, como el respeto y la tolerancia, pero su función principal es educar y para educar hay que poner límites y decir No cuando sea necesario. En el ámbito familiar no vale el de tú a tú, porque los padres tienen la responsabilidad de educar a los hijos. Y la consecuencia directa de todo esto es que por desgracia, las consultas de los psicólogos están llenas de niños cada vez más agresivos y que no toleran la frustración”.

De sobra es bien conocido que el oficio de ser padre es el más difícil que existe y que nadie tiene el secreto de cómo educar bien a un hijo. Pero María dela Válgomatiene claro que la educación de un hijo comienza en sus primeros meses de vida. “Si queremos que nuestros hijos sean responsables, autónomos y solidarios hay que hacerlo desde pequeños. ¿Cómo? Poniendo límites, diciéndoles No cuando corresponda y castigándoles sin salir o sin jugar al ordenador cuando suspendan o se porten indebidamente. En cada etapa, el niño debe saber que tiene sus pequeñas obligaciones. Y el deber básico de los menores regulado en el artículo 155 del Código Civil es el deber de obediencia” concluye la autora. 

miércoles, 15 de septiembre de 2021

Género, matemáticas y talento digital

La educación es el lugar donde se disputa la vida en sociedad de mañana, aunque a menudo se diseña hoy con herencias de ayer. La actualización del sistema educativo es crítica y de ahí el revuelo generado por algunos aspectos de la Lomloe (la ley educativa aprobada en 2020), como la adopción de la perspectiva de género de forma transversal, o los condicionantes socioemocionales del aprendizaje. Algunas formaciones políticas han instrumentalizado estos cambios, como si pudiéramos separar los contenidos de los valores. Relegar las escuelas a meros espacios de transmisión de conocimiento en la era digital es condenarlas a la irrelevancia. Y menuda paradoja que siga vigente esa mirada, cuando hemos aprendido —especialmente en los confinamientos— que la escuela es, por encima de todo, allí donde aprendemos a ser y convivir.

Relegar las escuelas a espacios de transmisión de contenidos es condenarlas a la irrelevancia

La realidad es compleja e insistir en fragmentar fondo y forma está más cerca del siglo XIX que del XXI. De hecho, en 1899 encargaron al artista Jean Marc Coté una serie de ilustraciones sobre la vida en el año 2000. En este ejercicio retrofuturista, Coté dibujó un aula de su tiempo: pupitres fijos, orientados hacia la pizarra, alumnos con batas y mapas colgando en las paredes. El toque innovador es la mecánica para inocular el conocimiento: a la derecha de la ilustración aparece un profesor alimentando una máquina tragalibros. Un alumno activa la manivela para procesar y transmitir la sabiduría de los textos a los cerebros de sus compañeros, a través de una especie de auriculares conectados al circuito que arranca en el artilugio.

Lo que sorprende de la imagen de Coté es la individualización del aprendizaje, la pasividad estática de quien recibe y la ausencia de interacción humana entre la figura docente y el alumnado. Comparten espacio físico sin diálogo, no hay escucha, no hay reflexión. El contexto y lo que envuelve el aprendizaje es clave, y para ser significativo tiene que conectar con nuestra sensibilidad. Estudios neurocientíficos confirman que aprendemos más rápido y de forma más duradera lo que nos emociona. La alegría estimula la memoria, por eso aprendimos las tablas de multiplicar cantando.

Precisamente porque género y matemáticas han vivido en conversaciones paralelas, hoy tenemos una mujer por cada cuatro hombres trabajando en el sector tecnológico. Y a juzgar por los debates éticos que acechan a las corporaciones tecnológicas, es urgente desfragmentar la mirada si queremos diversidad en las profesiones STEAM y generar talento valioso para el sector digital. Quizá porque las matemáticas se han instalado en lo racional, nos hemos creído que los datos no tienen ideología, que la ciencia es neutral o que los algoritmos son ecuánimes. Romper esas fronteras creadas es una gran oportunidad. Y sino que se lo digan a Cathy O’Neil, autora de Armas de destrucción automática, que empezó en el mundo de los algoritmos para no enredarse con cuestiones subjetivas. Y ahí está ahora, reclamando la importancia de la ética matemática.

Salvando distancias, hay paralelismos entre educar criaturas y diseñar algoritmos: ambos espacios son lugares donde se sientan las bases que influirán en la toma de decisiones futuras. Y no se puede hacer en el vacío. O’Neil y otras autoras insisten en que cuanto antes entendamos que los algoritmos contienen sesgos y por tanto automatizan valores determinados, antes podremos consensuar socialmente cuáles deben ser estos principios. Lo mismo ocurre en la escuela: debatir sobre los valores no es adoctrinar. Apartarlos del debate es garantizar la heterogeneidad de agendas y las desigualdades. Tampoco se tendrían que desplazar los contenidos para enseñar valores de forma descontextualizada. Se trata más bien que la escuela sea una introducción a los consensos explícitos y socialmente compartidos, como el marco legal o los derechos humanos.

Quizás porque las matemáticas se han instalado en lo racional, creemos que los datos no tienen ideología

Necesitamos escuelas donde la experiencia de enseñanza-aprendizaje se entienda desde la interdependencia y en todas direcciones. Los roles de autoridad se transforman, se rompen las jerarquías verticales y educar el espíritu crítico tiene que ver con el trabajo en equipo. Necesitamos una ciudadanía que sepa navegar la incertidumbre y tomar decisiones ante escenarios complejos. Y necesitamos que esas oportunidades lleguen a todas las personas que en septiembre empezarán algún curso en las etapas obligatorias.

Es además el momento de escuchar a los múltiples movimientos de renovación pedagógica que llevan años identificando qué funciona y qué innovaciones hacen falta. Hay que conectar la educación a su contexto, igual que ya no hay excusa para las empresas que sólo persiguen beneficios económicos mientras agravan brechas y desigualdades. Por eso las matemáticas necesitan la perspectiva de género.

 


lunes, 6 de septiembre de 2021

PAUTAS PARA UN INICIO DE CURSO SEGURO

 

Estimadas familias.

Deseamos que todos se encuentren bien.

Como ya supondrán, estamos trabajando en la adecuación del colegio y de nuestros protocolos para este inicio de este nuevo curso. Entendemos que las familias tengan muchas preguntas. Desde el colegio, al igual que el pasado curso, hemos hecho y seguimos haciendo un gran esfuerzo para que todo esté preparado y que la vuelta a las aulas sea en las mejores condiciones posibles.

Aunque les informaremos de cada una de las novedades a través de la plataforma EDUCAMOS, queremos anticiparles que las normas y el funcionamiento se mantienen igual que el curso pasado.

·        SOLO ASISTIRÁN LOS ALUMNOS QUE NO PRESENTEN NINGÚN SÍNTOMA RELACIONADO CON EL COVID.

·        OBLIGATORIO el uso de la mascarilla en todo momento.

·        Todos los alumnos portarán un frasco pequeño de gel hidro-alcohólico. Será de uso exclusivamente personal.

·        Las únicas personas que pueden acceder al recinto escolar son los alumnos, profesores y personas de servicio.

Padres y madres NO podrán acceder al colegio.

·        Cualquier consulta o duda dirigida al centro o a un profesor en particular, se realizará mediante el correo electrónico.

·        SE EXIGE PUNTUALIDAD.

·        EVITAR GRUPOS EN LA PUERTA.

·        NO SE PERMITIRÁ QUE LOS ALUMNOS COMPARTAN MATERIAL.

·        Cuando haya una causa justificada de no asistencia parcial a ciertas horas de clase, al alumno se le recogerá y entregará mediante la conserje, aunque se recomienda que ese día no asista al colegio.

·        Cada alumno deberá traer su botella de agua a diario.

·        SE ENTRA Y SALE EN FILA (los profesores indicarán cómo y dónde)

·        Las clases permanecerán permanentemente ventiladas.

·        Los alumnos se higienizarán las manos al inicio de la jornada y en cada cambio de clase.

·        Se han limitado las zonas de recreo para cada uno de los cursos.

·        En caso de sospecha de síntomas, al alumno será aislado y se procederá a informar a las familias y a los organismos protocolarios.

·        Con los profesores no se habla en la puerta, se pide cita que normalmente será telefónica.

jueves, 29 de abril de 2021

¿Cómo educar en igualdad y valores en el colegio?

 

En estos últimos años estamos viviendo una auténtica revolución en movimientos sociales a favor de la igualdad de género, tomando un rumbo imparable para lograr la consolidación de una igualdad real. Algo necesario y que ha puesto sobre la mesa la importancia de introducir cambios en la educación de niños y niñas en edades tempranas para lograr una interiorización de valores fundamentales para la paridad.

¿Por qué es necesario educar en igualdad y valores en el colegio?

La última modificación de la LOMCE del 23 de marzo 2018 ya hace referencia a que es necesario “el desarrollo, en la escuela, de los valores que fomenten la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, así como la prevención de la violencia de género”.

Sin embargo, investigaciones como el estudio Diferencias de género en los resultados educativos: medidas adoptadas y situación actual en Europa , revelan que el sistema escolar continúa reproduciendo los estereotipos de género y el sexismo a través de aspectos como: la propia organización del centro, las actitudes y expectativas del profesorado, el currículo académico, los materiales didácticos, el espacio, las metodologías de enseñanza, etc.

¿Por qué es importante esto? A edades tempranas los niños y niñas están libres de prejuicios por lo que implementar una enseñanza igualitaria repercute en su desarrollo desde una perspectiva de género. Esto favorece la interiorización de valores como la paridad y la eliminación de los estereotipos relacionados con el género.

 

Claves para educar en igualdad desde edades tempranas

El centro escolar debe convertirse en un espacio donde se trabaje y eduque en la igualdad. No sólo en el aula sino en el resto de lugares del centro.

Es el caso del patio del colegio, donde se puede apreciar como los niños y niñas reproducen los estereotipos de género que observan. En la mayoría de colegios, por ejemplo, el fútbol ocupa la pista central y deja relegados al resto en espacios más pequeños. Las implicaciones que esto tiene: niños desarrollando capacidades como la coordinación, estrategia…y niñas desarrollando habilidades de comunicación más emocionales en espacios reducidos. Algo que tiene consecuencias en el futuro.

Este es un ejemplo más de los aspectos que deben cambiar en la forma en la que se organizan y educan en los colegios. Otras de las claves a tener en cuenta son:

  1. Incluir la igualdad entre mujeres y hombres como parte del proyecto educativo del centro, dándoles prioridad en las programaciones curriculares.
  2. Dar formaciones a los docentes sobre estrategias y formas de favorecer la educación en igualdad de género.
  3. Seleccionar material escolar no sexista.
  4. Fomentar en clase juegos y juguetes neutros.
  5. Colaborar con las familias para formarlas en pautas para evitar estereotipos sexistas en casa.

Iniciativas que educan en igualdad y valores en centros educativos

Actualmente hay en España iniciativas muy interesantes que buscan cambiar el modelo de educación hacia uno mas igualitario:

  • Educar en Igualdad: proyecto de Fundación Mujeres dirigido a favorecer el desarrollo de la coeducación y el apoyo a una educación para la igualdad entre mujeres y hombres.
  • Elkartoki: programa que busca intervenir en la configuración y dinámicas del patio y espacios comunes de la escuela a través de talleres de diseño y creación en los que alumnos y alumnas inventan y construyen trabajos, artefactos o intervenciones.
  • Escuelas Infantiles Ninos: cooperativa de enseñanza que tiene como uno de los objetivos lograr un impacto en la sociedad que potencie la ruptura con antiguos roles a través de la sensibilización y la educación.
  • Programa de Capacitación digital Segureskola: La primera solución integral (Colegio + Familia), capaz de medir su impacto y personalizar el programa de competencias en función de los riesgos detectados en el aula.

Además, hace varios años que en diferentes CCAA se están desarrollando proyectos de intervención:

  • El Gobierno Vasco tiene un programa de coeducación que tiene como objetivo la igualdad y el buen trato.
  • En Cataluña también se están poniendo en marcha proyectos de intervención para llevar la igualdad a los espacios educativos.
  • Patis Coeducatius es un proyecto que impulsa la Concejalía de Igualdad de la Comunidad Valenciana que cuenta con medidas de dinamización en el uso del espacio. Paralelamente el profesorado y alumnado de primaria reciben formación coeducativa.

El sistema educativo y los docentes, así como la familia, son actores fundamentales para transmitir los valores de respeto, tolerancia e igualdad entre mujeres y hombres.

Los cambios de calado no los hacen las leyes, ni los políticos…. estos cambios solo se producen cuando TODOS sumamos al objetivo.

 

miércoles, 21 de abril de 2021

La educación y el inexorable paso del tiempo. Por Mario Balboa.

 

Si a Miguel Ángel no le hubieran dejado usar el mármol, hoy no tendríamos el Cinquecento. Si a Mozart no le hubieran dejado usar el piano, no tendríamos música clásica. Por eso tenemos que permitir que nuestros niños y niñas usen la tecnología. Pero, al igual que a Miguel Ángel le enseñaron a manipular el cincel y el martillo –para que hiciera un uso correcto de sus instrumentos sin lastimarse–, y del mismo modo que a Mozart tuvieron que adaptarle el asiento –para que llegara de forma adecuada a las teclas–, nosotros hemos de enseñar un uso correcto de la tecnología y, desde luego, adaptado a la edad de nuestros alumnos y alumnas.

Seguramente, nadie pensó en su día que las dos personas antes nombradas trascenderían a lo largo de la historia por sus creaciones, pues desde la perspectiva del presente no se puede valorar, ni mucho menos marcar como histórica o como un movimiento, una época que está todavía en curso. Eso ocurre décadas, incluso siglos después. Por ejemplo, nos hemos aventurado a llamar «era digital» a nuestro presente, pero poner esa etiqueta es algo que corresponderá a nuestros sucesores. 

Tenemos que tener claro que las herramientas del presente son digitales; pero también que los niños y niñas que nacen rodeados de dicha tecnología no podrán manejarla ni la controlarán como es debido, con un buen fin, a no ser que les enseñemos cómo hacerlo.

No se deben perder los referentes del pasado, y la dinámica de las aulas no tiene por qué cambiar. Pero en la actualidad las pantallas han llegado para quedarse, nos rodean y no las podemos suprimir. Por lo tanto, hemos de aprender a coexistir con ellas, incluso a usarlas como palanca para impulsar el cambio, siempre en beneficio de la educación.

Volviendo al origen de este artículo de opinión: los movimientos artísticos y culturales del pasado duraban siglos enteros, pues la difusión y proliferación por todo el mundo no era inmediata. Necesitaba un tiempo para llegar hasta el lugar más recóndito en el que el ser humano podía dejarse llevar e influenciar por las tendencias. Sin embargo, llegados al siglo XX, en el que la globalización empieza a germinar y en el que los medios de comunicación acortan distancias y tiempos, vemos cómo algunos movimientos pictóricos como las Vanguardias tan solo han durado décadas.


En esta supuesta era digital, el tiempo y el espacio se concentran en un solo clic. La constante evolución de la tecnología, de la información y de los códigos del lenguaje lleva un ritmo vertiginoso cuya adaptación es más costosa para los usuarios más longevos en comparación con los más jóvenes.

Por eso cuesta tanto ir, no ya un paso por delante, sino a la par, para poder aprovechar dicha coyuntura dentro de la enseñanza. Esto no nos puede hacer desfallecer en el intento ni perder el horizonte del fin último de la educación. Ni mucho menos, desterrar herramientas que en el pasado siempre fueron más que una ayuda. Nuestra labor es la de integrar y hacer coexistir esta nueva realidad con la metodología y los recursos que siempre hemos tenido al alcance de nuestra mano.

La transmisión de información ha seguido un largo camino evolutivo a través de los tiempos. Los inicios de las representaciones orales hechas a través del teatro dieron lugar, siglos más tarde, a la transmisión oral por medio de la radio. Se consiguió una mayor calidad en la transmisión de información al añadir imagen, gracias a la magia del cine y la gran pantalla. La consecuencia fue un salto posterior a la televisión y la pequeña pantalla, logrando cada vez una mayor concreción y personalización de la información recibida por cada individuo. Hasta llegar al punto actual, en el que cada ser humano tiene su propia pantalla y, por lo tanto, es dueño de la información que quiere o no recibir.

Pero no debemos olvidar que, en todo este tiempo, a lo largo de todo ese camino y a pesar de todos los avances e innovaciones, siempre ha estado a nuestro lado el primer eslabón de esta cadena de difusión y aprendizaje: el libro. Y que, sea en papel o en formato digital, esta herramienta tan valiosa nos seguirá acompañando en nuestro viaje educativo.

jueves, 15 de abril de 2021

¿CÓMO GESTIONAR LA TRISTEZA (para niños y mayores)

 

La tristeza, la pena y la pérdida son parte del ser humano. Esto incluye todo, desde los pequeños pinchazos de tristeza que de vez en cuando nos pican, hasta el dolor profundo y abrumador que amenaza con arrancarnos la vida. A veces desearíamos estar entre la tristeza y las personas que amamos, y que sus corazones estén felices todo el tiempo. Pero no podemos. Lo mejor que podemos hacer es enseñarles lo más que podamos sobre cómo navegar a través de esta emoción muy real, humana e inevitable con coraje, fuerza y ​​sabiduría.

Tristeza, pena y pérdida. ¿Qué significan?

La tristeza surge cuando perdemos algo, o cuando sentimos que así ha pasado. La pérdida puede ser de todo tipo de cosas. Tal vez sea la pérdida de la cercanía con alguien que amas después de una discusión o la pérdida de algo que querías. También sucede cuando estás asustado, o cuando alguien dice o hace algo que te hace “sentir mal”. Algunas veces la tristeza se siente insoportable.

Como cuando se pierde un ser querido, a través de una ruptura, muerte o distancia, como perder una mascota o tener que pasar por algo profundamente doloroso, como la separación de tus padres. No hay razones tontas para sentirse triste. 

La tristeza sirve para:

·         Animarte a encontrar apoyo y consuelo de alguien que se preocupa por ti (tu corazón tiende a saber lo que necesitas, incluso si no estás tan seguro).

·         Hacerte saber que algo necesita su atención

·         Indicar a otras personas que es posible que necesites algo de amor, amabilidad o mimos

·         Darte la oportunidad de retirarte, para que puedas estar quieto y en silencio durante el tiempo suficiente para tener claridad sobre lo que te ha hecho sentir triste.

La tentación, la primera reacción puede ser alejar la tristeza, fingir que no existe o cubrirla con otro sentimiento, como la ira.

El problema es que nada de eso hace que la sensación desaparezca, y a veces puede hacer que te sientas peor durante mucho más tiempo…La tristeza siempre pasará. Sé paciente, amable y gentil contigo mismo y lo superarás.

Aquí algunas cosas importantes que debes saber sobre la tristeza:

Deja que tu tristeza trabaje para ti

1.      Tu tristeza tiene un trabajo importante que hacer. (Lo sé, a mí también me gustaría que encontrase una manera más fácil).

La tristeza que viene de la decepción puede sentirse muy mal, pero eso es porque es tentador centrarse en la pérdida. La tristeza puede tener una manera de hacer que desees rendirte, pero en realidad puede ser un mensaje importante para seguir adelante, aunque quizás en una dirección diferente.

En un primer momento, piensa en lo que has perdido (no hay nada de malo en eso). Date tu tiempo. Y luego, piensa en qué otra dirección podrías tomar… ¿es buena? En este sentido, la tristeza puede ser como una señal de tráfico, enviándote por un camino que será incluso mejor para ti que el que estás triste por perder.

 2.      Te da el tiempo y el espacio para resolver las cosas.

La tristeza te pone en el modo de ahorro de energía, que es una manera muy inteligente de darte la oportunidad de pensar en las cosas. Cuando estás triste, es probable que no tengas ganas de hacer nada y que tus pensamientos se sientan muy intensos porque tu mente trabajará duro para resolver las cosas. No hay de qué preocuparse. La tristeza puede estar llena de información importante para ti. Tómate un momento de silencio y ve si tu tristeza está tratando de decirte algo. ¿Está tratando de enseñarte sobre el tipo de personas que son buenas para ti o a quién debes evitar (no todos son encantadores para estar cerca)? Tal vez, si estás triste por una discusión con alguien que te importa, está tratando de enseñarte las cosas que son importantes, o una mejor manera de hacer las cosas.

Cuando te tomes el tiempo para sentarte con tu tristeza o para hablar con alguien que se preocupa por ti, saldrás más fuerte, más sabio y más claro que antes.

3.      O para adaptarse a una nueva normalidad.

Cuando algo “malo” sucede, es posible que las cosas no vuelvan a la normalidad que conoces, pero en algún momento habrá una nueva normalidad. Puede parecer diferente a la anterior y puede que no se sienta tan bien por un tiempo, pero seguirá siendo una normalidad que puedas amar, vivir, prosperar y ser feliz.

Sin embargo, esto puede llevar tiempo, así que sé amable contigo mismo, date tu tiempo. Tendrás tus “ups” y tus “downs”, pero debes saber que los “downs” no son un paso atrás, solo son un paso normal para el ser humano de adaptarse a algo nuevo.

4.      Así que deja que sea tu refugio por un rato.

Cuando te sientas triste, probablemente también sentirás otras cosas: confundido, celoso, enojado, solo, no lo suficientemente bueno. Deja que la tristeza sea tu refugio mientras clasificas tus sentimientos o los expresas con alguien que amas.

5.      Tu tristeza no es el enemigo.

La tristeza está ahí para ayudarte, no para lastimarte, y no está ahí para mantener alejado de la felicidad. Es lo que interviene cuando te alejas de la felicidad, para ayudarte a dirigirte de nuevo en la dirección correcta. Tú y tus sentimientos sois una sociedad, y mientras mejor escuches tus sentimientos, mejor funcionarán para ti.

6.      En realidad, la tristeza está tratando de ser tu héroe.

La tristeza aparece porque hay algo que necesitas saber. Siempre tiene algo que decirte. Tal vez seas más lento para tomar decisiones, tal vez te acerques más a las personas que se preocupan por ti, alejándote de aquellas que no saben cómo hacerlo o para ser más amable con usted mismo.

La tristeza es un héroe; no es del tipo con una capa y un disfraz de apariencia divertida, sino el tipo suave y tierno que te ayudará a descubrir lo que necesitas. Pero tendrás que estar tranquilo y quieto para escucharlo.

La tristeza no siempre se siente como tristeza

1.       Esa sensación de entumecimiento, está ahí por una razón.

Cuando algo realmente triste sucede, es posible que al principio te sientas entumecido. Eso está bien y es algo que sucede a menudo con una tristeza profunda y profunda. Es la forma de tu cerebro de protegerte de sentir demasiada tristeza al mismo tiempo. Sé paciente contigo mismo y ve con lo que sea que tu corazón quiera que sientas. Confía en ti

2.      Puede que te sientas realmente enojado, y eso está bien.

La ira es como un guardia de seguridad que a veces trata de evitar que los sentimientos realmente tristes te abrumen. La tristeza intensa puede ser un poco atemorizante, por eso al empezar a sentirla temieras no poder pararla.

La ira puede ser una forma útil de dejar de sentir como si te aplastara la tristeza, pero no será útil si bloquea lo que realmente sientes. Tampoco será útil si aleja a las personas que pueden consolarte y ayudarte con lo que sea que estés atravesando. Es importante hablar sobre cómo te sientes, te ayudará a moverte a través de los sentimientos y sanar. La ira puede evitar que sientas sentimientos más difíciles por un tiempo, pero es importante recordar que la única manera de lidiar con los sentimientos es sentirlos. ¡Siempre serás más fuerte de lo que crees!.

Y algunas maneras de sentirse mejor

1.      Tu mente es una cosa poderosa y puede hacer que te sientas demasiado triste por demasiado tiempo.

Nuestra experiencia se compone de lo que pensamos, lo que sentimos y lo que hacemos, pero hay algo importante que debes saber: los tres no tienen que coincidir. Aquí es donde tienes el poder de sentirte diferente.

Generalmente cuando te sientes triste, piensas cosas tristes y actúas de una manera triste.

Lo mismo ocurre con otras experiencias: cuando te sientes feliz, piensas cosas felices y te comportas de una manera feliz. Lo mismo con sentirse poderoso. Si adoptas una postura poderosa (de pie, con las manos en las caderas, las piernas bien separadas y una expresión poderosa en su rostro, estilo superhéroe), es probable que tengas pensamientos poderosos y te sientas tentado a usar una voz poderosa al hablar.

Pero, y aquí es donde entra en juego tu poder, si cambias uno de ellos, tus pensamientos o tu comportamiento, los otros dos finalmente se pondrán al día. Entonces, cuando te sientas triste y pienses cosas tristes, trata de hacer algo que te haga sentir más feliz, tal vez patear una pelota, jugar con tu mascota, hacer un dibujo o ver una película divertida, lo que te haga feliz.

Cuando haces esto, lo dice la neurociencia ¡puedes cambiar tu cerebro y hacerte sentir algo diferente!

2.      Abraza, si esto te sienta bien.

El contacto con alguien que conoces y en quien confías puede brindarte consuelo y, de hecho, ayudar a aliviar la tristeza. Esto se debe a que este tipo de contacto de confianza hace que el cerebro libere moléculas químicas que te ayudan a sentirte cuidado y cercano a las personas con las que estás. Sin embargo, recuerda tu responsabilidad de permitir quién puede tocarte y quien no. Si no estás de acuerdo con eso, entonces no es un buen momento.

3.      Incluso las personas fuertes necesitan gente. Todos lo hacemos.

La tristeza puede sentirse realmente sola, pero es increíblemente poderosa para que otras personas sepan que las necesitas, o para que sepamos que necesitamos estar con alguien que se preocupa. Estar con personas que se sienten bien al estar cerca te da valor, fuerza y ​​te da lo que necesitas para lidiar con las cosas difíciles. Ninguno de nosotros puede hacerlo todo por cuenta propia y saber la diferencia entre las cosas que puede manejar por sí mismo (¡y habrá muchas de ellas!) Y las cosas que necesita una mano para tratar, serán algo sobre usted eso es bastante impresionante.

4.      Eleva tu ritmo cardíaco para elevar tu estado de ánimo.

La actividad física ayudará a tu cerebro a mantenerse fuerte y feliz. El ejercicio ayuda a fortalecer la parte del cerebro que es responsable de los estados de ánimo y las emociones. Se llama el hipocampo. Incluso una caminata rápida de diez minutos será suficiente para levantar tu estado de ánimo.

5.      No hay una cantidad correcta de tristeza antes de que te sientas mejor.

Cuando sucede algo triste, no hay una cantidad de tiempo “normal” que te llevará a sentirte mejor. Tomará tanto tiempo como sea necesario. Sigue avanzando, incluso si es un poco cada día. Las cosas grandes vienen de muchas cosas pequeñas sumadas.

6.      Pero sé amable contigo mismo y no permitas que tu tristeza continúe por mucho tiempo.

Cuando piensas en cosas tristes una y otra vez, puede hacer que tu tristeza se haga más y más profunda. Esto puede llevar a algo que se llama depresión, que es cuando la tristeza permanece por mucho tiempo, afecta el sueño, el estado de ánimo y dejas de disfrutar de las cosas que solías disfrutar.

Está completamente bien sentirse triste y pensar cosas tristes, pero después de un tiempo también es importante concentrarse en avanzar y sentirse mejor.

A veces se trata de aprender lo que necesita aprender, tomar decisiones valientes, pasar tiempo con las personas que se preocupan por usted y hacer las cosas que ama, para darle a su mente lo que necesita para cambiar su enfoque de triste a feliz.

No hay un tiempo establecido para esto, pero si después de un tiempo le resulta difícil mirar las cosas o deja de disfrutar las cosas que solía encontrar para divertirse, es muy importante hablar con un amigo, familiar o un terapeuta que se preocupe por usted.

Lo que pueden hacer padres, educadores y cuidadores

1.      Valida su tristeza. No trates de cambiarla.

No fuerce al niño a seguir adelante o a dejar de lado su tristeza demasiado rápido.

La tristeza es una emoción normal y saludable, y si la alejas antes de que la persona haya tenido tiempo de adaptarse a su nueva realidad o de trabajar con lo que significa para ellos, podría ser peor. La pena y la tristeza es la forma en que nos ajustamos a la pérdida.

Es saludable, importante y normal. Si se ignora, minimiza o no se permite, en realidad puede hacer que su tristeza se enquiste.

2.      Podrían evitar las cosas que solían amar.

Para las personas que sienten tristeza las cosas no tendrán sentido por un tiempo, y será completamente normal que eviten las cosas que solían amar.

Cuando hay una pérdida, muchas de las cosas que eran importantes y divertidas toman un significado diferente porque se sentirán diferentes, como si faltara algo y, lo más probable, alguien. Anímalos, pero no apures ni obligues. El mejor momento para que ellos lleguen allí es cuando llegan allí.

3.      Mira el silencio.

Los niños podrían no tener las palabras o la autoconciencia para articular lo que están sintiendo. Tenga cuidado de interpretar su silencio como una señal de que todo está bien. Consulte con ellos de vez en cuando.

A veces su silencio estará bien y lo mejor será darles el espacio que necesitan para dar sentido a lo que están sintiendo. A veces, sin embargo, su silencio puede ser una señal de que necesitan ayuda para expresar lo que están sintiendo, para dar sentido a lo que ha sucedido, o que están esperando que alguien los sostenga cuando su mundo siente que se está derrumbando. .

4.      Y cuando están de duelo …

La pena vendrá con tantos sentimientos intensos y es probable que cambie su comportamiento por un tiempo, a veces drásticamente.

Es posible que tengan problemas para dormir, se enojen, no quieran hablar o luchen en la escuela. Mira lo que es: parte de un ajuste que este joven nunca imaginó tener que hacer.

Dales tiempo y asegúrales que sus sentimientos son normales, que, sin embargo, sienten que está completamente bien y, sobre todo, que son amados.

5.       Comprender la relación entre la tristeza y la ira.

Los niños afligidos (y los adultos) a menudo se moverán entre una profunda tristeza y arrebatos ardientes y enojados. El movimiento puede ocurrir de forma rápida e inesperada. Es posible que los niños no sepan cómo gestionar su enfado y que necesiten una mano para superar sus sentimientos.

Es probable que sus sentimientos no tengan sentido para ellos e incluso si lo hacen, no necesariamente sabrán qué hacer con esos sentimientos. Cuando esto suceda, podrían “expulsarlo” con la persona o la persona que más aman. El objetivo será incorrecto, pero es probable que sea el único objetivo que tienen.

Comprender de dónde viene y saber qué les está pasando ayudará a fomentar la compasión tu ti: sé paciente.

6.      Déjalos hablar.

Permíteles hablar sobre la pérdida, ya sea de un ser querido, una mascota, una amistad o una separación paterna. Puede que sientas que estás haciendo lo correcto al ponerle un tapón a las discusiones y a sus propios sentimientos, pero los niños necesitan saber que lo que están sintiendo está bien, y necesitan la información que llenará los vacíos de manera segura.

Que no haya nada de lo que no puedan hablar contigo, si quieren hablarlo. Deben poder revisar la relación o lo que sea que se les haya perdido, incluso si es solo en sus pensamientos o sus palabras o en la conversación contigo. Al verbalizarlo muchas veces lo importante deja de ser tan importante, cambia la óptica.

Es posible que también estén ansiosos por que alguien les diga que lo que están sintiendo es lo normal, así que, si van a ti a contártelo, es importante que les transmitas que su sentimientos está bien.

7.      Haz que vean lo que sientes, pero no te apoyes en ellos para que te apoyen.

Deja que vean que tú también tienes sentimientos, cómo manejas y regulas tus emociones y sentimientos. Esto ayudará a normalizar su experiencia y se sentirán más seguros de hablar sobre lo que está pasando.

También les ayudará a ampliar su vocabulario emocional, para que puedan estar conscientes de sus sentimientos cuando los sienten. Sin embargo, es importante que no te apoyes en ellos para que te apoyen. Necesitan sentirse seguros y protegidos, y como si pudieran acudir a ti, no como si tuvieran que cuidar de ti.

Descárgate gratis este mapa de emociones y sentimientos con sus expresiones para mejorar cómo describimos cómo nos sentimos.

8.      Atento a que la tristeza no continúe por mucho tiempo.

El cuerpo tiene una forma de responder a la pérdida. A corto plazo, liberará hormonas del estrés que serán útiles al principio. Eventualmente, sin embargo, pueden hacer daño y afectar el cerebro.

Sabemos que el cerebro continúa produciendo nuevas células cerebrales a lo largo de la vida. Cuando la tristeza permanece demasiado tiempo, puede convertirse en depresión e inhibir el crecimiento de las células cerebrales en el hipocampo, que es la parte del cerebro responsable de la memoria, el aprendizaje, las emociones y el estado de ánimo. La depresión hace que la producción de nuevas células cerebrales en el hipocampo se ralentice. La forma de aliviar esto es alentar cosas que realmente promuevan el crecimiento de nuevas células cerebrales como el ejercicio, aprender algo nuevo y conectarse con otros.


La ocasión es buena para conocerse, para saber qué le hace feliz y cómo gestionarla. Además es la ocasión para salir de ahí y alegrarse por haberlo hecho, gustarnos cómo lo hemos hecho, saber cómo automotivarnos, y mejorar nuestra autoestima. Al pasarlo por esa experiencia puedes comprender a otras personas cuando pasan por ellas (empatia, comprensión) y si descubres una nueva dirección en tu vida que te hace feliz, vas rumbo a tu bienestar.

Estas son las 5 competencias emocionales de la inteligencia emocional: autoconocerse, regularse, automotivarse, relacionarnos bien con los demás, tener habilidades para la Vida.

 

Ser capaz de entender tus emociones y cómo lidiar con ellas es una especie de superpoder que hay que cultivar cada día. En nuestra actividad de habilidades emocionales encontrarás fichas de todas las emociones básicas para aprender de forma individual y además un juego para hacer en grupo, contamos muchas cosas para adquirir ese “superpoder” y enseñárselo a los niños.

Todos los sentimientos tienen una razón importante para estar allí. Nunca es el sentimiento que causa el problema, sino lo que hacemos con él. Alejarlo, fingir que no existe o crear un enemigo causará problemas. Ser capaz de identificar, aceptar y comprender los sentimientos está en el corazón de la inteligencia emocional, que es uno de los factores más importantes para predecir el éxito y vivir bien.

La tristeza es algo que nos motiva evitar, pero no es un enemigo. Debido a nuestro deseo de evitar la tristeza, cuidamos a las personas y las cosas que son importantes para nosotros. A veces, sin embargo, la tristeza cae sobre nosotros de todos modos. Cuanto más podamos ayudar a nuestros niños y jóvenes a comprender por qué sienten lo que hacen, más podremos desarrollar su capacidad para tener relaciones plenas y saludables, y una vida emocionante y sincera.

Este artículo ha sido traducido por El Parque de las Emociones del blog de heysigmun