miércoles, 15 de febrero de 2017

ADMISIÓN DE ALUMNOS 16-17

El Colegio Público "Pedro Sanz Vázquez", se complace en invitarles a visitar sus instalaciones, resolver y conocer nuestro Proyecto Educativo cualquier mañana lectiva durante el periodo de inscripción (del 15 de Febrero al 15 de Marzo) y, así, poder resolver sus dudas en el mismo Centro.

Por supuesto, también pueden encontrarnos en Twitter (@PedroSanzVzquez) o en el portal de FACEBOOK, donde diariamente se muestra el día a día de nuestra Comunidad Educativa y todos aquellos artículos referentes a la manera que tenemos de concebir la Educación.

CEIP "PEDRO SANZ VÁZQUEZ"
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BEGOÑA IBARROLA: UN BUEN PROFESOR, CON SENSIBILIDAD, TE PUEDE CAMBIAR LA VIDA

El filósofo francés Olivier Reboul dijo: “ Educar no es fabricar adultos según un modelo sino liberar en cada hombre lo que le impide ser él mismo, permitirle realizarse según su genio singular”, y la especialista en educación emocional, la española Begoña Ibarrola, nos dice hoy: “en un futuro muy cercano el profesor ya no va a impartir conocimientos, va a ser una especie de entrenador del alumno que le ayude a desarrollar sus potenciales y dar lo mejor de si para mejorar el mundo”.


Tiene una gran importancia que los padres de familia sepan siempre en manos de quien están sus hijos en la escuela, y los profesores tengan la plena conciencia de su alta y delicada tarea.
Compartimos esta entrevista que hace Eduardo Azumendi a Begoña Ibarrola, y que ha sido publicada por El Diario Norte de Euskalerría (España), con fines únicamente educativos – pastorales, porque es de un gran contenido para actualizar y afianzar nuestra tarea educativa. Los temas son amplios y variados, y afirma que “la formación en valores es como una herramienta básica que los padres deben dar a los hijos desde que son pequeños”.

“Un mal profesor puede arruinarte la vida”

Para la especialista en educación emocional, Begoña Ibarrola, los conocimientos no transforman a nadie. “Lo que es transformador es la experiencia y las emociones. Sin experiencia solo aumenta la información, no hay capacidad de transformación y de hacer mejores personas”
“Un alumno puede ser brillante, pero si no sabe controlar sus nervios se queda en blanco”, explica Ibarrola
“En los temas de agresividad hay que tener en cuenta que la formación en valores es como una herramienta básica que los padres deben dar a los hijos desde que son pequeños”
Psicóloga, musicoterapeuta, investigadora…..Begoña Ibarrola lleva impartiendo cursos de formación en inteligencia y educación emocional desde hace casi 30 años al profesorado y las familias. En esta entrevista con eldiarionorte.es, Ibarrola presenta su visión sobre la educación emocional, un área que “si el ser humano no desarrolla no está completo”. Este tipo de inteligencia influye en todas las áreas del currículum educativo ya que “es una dimensión susceptible de mejora y potenciación mediante acciones educativas”. Según Ibarrola, en un futuro muy cercano el profesor ya no va a impartir conocimientos, va a ser una especie de entrenador del alumno que le ayude a desarrollar sus potenciales y dar lo mejor de si para mejorar el mundo. “Las competencias más importantes serán las interpersonales e intrapersonales.

Educación emocional. Un concepto que parece nuevo, pero que no lo es tanto. ¿Qué es realmente?

El concepto es antiguo, pero ya Plantón decía que la disposición emocional del alumno determinaba su capacidad para aprender. Hay muchas definiciones, pero a mí me gusta mucho la de Rafael Bisquerra, que dice que es un proceso continuo y permanente, que lo que pretende es desarrollar la dimensión emocional en armonía con la dimensión cognitiva. No se trata de sustituir una cosa por otra, si no que la educación tenga en cuenta la educación de las emociones. Venimos con unas emociones al nacer, pero hay que educar en su expresión, en su regulación…..La finalidad de la educación emocional es brindar a los alumnos unas herramientas que les ayuden a hacer frente a los retos que la vida les depare. Para las cosas buenas no nos tenemos que preparar, pero para los retos y las dificultades sí. A través de la educación emocional se desarrollan una serie de competencias- emociones que son las que les van a servir al alumno durante toda su vida.

Sobre todo la autoestima

Básica, básica.

¿Es fundamental para que pueda ese alumno sacar lo mejor de si mismo y en relación con su entorno?

Es la tierra con nutrientes donde cualquier cosa que siembres va a prosperar. Si no hay autoestima  ya empezamos con problemas.

Si ese tema no se trabaja desde pequeños en la adoelscencia es más complicado de tratar.

Yo he sido terapeuta infantil 15 años. He trabajado con niños y adolescentes y casi todos sufrían de falta de autoestima. Si eres adolescente se puede reconstruir, pero es cierto que a medida que vamos creciendo es más difícil. Por otro lado, lo que sí que es importante entender es que de los cero a seis años la autoestima no es tal, ya que el niño va creciendo y desarrollando una idea de si mismo en función de lo que le reflejan los adultos. Como tal, la autoestima comienza a los seis-siete años, una vez que el niño ha recogido todo lo que han volcado los adultos sobre él. Y  empieza ya a comparar con lo que le dicen los amigos, con lo que él siente de si mismo. Si los padres y los alumnos que le rodean tienen una buena base y le reflejan cosas positivas de él, no limitando las cosas que se le dan mal , pero ofreciendo una imagen realista está más preparado para no hundirse ante una dificultad. Sabe que no se le da bien todo y que no es maravilloso en todo y que no puede triunfar en todo…..

Eso es por parte de los padres, pero ¿cómo pueden fomentar los profesores esa autoestima?

Hay profesores que sí saben hacerlo y otros que no. Unos profesores dicen ‘yo  voy a dar mi clase, mis contenidos y el alumno como persona no me importa’, pero afortunadamente cada vez son más los profesores a los que sí les importan los alumnos como personas, no como depositarios de conceptos, ideas y contenidos. Hoy en día, con la teoría de inteligencia múltiples cualquier profesor que utiliza esta metodología sabe que todos los alumnos son inteligentes, pero que tienen distintos tipos de inteligencia. Ese método ayuda al docente a garantizar de alguna manera la autoestima de los alumnos porque no les comparan unos con otros, saben que cada uno tiene talento y es un ser maravilloso y único. Ese profesor es como un geólogo que va buscando debajo de la tierra a ver qué tesores hay, van buscando lo que ese niño tiene. El uso de esa metodología garantiza la autoestima.

“Ser profesor no es una profesión sin más”

Existen profesores mucho más sensibles a estos temas que otros ¿no?

Yo me he encontrado con profesores que en el fondo son personas que ejercen una profesión nada más. Si esa persona tiene dañada su propia autoestima quiere imponer por el respeto, por el miedo, por la autoridad, por ‘esto lo hacéis’ porque lo mando yo. Afortunadamente cada vez hay menos, pero realmente para entrar en la función docente se necesita una oposición, no un examen de personalidades. Si tú eres una persona equilibrada, afectiva, empática, con autoestima buena pues imagínate…En cambio, si esa persona que hace la carrera de Magisterio tiene una baja autoestima ya a terminar por reflejar sobre los alumnos sus  problemas. Un mal profesor sin educación emocional puede arruinarte la vida y, en cambio, un buen profesor con sensibilidad te la puede cambiar.
La educación emocional previene los casos de acoso escolar.

Estamos hablando de problemas, pero los profesores se enfrentan al sistema. Ell sistema les exige los conocimientos y hasta ahora la clave del éxito escolar radica no en sacar niños felices,  sino con conocimientos.

Hay tantos sistemas educativos….La ley es el marco legal, pero ese cuadro tiene un marco. Y en ese marco tú puedes enmarcar todo tipo de cuadros. La ley dice que no te puedes salir,  pero puedes pintar lo que te dé la gana. Por eso, con distintas leyes he visto proyectos maravillosos, aulas maravillosas, niños super felices. Y he visto profesores superdesgraciados, y aulas desgraciadas con la misma ley. Puede que haya una ley buenísima para abordar la enseñanza de de valores, actitudes….pero como la variable  es el profesor si no asume eso porque no está maduro pues no lo trabaja. Hay docentes que me dicen ‘trabajar en valores, que tontería que la ley nos diga a nosotros ahora eso. Es cosa de la familia. A mí no me han preparado para eso’. Ah vale, entonces vamos a la raíz. Si a ellos no les preparan en su formación ni para abordar la educación en valores ni para abordar la educación emocional ¿cómo la van a implantar? Algunos docentes muy concienciados y responsables se preparan por su cuenta.

Ahora mismo,  ¿las escuelas de magisterio oficiales preparan en educación emocional?

No.

Es decir, que cuando termina su formación ¿dejan al docente frente al aula sin una mínima preparación en este terreno?

Sí y ahí que se las apañe. Puede que en la facultad les enseñen mucha metodología y didáctica, pero nadie prepara todavía en ninguna facultad sobre educación emocional. Exceptuando, por ejemplo, algunas comunidades autónomas como la canaria que ya han incorporado en el curriculum de primaria la educación emocinal como asignatura. Entonces sí preparan a los profesores para que impartan esa asignatura como les preparan para otras. En Castilla La Mancha también se evalúa  la competencia emocional.

“Las emociones son el factor que más influye en el aprendizaje”

El error es comparar a los alumnos y meterlos todos en el mismo saco.

A todos no les puedes evaluar de la misma manera; tendrás que exigirles unos conocimientos mínimos, unas bases, pero luego la forma de plantearles la evaluación o la forma de pedirles lo que saben tiene que ser diferente. Si el profesor está preparado ya tenemos un plus.
Un profesor imparte clase.
Un profesor imparte clase.

Desde el mundo oficial no se está preparando a los docentes en educación emocional, pero los colegios son conscientes de eso.

Llevo muchos años dando formación en educación emocional. Precisamente pedí la excedencia en la comunidad de Madrid como psicóloga para dedicarme a la formación porque veía la laguna que había y la demanda que había. Si no llega a haber demanda yo me vuelvo al puesto de psicóloga. Pero no he vuelto ni voy a volver porque hay muchísima demanda y afortunadamente se han creado masters de educación emocional. Las investigaciones de la neurociencia están diciendo a los docentes que las emociones son el factor que más influye en el aprendizaje. Las investigaciones dicen cómo afecta la ansiedad al bloqueo del pensamiento. Un alumno puede ser brillante, pero si no sabe controlar sus nervios se queda en blanco. El desarrollo de las competencias emocionales es un factor de prevención de las adicciones, mejora la salud mental, como no hay acoso escolar…..Es una cuestión personal, aunque los equipos directivos de los centros es básico porque marca unas pautas en el colegio.

¿La educación emocional sirve para atajar los casos de acoso escolar?

En los temas de agresividad hay que tener en cuenta una cosa: la formación en valores es como una herramienta básica que los padres deben dar a los hijos desde que son pequeños. Hay una evidencia: los niños tienen a ser crueles con los niños más débiles. Un profesor que ve eso debe trabajar con los dos grupos: al que sufre deben enseñarle a defenderse y a los agresores cortar su comportamiento. No solo se trata de castigar a los violentos. Al que va de débil y sumiso hay que decir que de eso nada, que se defienda y lo comunique a un adulto. Y con los ‘observadores’ también hay que trabajar, con los que ven el acoso y callan.

¿Pero si ese niño víctima del acoso carece de esa educación emocional?

Por eso hay que reforzar  a la parte sumisa para que los actos contra él no se repitan.

¿Y cómo se pueden escapar los casos de acoso escolar a los docentes?

En una formación de educación emocional se dan estrategias a los profesores  para que no miren hacia otro lado. Le voy a poner un ejemplo: Un alumno se suicidó porque no soportaba los malos tratos. Poco tiempo después fue su tutor quien  se quitó la vida porque no soportaba la sensación de culpabilidad. Él había sido testigo del acoso y no había hecho nada para impedirlo. A veces ni siquiera saben cómo enfrentarse a los padres del agresor. No es mala voluntad, ni mala fe, sino que el docente no sabe cómo afrontar la situación. Ahora se están dando protocolos de actuación. Casi todos los centros tienen uno, pero es algo que se tenía que hacer hecho hace 20 años.
Este contenido ha sido publicado originalmente por El Diario en la siguiente dirección: eldiario.es

miércoles, 8 de febrero de 2017

¿Alumnos o clientes?

La educación se está transformando y deformando. En ciertas cosas ha evolucionado mucho, pero en otras, se ha desdibujado. En ciertas ocasiones, los alumnos creen que el profesor es su empleado y él tiene el deber no solo de enseñarles sino de no exigirles, porque si ellos no pasan la materia es culpa de él.
El profesor tiene el deber de enseñarle al alumno, y eso implica que debe exigirle lo máximo, porque implícitamente, no solo se tiene el deber de transmitir un conocimiento, sino de sacar lo mejor de cada miembro de su clase.
Por algún motivo, mayormente en los postgrados, los alumnos creen que porque están haciendo una inversión en educación, tienen el derecho de pasar las materias sin el esfuerzo requerido y con un juicio constante sobre el maestro. Este cambio en la relación profesor-alumno es muy peligroso, porque lo que logra es reducir la calidad de los graduandos y poner a los profesores más al servicio del entretenimiento que del conocimiento.
Hoy dar clase es muy difícil, porque se debe competir contra la omnipresencia del estudiante, que por medio de su tableta, ordenador o móvil puede estar distraído de la clase.
Esto es inevitable y no se soluciona prohibiendo el uso de teléfonos en clase, sino logrando un nivel tan alto que logre retener la atención del alumno. Esto ha llevado a que muchos profesores deban tener clases muy entretenidas y motivantes, lo cual es muy complejo en las partes teóricas y funcional para lo práctico.
Por esto, las cosas han evolucionado en un muy buen sentido, porque el proceso de enseñanza ha logrado acercarse a las nuevas necesidades y condiciones del mercado, pero la posición del alumno como cliente, pone en riesgo todo el ejercicio.
Por esto, es fundamental que desde el comienzo de la clase y de la carrera o del curso, el estudiante comprenda que él tomó la decisión de hacer esa inversión y que eso incluye la total disciplina y respeto hacia sus docentes, pese a que algunos no logren un nivel extraordinario de desempeño o su personalidad sea tosca. Es fácil decir “que él no se ha ganado el respeto”, pero para estar en ese puesto, tiene un nivel de conocimiento y experiencia que garantiza que no solo se lo ganó sino que lo merece completamente.
No debemos confundir las condiciones del mercado con el proceso educativo. Un profesor no es un mesero, es más un chef, que cocina el mejor plato posible, respetando la tradición de esa cultura, para servir a sus comensales y darles lo mejor en cada plato; lo que significa, que si bien, a usted no le gusta el plato, debe tomarlo, porque usted tomó la decisión de conocer y vivir esa cultura, con todas sus consecuencias, las que le gustan y las que no, porque por algo ese chef le dio a usted ese plato.
No todos los profesores son divertidos, ni tienen la capacidad de transmitir fácilmente el conocimiento, pero, probablemente, sean razonablemente buenos en lo que hacen, y ser docente no es ser un entretenedor de audiencias.
Al final lo importante es que el alumno aprenda lo que debe aprender para su vida profesional, y no que lo haya pasado bien en clase; ideal si se logran hacer ambas cosas.