viernes, 29 de mayo de 2015

Hay que acostar a los niños leyendo un libro y no mirando televisión.

Si bien la lectura relajada ayuda a desarrollar la percepción de la persona para comprender el mundo que la rodea, la lectura analítica aumenta el flujo de sangre hacia el cerebro en general, pero específicamente hacia la corteza prefrontal. Esta región se ocupa de una serie de procesos cognitivos que trabajan para ayudar a la administración de la atención y la realización de actividades complejas. Estos resultados preliminares darán como resultado una investigación más profunda sobre cómo la lectura puede moldear y cambiar la cognición de la gente. Leer con nuestros hijos obras que les dejen un mensaje de unidad entre la gente, de responsabilidad mutua y de empatía hacia sus semejantes es indispensable.

El artículo 31 de la Convención sobre los Derechos del Niño, de 1989, establece que los estados que la suscriben "reconocen el derecho del niño al descanso y el esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural y en las artes". En ese sentido, para el pedagogo y dibujante italiano Francesco Tonucci, "es jugando como el niño se desarrolla, y por eso le es reconocido como un derecho".
Y para jugar, no es necesario gastar un dineral en los juguetes más avanzados a nivel tecnológico. No. "Los buenos juguetes cuestan muy poco", explica Tonucci durante la presentación de la conferencia "Más juego, más movimiento: más infancia" que brindó ayer en el salón Maestro Alfredo Bravo del Palacio Sarmiento, invitado especialmente por la Biblioteca Nacional de Maestros (BNM), en una iniciativa compartida entre el Ministerio de Educación de la Nación y la Fundación Arcor.

"El barro es el príncipe de los juguetes -continuó Tonucci-. El barro no es nada y puede ser todo. Y a lo largo de la historia de la humanidad, ha sido un material que ha servido para hacer infinidades de cosas. Es un material riquísimo. Y en manos de los niños..." Tonucci no termina la frase y dibuja con su mano abierta un rulo en el aire. La metáfora tiene una explicación: "Un buen juguete es lo que se presta a muchos usos, con distintas condiciones sociales", agrega el pedagogo, que luego enumera y clasifica como buenos juguetes a la pelota y a la muñeca, chiches que todo niño y toda niña han tenido alguna vez y que sirven para muchas cosas.

Pero Tonucci deja para el final la referencia a otro "buen juguete": el libro. "A mí me gusta mucho pensar que algún día un padre le dará dinero a su hijo, lo llevará a una librería y le dirá: 'Elige un libro'." Ese libro, seguramente, se irá a una casa, de la mano de ese niño, esperando ser leído. Y para Tonucci ahí nace la relación que generará un nuevo lector: "Creo que lo más importante es ofrecer a los niños la experiencia de la escucha. No se puede aprender a leer bien y con gusto sin haber vivido, sin haber tenido una experiencia de gozar con la escucha de un adulto que lea al niño. Pero como no todas las familias pueden acceder a ese derecho, es obligación de la escuela hacerlo para todos los niños, de manera que todos tengan una experiencia básica fundamental para pasar a la parte técnica del aprendizaje de la lectura". Para "Frato", como lo apodan al pensador y dibujante italiano, "un niño debería empezar a leer porque desea leer; porque vivió la experiencia fascinante de la escucha de la lectura de libros que un adulto le regaló a lo largo de días y días", y considera que esto debería ser costumbre en las escuelas, con una franja horaria establecida para tal fin. "Esta es la única garantía de que en esos niños pueda surgir el deseo de aprender a leer. Una vez hecho esto, lo más importante ya estará conseguido, y después el aprendizaje instrumental de la lectura es una cosa que los niños hoy en día aprenden solos", agregó.

Además del pedagogo y dibujante  invitado, participaron de la conferencia la socióloga Cristina Diéguez, y especialistas de la Dirección de Educación Inicial del Ministerio de Educación de la Nación. La propuesta ha sido declarada de interés educativo por el Ministerio, y tuvo como eje central el derecho a jugar, buscando interpelar a los adultos sobre las genuinas oportunidades que tienen los niños y las niñas en relación con el juego y el movimiento.

Finalmente, para arrojarse a la práctica de la lectura con un niño, Tonucci recomienda "leer sin temor, sin pensar que se está perdiendo el tiempo o que se podría hacer algo de mayor importancia". Y antes de ir a la cama "acompañar a los niños a dormir leyendo un libro y no mirando la televisión, lo que constituye las bases de la lectura". Esto, siempre, con la idea de jugar con el chico, porque en términos de jugar, para Tonucci "nunca se deja de ser un niño". «





Fuente: necesitodetodos.org

jueves, 28 de mayo de 2015

6 consejos para evitar que tus hijos sean violentos en el futuro

¿Has escuchado alguna vez eso de : " la violencia engendra violencia"?.
Pues con esta simple frase deberías darte cuenta de que los hijos necesitan amor para ser personas responsables, coherentes, civilizadas, respetuosas con los demás y con ellas mismas y, al fin y al cabo, para ser FELICES.
Te propongo un sencillo ejercicio para valorar qué es lo que sí quieres que forme parte de tu vida, y qué no:
  • Opción 1: imagina que tienes una pareja estupenda: te apoya, confía en ti, te ofrece consuelo cuando lo necesitas, os reís juntos, os contáis confidencias sin juicios, os escucháis, os respetáis con vuestras virtudes y defectos, etc.
  • Opción 2: imagina que tienes una pareja que nunca te apoya, desconfía de ti, te dice malas palabras si necesitas consuelo, siempre está de mal humor, no dialogáis ni os escucháis, si te habla es a gritos, no te respeta ni entiende tus virtudes y defectos, el poco tiempo que pasa contigo es para darte órdenes, etc.

Si quieres hijos violentos, sé violento con ellos

¿ Con cuál de los dos tipos de pareja te quedas?. Supongo que eliges la primera opción (si no es así, revísalo de nuevo y contesta otra vez jeje).
¿ Por qué tendemos a pensar que nuestros hijos necesitan a unos padres como la pareja de la segunda opción?. ¿Creemos en realidad que los niños necesitan ser juzgados, gritados, poco apoyados y machacados psicológicamente?. ¿ O es más bien la falta de herramientas y la cultura retrógada que existe en la sociedad en cuanto a la educación de los hijos?.

Recuerda que si tienes dos o más hijos, y quieres que mejoren su relación entre hermanos, dejando atrás los celos y las discusiones constantes, infórmate del curso INTENSIVO on line: "Hermanos: unidos en el viaje" ( haz click sobre estas líneas para leer más).

Hoy he querido centrarme en 6 consejos con los que evitarás que tus hijos sean violentos en el futuro ( y en el presente), entre otras cosas:
  1. Ofrece a tus hijos TODA la atención que necesiten: nuestros hijos nacen indefensos, puros, dependientes. Poco a poco van encontrando su lugar en la vida, y para que éste sea un sitio reconfortante, seguro y feliz, necesitan ser acompañados por sus padres. ¿ Qué significa acompañar a los hijos?, bien, significa estar en lo bueno y en lo malo, en los momentos buenos y no tan buenos. Los niños necesitan atención. Y si tu hijo pide jugar contigo y tú prefieres mirar tu móvil y "chatear" en facebook o pide que le acompañes a su cama y te quedes ahí hasta que se duerma, y no lo haces "porque se acostumbra"...no sólo no le estás dando la atención que necesita, sino que además, estás potenciando sufrustración y su rabia, logrando así que se sienta desantendido y solo. Es importante estar ahí siempre, atenderles en todo momento, sólo así cultivarán una autoestima sana y correcta. Y en los momentos que verdaderamente no puedas,no se lo hagas saber de manera disgustada, agresiva, incoherente...exprésalo con diálogo positivo y sereno, ayudándole a comprender.
  2. Comunícate con ellos como te gusta que se comuniquen contigo: a los hijos no hay que reñirles, ni marcarles, ni castigarles, ni alzarles la voz, etc. A los hijos hay que enseñarles el camino y debemos ser unos buenos guías. Si riñes, discutes, gritas...eso es lo que aprenderán. Y luego no puedes alarmarte cuando desde el colegio te llamen la atención porque ha gritado o pegado a un compañero queriendo imponer su ley, porque eso es lo que estás inculcando desde tu hogar. Debes dialogar con tus hijos con todo el respeto del mundo, entendiendo que ellos sólo aprenderán de respeto, si son tratados como personas humanas. Si a ti no te gusta que te griten y te riñan cuando cometes errores...¿ por qué tendría que gustarle a tus hijos?.
  3. Trabaja en el ejemplo: eres su espejo, la base de todo, el reflejo con el que se sentirán ligados e identificados cuando sean adultos ( y durante toda su vida). Si tú insultas a personas de otra raza, eso es lo que integrarán como positivo. Si dices palabrotas constantemente, ellos las utilizarán para expresarse. Si nunca te lavas los dientes, no esperes que lo hagan ellos de manera intrínseca. Si no lees, no pretendas que tengan un gran hábito lector. Se comete el craso error de pensar que en la educación de los hijos la responsabilidad es de éstos, cuando en realidad, la responsabilidad es de los padres. De nosotros depende su bienestar emocional, el de ahora, y el de su futuro.
  4. No te obsesiones con los hábitos y rutinas: muchas familias se preocupan más de que sus hijos hagan su cama con 9 años, que de atender sus necesidades emocionales como verdaderamente necesitan. Luego no entienden porqué el psicólogo de la escuela les comenta que están faltos de autoestima...y es que, en la educación de los hijos, hay que ocuparse de lo verdaderamente importante. Cuando uno aprende acompañado, sintiéndose querido, sin ser juzgado, alegre,protegido...integra el aprendizaje. Sin embargo, cuando uno aprende obligado, avasallado, increpado...no sólo no integra el aprendizaje, sino que lo aborrece. Así que si quieres que tus hijos interiorizen rutinas y hábitos de la vida ( como poner la mesa, lavarse los dientes, recoger su ropa...), lo importante es, primero: hacerlo tú, segundo: acompañarles mientras lo hacen, tercero: no obligarles a hacerlo cuando no les apetece, y cuarto: no reñirles si no lo hacen, sino dialogar y comprender. Con el ejemplo todo lo aprenden, así que ocúpate mejor de que todo esto sea divertido para ellos y, pregúntate siempre antes de enfadarte algo como esto: "¿ de verdad pienso que va a estar toda la vida sin lavarse los dientes?". Entiende que es un proceso que aprenderán mediante el ejemplo, el acompañamiento y la comprensión, por sí mismos, de los beneficios que estos hábitos les aportan.
  5. Reconoce qué cosas pertenecen al mundo de los niños y qué cosas al mundo adulto: nosotros, vemos el mundo desde una perspectiva diferente a la de nuestros hijos. Donde nosotros vemos sábanas pintadas con rotulador, ellos ven una gran selva africana perfecta para jugar con los animales salvajes. Donde nosotros vemos un vaso de leche derramada en el suelo recién fregado, ellos ven una gran pista deslizante para las canicas...Si antes de "enloquecer", pensaras, reflexionaras y reconocieras qué está pasando en su mundo en vez de centrarte en el tuyo: la vida sería diferente ( la tuya y la suya). Porque la gran ausente en la educación de los hijos, suele ser la empatía. Hay que ponerse día tras día en la piel de los hijos para poder ir domando así, tu furia adulta. La cual, se alimenta, únicamente, de la frustración que te genera el que tus hijos no actúen exactamente como tú quieres que lo hagan. Pero es que educar a un hijo es educarle para que sea él mismo, no para que sea el que a ti te gustaría que fuese.
  6. Acompaña sus emociones: muchísimas familias se pasan la infancia de los hijos intentando evitar que experimenten sus propias emociones: " no llores, no te enfades...". Y esto es un error muy grande. Si reprimimos las emociones de los hijos de esa manera, todo se les quedará dentro. Debemos aprender a acompañar estas emociones, porque son tan valiosas como la alegría o la felicidad. Porque la rabia, la ira, la tristeza...merecen ser conocidas y experimentadas por nuestros hijos para que puedan gestionarlas correctamente en su vida adulta y empaticen, también,  con quienes las sienten en un momento determinado sin juzgar ni etiquetar.

 Cuanto más amor, respeto, comprensión y acompañamiento tienen los hijos por parte de sus padres, menos carencias emocionales y sociales tienen en su vida presente y futura

Hay familias que me preguntan si educar con respeto se basa en la permisividad. Y nada más lejos de la realidad. Ser permisivo y sobreprotector con los hijos, también tiene unas consecuencias negativas para con ellos.
Educar con respeto se basa en encontrar el equilibrio. Un equilibrio fundamentado en el propio respeto mutuo, en entender que los hijos han venido al mundo ( les hemos traído), para que sean felices y nosotros con ellos. Utilizando la violencia, JAMÁSpodrán ser felices.
Y SÍ, utilizar la violencia con los hijos no sólo es castigar, gritar, pegar, insultar, obligar a la fuerza...también es violencia: el abandono constante, las comparaciones yetiquetas, las faltas de atención hacia los hijos, los juicios, la imposición de laobediencia, etc. 

Recuerda que si tienes dos o más hijos, y quieres que mejoren su relación entre hermanos, dejando atrás los celos y las discusiones constantes, infórmate del curso INTENSIVO on line: "Hermanos: unidos en el viaje" ( haz click sobre estas líneas para leer más).

Por eso muchas familias con las que trabajo, con hijos adolescentes, me dicen cosas como: "pero Tania, si nunca le hemos gritado, ni pegado, ni tan siquiera castigado...no entendemos como es tan violento". Pero el chaval, en este caso, pasó la primera infancia con niñeras y cuando llegaban sus padres era demasiado tarde para contarle un cuento acurrucados junto a él, pero todavía era temprano para reñirle porque no se había lavado los dientes. 


El futuro de tus hijos depende de ti. Puede haber muchas otras cosas que influyan en su vida, por supuesto, pero la base: está en ti. Y con una buena base: TODO se consigue.

miércoles, 27 de mayo de 2015

TE LO COMPRO SI TE PORTAS BIEN

¿Por qué el chantaje no funciona?.

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Tal y como indica este artículo, “el trabajo de ser padre requiere enseñar a los niños las consecuencias de sus acciones pero cuando no escuchan o no entienden, madres y padres tienden, equivocadamente, a recurrir al chantaje.”
El chantaje solo enseña al niño a hacer algo para conseguir lo que quiere. Y es más, aprenderán a usar esta estrategia cada vez que desean un premio y seguir en control. Y recuerda, si tu usas el chantaje, ellos también.

Qué podemos hacer mejor

  • Ahora si, ahora no. Cuando perdemos la paciencia, tendemos a decir cosas que no queremos y al retractar, perdemos la credibilidad.  Por ello, es importante establecer y explicar bien las normas. Un NO es un NO. La próxima vez que rompan la regla, en lugar de recurrir al chantaje, exige que se vayan a otra habitación y reflexionen. Después de un rato, habla con ellos sobre lo que ha ocurrido de manera calmada.
  • Manténte firme y ofrécele opciones“Hasta que no termines de comer, no podrás ir al parque. Tú eres el que elige.” De esta manera, el niño es libre de tomar una decisión y enfrentarse a las consecuencias. Si opta por no comer, ir al parque claramente no es una opción y algunos expertos en psicología infantil sugieren incluso que la comida que se dejó en el plato, sea la misma que se sirva a la hora de cenar.
  • Malas caras. Cuando les exigimos algo que no les gusta, los niños tienden a recurrir a las malas caras, al llanto o al enfado y con tal de no soportarlo, cambiamos de opinión. Esto solo les enseña que el mal comportamiento funciona en lugar de aprender la lección.
  • Dejarles en casa. No pasa nada por dejarles en casa si la última vez que te acompañaron a la tienda se portaron mal. Eso si, siempre y cuando estén supervisados y expliques tus motivos. “La última vez que fuimos a la tienda, no te portaste bien. ¿Te acuerdas? Así que hoy, te quedarás en casa.” Si recurren al llanto o el enfado, puedes decirles que si se quedan y se portan bien, la próxima vez, podrán acompañarte. Que quede claro que cuando dices algo, lo cumples a raja tabla. Esto, por supuesto, depende de la edad y su madurez emocional.
  • Tu eres el experto. Sabes mejor que nadie lo que les causa frustración, cansancio o irritabilidad. En lugar de esperar a que ocurra, explícales el plan de antemano y  adelántate. “Si en algún momento te cansas o te sientes frustrado, dímelo.” Hablar con ellos no solo les dará tiempo a prepararse sino que sabrán que existe otra opción.
  • No entrar al trapo. Como padres hemos de procurar no gritar ni amenazarles. Y por supuesto, no pegar a los pequeños jamás. Si aun no has leído nuestro artículo titulado “Castigarle no funciona”, te animamos a hacerlo.
Recuerda que cuanto más hablemos con nuestros pequeños y les enseñemos a razonar,  más motivación tendrán en hacerlo bien.  Y tal y como ocurre con los elogios, para que sea lo más efectivo posible, es importante ser sinceros, específicos, dar ejemplo y emplear el refuerzo no verbal. Ya sabes, un abrazo, una sonrisa, un beso.

lunes, 25 de mayo de 2015

Excursión al Planetario de Madrid

Una de las excursiones más interesantes que hacemos este año es al Planetario de Madrid. Nos vamos de Primero a Cuarto y seguro que lo pasamos muy bien. Aquí resumimos los datos más importantes de estas instalaciones.

Planetario de Madrid es un centro perteneciente al Ayuntamiento de Madrid y que depende del Área de Gobierno de Artes, Deporte y Turismo. Desde su inauguración, el 29 de septiembre de 1986, su objetivo principal es el cultural, en sus dos aspectos: el pedagógico y el divulgativo, siempre orientados a una mayor difusión de la Astronomía y la Ciencia, entre los escolares y el público en general.
Para ello cuenta, además del Planetario propiamente dicho, con varias salas, dedicadas a distintos fines y que, a lo largo del tiempo, han sido adaptadas para una mejor adecuación a sus propósitos. El Planetario de Madrid se encuentra situado en el parque Tierno Galván, a una altura de unos 600 metros, lo que lo convierte en un mirador desde el que se puede apreciar una panorámica de gran parte de la ciudad de Madrid.
IMAGEN: Proyector de estrellas óptico.
La misión principal del Planetario de Madrid es devolver al visitante la interrelación perdida con el Cosmos y potenciarla, mediante la divulgación del conocimiento astronómico en todas sus vertientes, descriptiva, histórica, física, de investigación y de exploración, de una forma asequible a todo el mundo.
Para las proyecciones multimedia que tienen lugar en la sala principal del Planetario de Madrid se cuenta con un sistema multivisión formado por 100 proyectores de diapositivas que llenan toda la cúpula de imágenes produciendo efectos panorámicos, una única imagen hemisférica envolvente o la posibilidad de proyectar en cualquier zona de la cúpula.
También se cuenta con 50 proyectores de efectos especiales que simulan el Sistema Solar, explosiones estelares, púlsares, agujeros negros, galaxias etc. Existen por otra parte, proyectores de vídeo con magnetoscopios y lectores de videodisco y un sistema de sonido de 24 altavoces uniformemente distribuidos con 6.000 vátios de potencia con refuerzo en los subgraves.IMAGEN: Zonas expositivas.
Pero la parte más importante es el proyector de estrellas o planetario óptico, que es un conjunto de proyectores, engranajes y ejes que permiten representar con todo realismo la apariencia de la noche estrellada, así como todos sus movimientos y los de los planetas. Hoy en día existen otros tipos de proyectores que ofrecen grandes posibilidades pero que aún no han conseguido superar la naturalidad de las estrellas de los planetarios ópticos.

El Planetario posee tres áreas de exposiciones principales: dos salas de exposiciones propiamente dichas y un vestíbulo anejo a la sala de vídeo, en las que se instalan principalmente exposiciones de producción propia. La SALA DE ASTRÓNOMOS está situada debajo de la sala de proyección, es diáfana y circular con 21m de diámetro. En ella el público puede asistir a exposiciones sobre temas astronómicos, tan diversas como las realizadas sobre el cometa Halley, la explración de Neptuno, las galaxias, el cielo en el hemisferio sur...IMAGEN: Audiovisual.
En la parte exterior de la SALA DE PROYECCIÓN se encuentra una pantalla curva de RETROPROYECCIÓN panorámica con una longitud de 9 m. La luz atraviesa esta pantalla, detrás de la cual están situados los proyectores de diapositivas sincronizados y controlados por ordenador. En esta pantalla se pueden ver audiovisuales de corta duración sobre temas astronómicos como los planetas, las escalas del Universo, la Tierra... producidos todos ellos en el Planetario de Madrid.
IMAGEN: Sala de exposiciones.
La SALA DE EXPOSICIONES es un recinto independiente dentro del propio Planetario, lo cual hace que sea el lugar idóneo para llevar a cabo actividades y exposiciones con temas diferentes de las que se realizan en el resto del edificio. Ha acogido exposiciones relativas a las comunicaciones a través del satélite Hispasat, a trabajos fotográficos de astrónomos amateurs, a la forma en que los niños ven el Planetario, o al 25 aniversario de la llegada del Hombre a la Luna.IMAGEN: Telescopio del Planetario.
El edificio del Planetario completa sus instalaciones con la TORRE DEL OBSERVATORIO, que tiene 28 m de altura, donde se sitúa una cúpula de 3 m de diámetro. En su interior se encuentra un telescopio refractor Coudé de la casa Carl Zeiss Jena, de 150 mm de abertura y una distancia focal de 2.25 m. Aunque Madrid no es el sitio más idóneo para la observación astronómica debido a la gran cantidad de luces y contaminación, desde el observatorio se llevan a cabo observaciones de alta calidad.



miércoles, 20 de mayo de 2015

Sin leer ni escribir hasta los seis

"Creo que he perdido la primavera", grita Sara, de cinco años. Está en clase, en el colegio público Teresa de Calcuta de San Sebastián de los Reyes (Madrid). Mientras revuelve en una caja, tiene frente a sí tres fotografías de un mismo paisaje: una tomada en verano, otra en otoño y otra en invierno. Efectivamente, falta la primavera, así que Sara no estaba haciendo ninguna metáfora, pero su inocente comentario enmarca perfectamente el núcleo de este artículo. A saber: se han adelantado demasiado los objetivos y los contenidos escolares para niños muy pequeños, con lo que el segundo ciclo de la educación infantil se co nvierte en una especie de miniprimaria para unos niños que deberían estar aprendiendo, tal vez, cosas parecidas a las que les enseñan, pero desde luego de otra manera.
Hay una presión social para adelantar aprendizajes, dicen los especialistas
Lo importante es fomentar las ganas de aprender, asegura un experto
En Finlandia se centran en el desarrollo general hasta los cinco años
La enseñanza debe ser lúdica y tener en cuenta intereses y desarrollo del niño
Básicamente esto es lo que dice una de las conclusiones de un reciente estudio dirigido por el profesor de la Universidad de Cambridge Robin Alexander, el mayor repaso hecho a la enseñanza primaria británica en 40 años. Los expertos aseguran que cuatro y cinco años es muy temprano para empezar a recibir una educación formal, estructurada en materias, y reclaman una enseñanza que les ayude a construir sus destrezas sociales, su lenguaje y su confianza a través de juegos, o simplemente hablando con los niños. Todo ello, en lugar de primar el aprendizaje de la lectoescritura y los números, como se ven obligados a hacer muchos docentes, presionados por la necesidad de elevar el nivel educativo, dice el informe.
Es cierto que el sistema español y el británico son distintos: ellos empiezan la escolarización obligatoria a los cinco años, en lugar de a los seis, con una especie de preprimaria, y en España el segundo ciclo de la educación infantil (tres, cuatro y cinco años) aún tiene mucho de juego en su metodología. Pero a los expertos no les cuesta nada trasladar las ideas del estudio británico al caso español, ya que aseguran que también existe esa presión por engordar los contenidos en una educación infantil muy parecida a la primaria, con una cierta división asimismo por áreas o materias y algún que otro cambio de profesor al lo largo del día.
Están de acuerdo con esta idea la profesora de Sara, Pilar Vara, y su compañera Marisa Cervigón. Son las docentes del último curso de infantil del colegio Teresa de Calcuta y entre las dos suman 40 años de experiencia docente en esta etapa.
¿Quién no está de acuerdo? Para empezar, parece que quienes hacen las normativas, que introducen cada más contenidos (más lectoescritura, más inglés, más tecnología). Y para continuar, la sociedad en general, y los padres en particular. "Hay mucha fijación con el aprendizaje de la lectoescritura", dice Cervigón. "Quieren que les enseñemos a leer antes de tiempo. Van a querer que empiecen a andar a los seis meses", ironiza Vara, y añade después: "¿Cómo van a aprender a hablar si no hablan, se pasan el día rellenando fichas?".
Los expertos se quejan sistemáticamente de esa presión social para mejorar el nivel educativo adelantando contenidos, como ya señalaba el estudio de Cambridge. Pero ese afán puede llegar a convertirse en algo contraproducente. "Puede socavar la confianza de los niños y se corre el riesgo de dañar a largo plazo su aprendizaje", dice el informe. Y pone el ejemplo de Finlandia, que siempre está en los primeros puestos del Informe Pisa de la OCDE, que mide las destrezas lectoras matemáticas y científicas de los chicos de 15 años. En el país nórdico, se centran en la educación social, física y ética hasta los cinco años, y a los seis dedican un año a la transición al colegio reglado de toda la vida.
Pero eso requiere un fuerte respaldo social. Y en España, por el contrario, "hay una presión terrible y enorme para adelantar la escuela en el sentido de las materias, de leer y escribir, pero adelantar el aprendizaje formal, lejos de reforzar su voluntad de aprendizaje, lo que hace es que se aburran sobremanera", dice la presidenta de la asociación de maestros Rosa Sensat, Irene Balaguer. La portavoz de directores de escuelas infantiles de la Comunidad de Madrid, Carmen Ferrera, con más de tres décadas de experiencia, es todavía más tajante: "Mi opinión es que la lectoescritura no debe empezar antes de los seis años. Todos los aprendizajes que se fuercen van a estorbar en el futuro".
Incluso la idea, respaldada por muchas investigaciones, de que la escolarización temprana puede evitar el fracaso escolar se puede ir al garete si se les mete a los niños mucha presión, asegura el catedrático de la Universidad de Sevilla Jesús Palacios. Para niños de entornos más favorecidos socioeconómica y culturalmente no es crucial una escolarización temprana, pero sí para otros de ambientes más desfavorecidos, asegura el profesor: "Y es precisamente a estos niños a los que más les puede perjudicar una escolarización excesiva".
Palacios se queja de que las clases de infantil están, en general, muy basadas en las fichas, ésas de las que hablaba Pilar Vara. Las fichas son el equivalente infantil del libro de texto, explica. Por ejemplo, los niños identifican las partes de un árbol, las rellenan con distintos colores, reproducen las letras... "Hay una paradoja en infantil: los chavales están sentados en grupos, más o menos en círculos, pero raramente trabajan en grupo, sino que, colocados así, hacen un trabajo estrictamente individual", añade Palacios.
Por supuesto, la cuestión tiene unas raíces que vienen de lejos. "Tenemos un problema que el sistema británico no tiene: que la educación infantil fue creada como una extensión hacia abajo de la primaria, aquí no existía el kindergarten, como en Alemania, ni la maternal, como en Francia, sino que simplemente, en un momento dado se empezaba la primaria. Así, el sistema ha ido creciendo de arriba abajo", dice el catedrático.
Palacios, como Balaguer, Ferrera, Vara y Cervigón, todos explican que la diversidad de los alumnos, tanto en su desarrollo como en sus intereses, es tan distinta que parece una tontería intentar enseñar a todos a escribir o los números. "Hay niños que sienten mucha curiosidad y escriben su nombre. O los que descubren que en la calle o en los cuentos hay letras. Estos arrancan de una manera espontánea. Pero hay niños que tienen otros intereses", dice Balaguer
"Hay que ir a cosas mucho más lúdicas, con una metodología que les ayude a un desarrollo global", continúa Ferrera. Pero eso, ¿cómo se hace? La docente pone un ejemplo: arrancar la clase con una asamblea: "Los niños en círculos empiezan a hablar con el profesor sobre las cosas que les preocupan, que les interesan, sobre lo que han hecho... Si resulta que es un día nublado, la maestra tiene que tener la habilidad para proponerles juegos, dramatizaciones, o simplemente hablar sobre el tiempo y las nubes".
"Es verdad que la educación infantil tiene que ser más flexible, menos regulada que la primaria y la secundaria, no debe existir sobre todo la presión, que es fruto de una presión social. Pero también es verdad que hay escuelas y profesores que ya lo hacen así", asegura el pedagogo y director de Cuadernos de Pedagogía, Jaume Carbonell. Probablemente el colegio Teresa de Calcuta es un ejemplo. Al menos, Pilar Vara y Marisa Cervigón insisten en ello. "Nosotras tratamos de ser muy flexibles, por ejemplo, evitamos todo lo que podemos los textos", dice la segunda.
La tarde para ellas ha sido más o menos tranquila. Bueno, todo lo tranquila que puede ser alrededor de un montón de chavales de cinco años. A las tres entraron todos en fila -"Vamos, todos, el tren", colocó Pilar-, hasta llegar a la clase, decorada con un montón de murales, de dibujos, un gran tótem de papel, más alto que todos los niños, junto a la ventana. El paisaje continúa con una pizarra de toda la vida junto a un reproductor de música y un ordenador.
En el otro extremo del ventanal, hay una mesa con un bonsái y unos trozos de patata que, puestos en agua, empiezan a germinar. Allí se sentarán algunos niños, lupas en mano, a investigar. Otros, en un grupo de mesas (como explicaba Palacios, hay tres bloques de varias mesas unidas) harán formas con la plastilina; otros pocos decorarán con series una espiral dibujada en un papel que luego recortarán dejando el resultado como una serpentina; "Yo hago sol-corazón, sol-corazón", dice una alumna con entusiasmo. "Yo una muy difícil: cuadrado, triángulo, círculo", añade otro, orgulloso. Los últimos se dedican a coger una tarjeta con una palabra escrita y a descubrir, dando palmas, cuántos sonidos-sílabas tiene cada una. Durante aproximadamente una hora harán por turnos todas las actividades.
Aunque alguno parece aburrirse un poco, otros se ríen con entusiasmo, y hay una discusión, en general parecen pasarlo bien, si bien da la impresión de que a alguno de ellos se le estuvieran acabando las pilas. "Pasan aquí muchas horas. Los hay que llegan a las 7.30 a desayunar y se van a las 18.00", dice Pilar. Y, aunque intentan efectivamente hacer las cosas de otra manera, se quejan de esa falta de flexibilidad, por ejemplo, que se tenga que romper la clase por narices para ir a inglés.
Hay muchos niveles de flexibilidad, y la normativa y la organización de los centros lo permiten hasta cierto punto, y aunque existen esos profesionales que intentan hacer las cosas de otra manera, se trata de un porcentaje que no es "representativo de la mayoría y, en cualquier caso, la sociedad no lo aplaude", asegura José Antonio Fernández Bravo, experto en didáctica de las matemáticas y autor de varios trabajos sobre los contenidos en la educación infantil. Fernández insiste en la presión social que imprimen los padres: "Estamos obsesionados con subir el nivel y nos creemos que eso consiste en adelantar contenidos, pero no lo es. Está demostrado, incluso neurológicamente, que a esa edad lo más importante es fomentar el querer aprender".
En educación hay muchas pescadillas que se muerden la cola y ésta podría ser una de ellas. Entre informes Pisa que causan estupor y enfado general porque la educación española no da los resultados que a todos les gustarían, los profesores de primaria se quejan de que los niños llegan de la infantil sin saber lo suficiente; los de secundaria se quejan de lo mismo con respecto a la primaria y los de universidad, ídem de ídem. Pero, entre quejas entrecruzadas y manoseadas, ¿y si resulta que el problema de raíz es que nos estamos saltando pasos? ¿Y si resulta que a Sara se le ha perdido la primavera de verdad?
 (EL PAÍS).

lunes, 18 de mayo de 2015

Augusto Cury: “El sistema educativo está enfermo y crea alumnos enfermos”

El psiquiatra asegura en su nuevo libro ‘Hijos brillantes, alumnos fascinantes’ que es necesario enseñar a los jóvenes a proteger sus emociones.
Poner música ambiente en las aulas para desacelerar el pensamiento de los alumnos o enseñar a los profesores a expresar en clase los rostros del conocimiento, como sus propios desafíos o angustias, son algunos de los métodos que pregonaAugusto Cury en su nuevo libro Hijos brillantes, alumnos fascinantes. Según el médico psiquiatra, la juventud se ha encerrado en sí misma, ha perdido la ilusión y la capacidad de discusión, en algo que califica como “una profunda crisis de la sociedad de la información, que no forma pensadores, sino repetidores de ideas”. Cury cree que el maestro es uno de los profesionales más importantes en el mundo actual, aunque dispara con bala hacia un sistema educativo que “no enseña a actuar ante el fracaso y que no protege las emociones de los más jóvenes”. Según el psiquiatra no basta con utilizar técnicas pedagógicas, sino que es necesario estimular algunas funciones de la inteligencia para desarrollar la inventiva y la capacidad de pensar antes de razonar y de proteger la emoción. Su diagnóstico no puede ser más fatalista, una sociedad que sufre estrés y ansiedad crónicos, que genera alumnos e hijos en continuo conflicto, con sus padres y profesores. Los cambios que propone pueden parecer revolucionarios, pero no son ni complejos, ni profundos. Según él, con 10 minutos a la semana, bastaría.
-Señor Cury, ¿usted se considera un vendedor de sueños?
-Sí, porque la vida sin sueños es como una mañana sin rocíos, un jardín sin flores o una mente sin construcción de ideas. Todo ser humano deber ser un vendedor de sueños. Los sueños no son deseos, son proyectos de vida que debemos controlar y que nos permiten abrir la ventana de la mente para que seamos autores de nuestra propia historia.
-Suena bien. De todas formas su libro no tiene un fondo tan optimista. En la deserción inicial nos viene a decir algo así como que los jóvenes de hoy en día lo quieren todo rápido y fácil, y no luchan por sus ideales. ¿Dónde está la luz del final del túnel?
Pienso que hemos querido proteger a nuestros hijos con una vida fácil, rápida, dándoles todo al momento y privándolos de la capacidad de cuestionar, de no conformarse con el sistema. Los jóvenes de hoy no se contraponen al sistema porque han sido contaminados con el veneno del consumismo. Son consumidores de productos de servicios, no consumidores de ideas. Tenemos que estimular las funciones básicas de su inteligencia en un doble ámbito: el teatro de nuestra casa y en el teatro de las aulas. Así lograremos rescatar el placer por vivir, la conciencia crítica, el pensamiento imaginativo y estos jóvenes se tornarán pensadores y no repetidores de ideas.
-¿En qué momento educativo nos perdimos? Hemos pasado de la disciplina a la sobreprotección en pocas generaciones….-En muchos puntos importantes. Es una sociedad que lo quiere todo rápido y pronto, es un fast food intelectual y emocional. En segundo lugar hay un exceso de información en la sociedad moderna, especialmente provinente de televisión y de internet. Esa información es registrada en el córtex cerebral estimulando la virtud de la memoria y la construcción del pensamiento a una velocidad nunca antes vista. Esto ha provocado una ansiedad colectiva y consecuentemente, una insatisfacción continua hacia la industria del entretenimiento. Otro punto importante es la manera cómo los profesores transmiten las informaciones en las aulas. No estimulan el arte de la duda, solo transmiten las informaciones sin expresar el rostro del conocimiento. De esta forma los alumnos se convierten en una platea de espectadores pasivos, tanto los niños, como los adolescentes o los universitarios.
-Interpreto que el problema no es del profesor en sí, sino del sistema educativo actual.-Sí. Los profesores son los profesionales más importantes de la sociedad, pero el sistema educativo está enfermo y produce persones enfermas que no desarrollan las funciones más importantes de la inteligencia.
-Los profesores le dirán que cada vez tienen más alumnos, las aulas están saturadas, deben hacer más horas, el calendario escolar no para de crecer ¿Qué pasaría hoy en día si un profesor acude a su director para pedirle poner música clásica de fondo o redistribuir sus alumnos en semicírculo y no en filas como sucede en su libro?
-Ahí hay un problema muy serio, tienes razón. Los profesores participan de un sistema de arriba para abajo que les controla. Tiene que seguir todo un sistema engrasado. Está claro que debería haber un número menor de alumnos por aula, y un currículum escolar más flexible para individualizar a los alumnos.
-Sí, pero el profesor no sólo no ha ganado esa libertad que usted pide sino que ha perdido autoridad, muchas veces por parte de las familias de los propios alumnos. ¿Cómo se puede luchar contra eso?
-Hay una crisis generalizada en todos los sistemas, y es cierto que ellos están perdiendo autoridad. Para ello no sirve de nada hacer una ley, es como hacer una ley para que los jóvenes no tomen drogas. Los profesores deberían ser entrenados para encantar a los alumnos, para poder teatralizar las clases y utilizar una tonalidad de voz que no sea monótona. Eso significa gastar entre 5 o 10 minutos por semana para hacer una pausa. No dar clases de física o de matemáticas, sino contar algún periodo de su vida para estimular los registros privilegiados en el inconsciente de los alumnos.
-¿Qué propone?
-Que hablen de los días más difíciles de su vida, los momentos de crisis como pérdidas personales o frustraciones. Es fundamental.Todos los profesores que de alguna forma nos marcaron son personas que transmitieron sensibilidad y fueron humanizados. Si gastan este tiempo hablando de sus historias podrán ayudar a los alumnos a entender que la vida es como una pieza teatral existencial, hay risas y llantos, lágrimas y aplausos, fracasos y éxitos….
-Nos han entrenado para el aplauso, no para el llanto ni para el fracaso. El resultado es de sobras conocido por su colectivo, se están llenando las consultas de los psiquiatras con ansiedades y frustraciones. Para mal de la sociedad. Está claro.
-Efectivamente, porque como bien dices no nos han entrenado para el fracaso. Nosotros estamos cada vez más alertados. El 20% de los adolescentes están desarrollando depresión, y eso en el pasado era algo muy raro. Hoy es cada vez más común y se manifiesta con agresividad o insociabilidad. Los padres y los profesores no consiguen en muchos casos percibir los síntomas y eso se agrava. La sociedad moderna vive una situación de estrés y de insatisfacción crónica. Somos máquinas de trabajar y de estudiar, y no seres humanos que desarrollamos el arte de la observación, la interiorización, el trabajo de los fracasos y frustraciones….
-En su libro, el profesor Romanov lloran antes sus alumnos. Los alumnos lloran ante sus padres, y los padres delante de sus hijos. Eso en la sociedad actual se da más bien poco….
-Eso es otro problema serio, vivimos en una sociedad donde maquillamos nuestros comportamientos, tenemos que ser superhéroes, personas que no pueden cometer errores o fracasar. Esta sociedad moderna está pasando por una crisis sin precedentes, y la primera cosa que debemos lograr es aceptar nuestras propias dificultades, reconocer nuestras miserias, para poder rescribir nuestra historia y superar nuestras crisis. No hacerlo, lleva a los jóvenes a esconder sus conflictos, y muchos son los que canalizan estos conflictos para tomar drogas o alcohol y desarrollar enfermedades psicosomáticas como depresiones o ideas de suicidio. El suicidio está aumentando en todo el mundo, 450.000 personas se suicidan al año en todo el mundo. Es muy grave.
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-Y eso genera también frustración en los padres.
-Sí, es evidente. Además, la superprotección de los hijos no genera capacidad creativa o capacidad de enfrentamiento con el dolor o dificultades imprevisibles. Por eso nosotros estamos recomendando cambiar y hacer una cirugía en las relaciones entre padres e hijos, profesores y alumnos. Los educadores deben hablar sobre sus lágrimas para que los adolescentes aprendan a llorar las suyas. También deben hablar sobre sus fracasos para conquistar a los adolescentes.
-¿Somos la generación que menos conocemos a nuestros padres?
-Sí, es verdad, parece una paradoja pero es así. Somos la generación que más conversa sobre cosas exteriores pero no sobre las áreas más íntimas de nuestra personalidad. Los padres gritan para que sus hijos les respeten. Para que haya respeto tiene que haber liberación, y para que haya liberación tiene que haber conocimiento. Como no hay ninguna de las dos cosas los padres gritan para ser un poquito escuchados.
-¿Qué impulsa un niño a pegar a sus padres?
-El exceso de información produce lo que yo llamo síndrome del pensamiento acelerado. Este síndrome roba energía del córtex cerebral y causa algunas consecuencias que han sido la base de la violencia en todo el mundo. Por ejemplo, la irritabilidad, la insatisfacción crónica, la fluctuación emocional, dificultad para colocarse en el lugar de los demás, dificultad para proteger las emociones. Este cuadro lleva a los jóvenes a estar a un estado de ansiedad extrema que choca con sus padres. Son síntomas de una sociedad enferma.
-¿Que más tiene que pasar, y sin entrar en dramatizaciones, para que nos demos cuenta de que si no cambia la calidad del sistema educativo actual, se seguirán llenando las consultas médicas?
-Pienso que una de las cosas más importantes es que aprendamos a estimular a los jóvenes a proteger la emoción. Hay que entrenarlos para que disminuyan las expectativas puestas en los demás, cuanto más retorno esperamos, más frustraciones tenemos. Las personas próximas son las que más nos decepcionan, y más daños pueden causarnos.Hay que aprender que detrás de una persona que hiere, hay una persona herida. Nunca hay que exigirnos más a nosotros mismos, las peores personas son las que se convierten en verdugos de si mismas. También hay que aprender a contemplar lo bello y a hacer de las pequeñas cosas un espectáculo para nuestros ojos. La emoción es la más democrática de todas las funciones psíquicas.
Fuente: La Vanguardia

viernes, 15 de mayo de 2015

El movimiento corporal ayuda a desarrollar nuestra capacidad expresiva.

El movimiento corporal y las dinámicas de grupo mueven nuestros ritmos internos, despiertan sentidos y emociones, y hacen accesibles nuestras ideas y deseos. Ambas actividades constituyen una buena metodología para facilitar  la expresión oral y escrita en el aula.

El lenguaje y las palabras son elementos imprescindibles en la comunicación del ser humano, y en el aula son vitales. El discurso narrativo que utilizamos para transmitir conocimientos o para estimular la creatividad expresiva de nuestros alumnos/as está lleno de conceptos y significados, muchas veces abstractos o interpretativos.
Para que nuestros alumnos puedan entender realmente lo que contamos, en lugar de aprendérselo  de memoria, necesitamos que vivan y sientan cada una de las palabras que queremos comunicarles. Palabras recurrentes en el aula, como “apoyo”, “colaboración”, “confianza” sabemos qué significan en un plano teórico pero… ¿Sabemos cómo nos hacen sentir? ¿Qué sentido, más allá de su definición, damos a estas palabras?  ¿Y nuestros alumnos? ¿Qué sentido tienen para ellos?... Si  no podemos contestar a estas preguntas significa que estamos solo en nuestra mente, en el hemisferio izquierdo de nuestro cerebro, pero que nuestras palabras no son vividas ni sentidas.
Al activarnos físicamente, favorecemos la  alineación de mente, cuerpo y emoción provocando el fluir en la expresión y en la creatividad.
Por tanto, necesitamos una buena conexión con nosotros mismos y claridad en lo que queremos expresar para poder comunicarlo de una manera más potente y efectivaY esto se puede lograr a través del movimiento corporal y las dinámicas de grupo, que nos ayudan a alinear nuestro cuerpo, mente y espíritu para así poder expresarnos mejor.
La degradación del acto comunicativo también es un obstáculo que nos conduce a poner en cuestión si la expresión oral o escrita funciona: ¿Qué quiero decir cuando digo…? ¿Era eso lo que pensaba realmente? ¿Qué habrán entendido mis alumnos? Y ellos, ¿habrán expresado lo que querían expresar? ¿Les habré entendido? ¿Tenemos consciencia de cómo está nuestro cuerpo cuando queremos comunicar? ¿Realmente estamos en contacto con él? ¿Estamos…en él? ¿Cómo inspiramos a nuestros alumnos a crear?
La vida es movimiento. Al activarnos físicamente, favorecemos la  alineación de mente, cuerpo y emoción provocando el fluir en la expresión y en la creatividad. Bajamos el volumen del pensamiento racional y de la preocupación por las buenas ideas, desarrollamos sinergias, y subimos el telón a la energía vital, a nuestros sentidos, nuestras emociones, las hacemos presentes y disponibles para… ¡Expresarnos y crear!
¿Era esto lo que quería decir?: ¡Por supuesto que sí!