jueves, 28 de enero de 2016

¿Cómo lograr una buena comunicación con nuestros hijos?.


Nuestros hijos son personas como cualquier otra, tienen complejos sentimientos e ideas que necesitan ser expresados, tratarlos como niños todo el tiempo y no prestarles la atención necesaria podría desencadenar en desconfianza y retraimiento a medida que estos van creciendo. Así que hoy queremos darte unas buenas pautas, para que conversar con tus hijos sea parte de tu rutina diaria y crees lazos de confianza y amor con ellos que duren para toda la vida.
Tips para comunicarte con niños pequeños
  • Aprovecha desde que son muy pequeñitos para hacerles preguntas sobre lo que han visto, jugado y disfrutado durante el día, como se sintieron y qué fue lo que más les gustó.
  • Responde a todas sus increíbles preguntas con una sonrisa e intenta formar una conversación más larga a partir de ellas.
  • Dedícales tiempo, si pasas más tiempo con ellos les estarás indicando inconscientemente que son una prioridad para ti, que les prestas atención y que pueden confiar en ti, la confianza y el tiempo que les dediques será mucho más importante que cualquier jugueteo capricho.
  • Utiliza los recursos a tú alrededor o las historias, para entrar en el mismo mundo fantástico que está él.
  • Que tu rutina todas las noches sea pasar por sus habitaciones preguntarles cómo les fue en su día y desearles buenas noches.
comunicación hijos
Tips para comunicarte con preadolescentes y adolescentes
  • El tiempo sigue siendo tan importante en este punto como antes, si saben que estás apurado por hacer otra cosa no te dirán absolutamente nada importante.
  • Sé un líder justo y firme pero no seas un dictador sin sentido del humor. La diversión es muy importante para su felicidad y desarrollo,
  • Cada hijo que tienes es diferente, y cada uno necesita tiempo y dedicación de tu parte, tampoco se trata de la banda de los mosqueteros, no puedes castigar a todos por el error de uno solo, ni recompensar a todos por igual cuando solo uno se esforzó.
  • Celebra sus logros con toda la familia, y reconoce cuando hacen algo bien, eso vale mucho más que gritarles, castigarlos o regañarlos cuando no hicieron algo bien.
  • Si están teniendo algún problema en la escuela, pídeles su versión de la historia antes de juzgar y castigar, pues es posible que hayan tenido muy buenas razones para comportarse como lo hicieron.
  • No seas demasiado permisivo, sabemos que te quieres ganar su confianza, pero eso no significa que dejes que tu hija de 14 años salga sola con un chico de 16, solo porque ella lo quiere con todo el corazón, a veces tenemos que imponer límites que a ellos no les gusta, y en esos casos deberás explicarles detenidamente por qué no les dejaste cumplir con sus caprichos.
  • Confía en la palabra de tus hijos hasta que los hechos digan lo contrario, es decir, escucha sus versiones de la historia y confía en ellos, pero si detectas que están mintiendo o luego traicionan tu confianza, debes tomar medidas en el asunto para que se arrepientan por haberte mentido. Ten en cuenta que los niños y adolescentes mienten por naturaleza casi todo el tiempo, sin embargo cuando lo hagan en un asunto delicado no se los podrás tolerar.
  • Muchos adolescentes disimulan muy bien sus problemas, pero ciertas señales te indicarán que puede estar ocurriendo algo que los está afectando, intenta averiguar si todo anda bien con ellos y explícales abiertamente que los notas afectados y que pueden confiar en ti para todo.
  • Otros adolescentes son gruñones por naturaleza pero eso no quiere decir que les pase algo, simplemente se sienten fuera de lugar en el mundo de los adolescentes y tampoco forman parte del mundo de los adultos así que están desesperados por crecer, con ellos no hace falta insistir para que te cuenten sus penurias, es mejor sacarlos del mismo ambiente que los oprime y llevarlos de paseo, de viaje o a divertirse donde ellos prefieran, eso mejorará un poco su humor.

miércoles, 27 de enero de 2016

Mi hija ya no me necesita.

Nos pasamos gran parte del día ocupándonos de nuestros hijos. Nos aseguramos de que tienen lo que necesitan y sino, intentamos buscar soluciones. Y todo, para que un buen día, nos digan: no quiero que me ayudes o prefiero hacerlo solo. Es normal que algunos padres sientan que algo se rompe al escuchar esto y eso les lleva a sentirse tristes o descolocados. Sin embargo, esos mismos padres se alegrarán al descubrir que hay etapas del desarrollo en las que son importantes un poco de desapego. Incluso se puede convertir en una de las maneras más eficaces de seguir construyendo unos lazos estrechos y una buena comunicación el resto de la vida. Recuerda que el trabajo de los padres consiste en criar niños independientes. Sigue

leyendo para saber cómo manejar estas transiciones de la mejor manera.
Infórmate primero. Si tu pequeño te está pidiendo más libertad, pregunta, infórmate y compara notas con otros padres con niños de la misma edad. ¿Qué están haciendo ellos? ¿Lo que te está pidiendo tu hijo está en sincronía con lo que necesita a esta edad?
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Poco a poco. No se trata de dejarles hacer lo que quieran, cuando quieran. Sobre todo si hablamos de niños más pequeños. Por eso, te recomendamos ir poco a poco. De esta manera podrás ver cómo se manejan con esta nueva independencia. A medida que ambos cojáis más confianza, podrás ir ampliando esa independencia.
Si no has tenido la oportunidad de leer nuestro articulo “¿A qué edad es buena para dejar a los niños solos en casa?”, ahora sería un buen momento. Descubrirás que en lugar de agobiarse, hay que ocuparse de ir preparando el terreno, para que cuando llegue el día, todo salga como la seda y sea una experiencia que ayude a tu hijo en su proceso de maduración y desarrollo personal.
Si más independencia significa más libertad con respecto a la tecnología, primero tienes que enterarte de lo básico de cómo funciona las búsquedas en internet, las redes sociales y los juegos online. Cuanto más sepas, más podrás compartir y evaluar si tus hijos están preparados para navegar solos por la red y si necesitan ser monitorizados. “Los niños e internet. ¿Existe una edad adecuada?” Accede a este enlace para descubrirlo.
Límites. Acuérdate de poner límites y elogiar su comportamiento cuando es responsable y cumple. Si sale en pandilla y le pides que te mande un mensaje cada dos horas o si le has pedido que espere a que llegues para crear cuentas en redes sociales, es importante que cumpla las normas. Solo así podrás ir dándole más libertades.
Buena comunicación. Cultivar una buena comunicación con los hijos es crucial. A tus hijos les dará seguridad saber que pueden contarte cosas o inclusive consultarte otras. Pero esto hay que ir fomentándolo desde pequeñitos. Si quieres saber qué 5 frases no debes decirle nunca a tu hijo, te animamos a leer este post.
En cualquier caso, intenta evitar las interrogaciones y aprende a cultivar su mente crítica. Una de las mejores maneras de hacerlo es dejar que prueben, investiguen y se equivoquen. No dejes de leer las 5 cosas peligrosas que deberías dejarles hacer.
Más libertad, más responsabilidad. Como te contamos en este artículo, ayudar con las tareas en casa hace que el niño se sienta responsable, una virtud que se adquiere con la experiencia. Le ayuda además a aprender nuevas cosas, a expresarse y a sentirse parte importante del equipo familiar.” No dudes en poner en práctica el reparto de tareas en casa. No solo se sentirán motivados sino que irán creando una relación más colaborativa contigo.

jueves, 21 de enero de 2016

8 puntos esenciales para criar a un niño feliz.

Lo que hace felices a los niños podría sorprenderte. Los expertos en desarrollo infantil que estudian el tema afirman que la felicidad no es algo que puedes darle a un niño como un regalo. Es algo que les puedes enseñar.
Edward Hallowell, psiquiatra y autor de The Childhood Roots of Adult Happiness (Las raíces infantiles de la felicidad adulta), dice que los niños demasiado mimados, ya sea porque reciben demasiados juguetes o porque se les resguarda de sentirse incómodos emocionalmente, son más propensos a ser adolescentes aburridos, cínicos e infelices.  “Los mejores indicadores de felicidad futura son internos, no externos”, asegura Hallowell, quien enfatiza la importancia de ayudar a los niños a desarrollar recursos internos que puedan utilizar a lo largo de sus vidas.
Afortunadamente, no tienes que ser una experta en psicología infantil para animar a tu hijo a encontrar la fuerza interior y la sabiduría que se requieren para superar los altibajos de la vida. Con paciencia y flexibilidad, cualquier padre de familia puede establecer las bases para una vida llena de felicidad.
Aprende a leer las emociones de tus hijos. Tu pequeño seguramente sabe muy bien cómo demostrarte cuándo algo lo hace feliz o lo entristece. Su carita se ilumina con una enorme sonrisa cuando llegas a casa o llora desconsoladamente cuando no encuentra su adorado osito de peluche. Pero, aun así, tal vez te preguntes si en general es feliz.
Las señales pueden ser obvias: un niño feliz sonríe, juega, muestra curiosidad, deja ver interés en otros niños y no necesita estimulación constante. Y al contrario, afirma Hallowell, las señales de un niño desdichado son igualmente claras: “Es retraído, callado, no come mucho, no se involucra espontáneamente con otros niños, no juega, no hace preguntas, no ríe ni sonríe y habla muy poco”.
Que un niño sea naturalmente tímido o introvertido, no ría ni interactúe mucho no significa que sea desdichado. La timidez no es lo mismo que la tristeza, pero tendrás que esforzarte más para descifrar sus señales. Hallowell indica que hay que estar alerta para ver si se dan cambios significativos en su conducta (por ejemplo, si se vuelve más aislado o temeroso) que pudieran sugerir algún problema que requiere atención.
Paul C. Holinger, profesor de psiquiatría del Centro Médico Rush-Presbyterian-St. Luke’s en Chicago ha identificado nueve “señales” innatas que los niños usan para comunicar sus sentimientos. También puedes reconocer estas señales en tu pequeño. Dos de las señales, “interés” y “placer” son sentimientos positivos, mientras que las señales negativas, sobre todo “angustia”, “enojo” y “miedo”, indican que el niño es desdichado.
La mayoría de los padres reconocen que un niño miedoso que se angustia fácilmente no es un niño feliz, pero Holinger comenta que muchos papás no reconocen que un niño enojado usualmente está expresando tristeza. Sin importar la edad, “el enojo es simplemente angustia excesiva”, dice Holinger. Cuando tu hijo golpea a su hermano o avienta sus juguetes, eso significa que está angustiado más allá de su nivel de tolerancia.
Probablemente, tu hijo tiene su propia forma de demostrarte que está pasando por un momento difícil. Algunos se retraen y otros hacen un berrinche o se vuelven demasiado apegados a la mamá o al papá. Al ir conociendo mejor el temperamento de tu hijo, captarás mejor las señales de que algo no anda bien en su mundo.
Diviértanse juntos. Aunque el entretenimiento constante y comer helado de postre puede ser el sueño de todos los niños, lo que realmente hace más feliz a tu pequeño es más sencillo: tú. Y esa es la primera clave para criar a un niño feliz, dice Hallowell. “Relaciónate con ellos, juega con ellos”, aconseja. “Si tú te estás divirtiendo con ellos, ellos se están divirtiendo. Si creas lo que llamo una ‘niñez conectada´, darás el mejor paso para garantizar que tu hijo será feliz”. 
El juego genera alegría, pero también es la forma en que tu hijo desarrolla habilidades esenciales para su futura felicidad. El juego no estructurado le permite descubrir lo que le gusta hacer — construir torres con bloques de madera, jugar al hospital con sus animalitos de peluche lo cual puede orientarlo hacia una carrera que le satisfará. 
Ayúdalos a perfeccionar sus talentos. La receta de Hallowell para crear felicidad de por vida incluye un aspecto sorprendente: las personas felices son a menudo aquellas que dominan una habilidad. Por ejemplo, cuando tu nene practica cómo lanzarte una pelota aprende de sus errores, aprende persistencia y disciplina, y luego experimenta la dicha de tener éxito debido a sus propios esfuerzos. 
También obtiene el beneficio de ganarse el reconocimiento de otros por su logro. Y lo que es más importante, descubre que tiene algo de control sobre su vida: si trata de hacer algo, tiene la satisfacción de darse cuenta de que, con persistencia, llegará a lograr lo que se propone. Los estudios muestran que este sentimiento de control que se experimenta a través de dominar algo es un factor importante que determina la felicidad adulta. Hallowell advierte que los niños, como los adultos, necesitan seguir sus propios intereses o no habrá dicha en sus logros. 
Cultiva hábitos sanos en tu hijo. Mucho sueño, ejercicio y una dieta saludable son importantes para el bienestar de todos, sobre todo de los niños. Los niños pequeños hacen ejercicio de manera innata. Darle a tu hijo tiempo de sobra para corretear afuera le ayudará con sus estados de ánimo. 
Y presta atención a su necesidad de tener orden en su vida: aunque algunos niños se adaptan fácilmente a distintos horarios y circunstancias, la mayoría de ellos disfrutan y son más felices con un horario establecido que les permite saber qué va a suceder.
Tal vez también es bueno que prestes atención a cualquier conexión entre el estado de ánimo de tu hijo y ciertos alimentos. Algunos padres encuentran que aunque el azúcar puede dar a su hijo energía momentánea, también puede ocasionar cambios bruscos de humor y conducta agresiva. Las alergias y la sensibilidad a ciertos alimentos también pueden jugar un papel importante en la conducta y el estado de ánimo de tu hijo.
Deja que trate de resolver sus problemas. Algunos padres creen que criar a un niño feliz tiene que ver con hacer que todos sus problemas se solucionen. Pero Carrie Masia-Warner, psicóloga infantil y subdirectora del Instituto de ansiedad y trastornos del estado de ánimo de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York, ve esto como un grave error que cometen muchos padres amorosos y bienintencionados.
“Los padres tratan de arreglar siempre las cosas para sus hijos, tratan de hacerlos felices todo el tiempo. Eso no es realista. No trates de arreglar las cosas siempre”, aconseja Masia-Warner. “Los niños necesitan aprender a tolerar algo de angustia, algo de desdicha. Deja que luchen, que resuelvan las cosas por sí mismos, porque eso les permite aprender a enfrentarse a los problemas”
Hallowell está de acuerdo en que permitir que los niños pasen por diversas experiencias, incluso difíciles o frustrantes, les ayuda a llenar la reserva de fuerza interior que conduce a la felicidad.
Ya sea que un niño tenga 7 meses de edad y esté tratando de gatear o 7 años y tenga dificultades con las sumas y restas, Hallowell indica a los padres que aprenderá a arreglárselas con la adversidad simplemente confrontándola una y otra vez hasta superarla con éxito.
Aprender a lidiar con las inevitables frustraciones de la vida es crítico para la felicidad de tu hijo en el futuro. Esto no significa que los niños no deban pedir ayuda si la necesitan, pero tu papel es ayudarlos a que encuentren una solución ellos mismos, no proporcionársela.
Si tu pequeño desarrolla un sentido de independencia y confianza, eso puede llevarlo a tener más autoestima y a ser más feliz. Una forma de ayudar a tu hijo a desarrollar estas cualidades es dejar que juegue solo durante 10 ó 15 minutos, varias veces al día.
Permítele estar triste o enojado. Cuando tu hijo se va a un rincón a hacer pucheros en una fiesta de cumpleaños, tu reacción natural podría ser empujarlo a unirse a la diversión, pero es importante permitirle que esté infeliz. A Hallowell le preocupa que “algunos padres se angustian cada vez que sus hijos sufren un poco de rechazo, no los invitan a una fiesta de cumpleaños o lloran porque no obtuvieron lo que querían”. 
Los niños necesitan saber que a veces es normal sentirse desdichados. Es, sencillamente, parte de la vida. Y si tratamos de rescatarlo de cualquier desdicha, podríamos estarle enviando el mensaje de que está mal sentirse triste. Necesitamos dejarlos experimentar sus sentimientos, incluyendo la tristeza. 
Puedes alentar a tu hijo a dar nombre a sus sentimientos y a expresarlos verbalmente. Incluso aunque no hable todavía, puedes mostrarle fotos de rostros y preguntarle cuál de esos sentimientos es igual al que él está sintiendo. Los niños pequeños comprenden muy rápidamente las palabras que tienen que ver con su estado emocional, como “contento” o “enojado”. Cuando pueden expresar con palabras sus emociones, adquieren una nueva capacidad de reconocer y regular sus sentimientos. 
Enséñale a compartir y a pensar en los demás. Conforme tu hijo pequeño va creciendo puedes irle enseñando la importancia y satisfacción que existe en ayudar a otros. Algunos estudios muestran que las personas que se interesan por su alrededor tienden a sentirse menos deprimidos. Los especialistas sugieren que fomentar la caridad y ayudar a los demás es una parte importante de la vida familiar y los niños pueden beneficiarse mucho de ello. Incluso ayudar en casa con pequeñas tareas hará que tu hijo aprenda el sentido de contribuir. 
Sé un modelo de conducta. Según Dora Wang, profesora agregada de psiquiatría en la Escuela de Medicina de la Universidad de Nuevo México y madre de Zoe, de 3 años de edad, los estudios muestran que puedes pasarles tu temperamento a tus hijos, no necesariamente a través de tus genes, sino a través de tu propio comportamiento y forma de criarlos. 
Para bien o para mal, los niños perciben el humor de sus padres. Incluso los bebés pequeños imitan el estilo emocional de sus papás, lo cual de hecho activa vías neurales específicas. En otras palabras, cuando sonríes, tu hijo sonríe y su cerebro se “prepara” para sonreír. Pero sé sincera porque tu hijo notará si estás actuando. Si disfrutas de las cosas pequeñas de la vida y expresas a menudo qué te hace sentirte agradecida, serás un modelo positivo de conducta para tu hijo. 
Eso no quiere decir que tengas que esconder tus emociones negativas. Puedes dejar que tu pequeño vea que estás triste porque rompiste tu florero favorito. Y si añades que eso significa que ahora podrás comprar uno más grande, le enseñarás a tu hijo que la tristeza es parte de la vida y al mismo tiempo le mostrarás que siempre se puede encontrar un resquicio de esperanza. 
Sin embargo, si te encuentras constantemente estresada o deprimida, es importante que busques ayuda. “Los padres de familia que tienden a estar deprimidos a menudo no son buenos para proporcionar disciplina y orden de manera constante, ni para alabar a sus hijos con constancia y divertirse con ellos. Todo esto puede contribuir a problemas emocionales”, dice Masia-Warner. 

Fuente: espanol.babycenter.com

lunes, 18 de enero de 2016

Consejos y recursos para educar a tus alumnos contra la violencia machista.


Consejos y recursos para educar a tus alumnos contra la violencia machista
Según datos de la ONU, un 35 % de mujeres en todo el mundo ha sufrido violencia física y/o sexual en el contexto de relaciones de pareja o violencia sexual fuera de relaciones de pareja. En el caso de España, los datos descubren que desde 2003 han muerto en nuestro país 789 mujeres víctimas de la violencia machista. La educación es una herramienta muy importante para evitar que esta lacra social continúe y, como docente, puedes contribuir a que tus alumnos entiendan este terrible problema, sean capaces de reconocer la violencia machista y actúen para borrarla de nuestra sociedad. Te damos cinco consejos y multitud de recursos para que trates este tema en clase.

CINCO CONSEJOS PARA CONCIENCIAR CONTRA LA VIOLENCIA MACHISTA.

  1. 1. Fomenta la igualdad en el aula. La educación en igualdad es muy importante para crear una sociedad respetuosa con las mujeres. Mantén un clima de consideración en clase, con participación equilibrada de alumnos y alumnas, huye de estereotipos y no toleres faltas de respeto o comentarios despectivos. Además, cuando prepares un tema para clase, recuerda incluir a mujeres que hayan destacado en ese ámbito, ya sea la ciencia, la literatura, el arte, el deporte o la historia. Dar presencia a figuras femeninas respetadas y autosuficientes proporciona modelos a seguir y sitúa a las mujeres al mismo nivel que los hombres. Puedes encontrar material muy interesante en:
    - Material didáctico para ESO y Bachillerato El feminismo atraviesa la historia 
    - Campaña de Solidaridad Don Bosco X la equidad de género, con materiales didácticos y recursos.

  2. 2. Entrena su pensamiento crítico. Analizad anuncios y mensajes en los medios en busca de imágenes machistas, que denigren a la mujer o fomenten estereotipos de sumisión. Es importante que tus alumnos y alumnas aprendan a juzgar y plantearse el bombardeo publicitario e informativo que les rodea, en vez de asumir los roles que les imponen. Estos enlaces pueden ayudarte:
    - Charla Killing us softly 4, de Jean Kilbourne, sobre la imagen de las mujeres en la publicidad
    ¿Bellas o bestias? Las mujeres en el cine de dibujos animados, unidad didáctica para analizar la imagen femenina en las películas infantiles
    - El rol de la mujer en la publicidad, de la década de 1940 hasta hoy y ejemplos actuales más sutiles que a veces pueden pasar desapercibidos

  3. 3. Muéveles a la reflexión. Es importante que tus alumnos sean conscientes del problema que supone la violencia machista en nuestra sociedad, que reaccionen ante él y se impliquen para solucionarlo. Los siguientes contenidos audiovisuales te ayudarán a plantear el problema desde diferentes ángulos:
    - Corto Majorité Opprimé, de Eléonore Pourriat
    - Cortometraje Cut, protagonizado por Keira Knightley
    120 dibujos contra la violencia sexista recopilados por El País
    Póster y tríptico de la campaña No te cortes del Ayuntamiento de Madrid

  4. 4. Realiza actividades de prevención. Para evitar futuros conflictos o problemas de violencia en la pareja y la familia es fundamental prevenir y concienciar a los alumnos en el día a día. Además, la Secundaria es el momento perfecto para comprender cómo es una relación sana y qué comportamientos no deben tolerarse en el ámbito de la pareja. Escucha a tus alumnos y atiende a cualquier conducta que pueda resultarte preocupante y pon en práctica actividades que trabajen la igualdad de género, las relaciones tóxicas o el maltrato, con el fin de que asimilen el mensaje y lo apliquen en su vida cotidiana. Algunas opciones para trabajar estos temas son:
    Proyecto Caminos de igualdad de OXFAM Intermón, integrado en la longeva iniciativa Conectando Mundos. La inscripción para centros que estén interesados en participar está abierta hasta el 14 de enero de 2016.
    No te líes con chicos malos, guía no sexista para chicas.
    Y tú, ¿te apuntas a romper con el machismo?, cuadernillo de actividades a partir de cómics.
    Actividades para el aula del blog X Igual, un programa educativo dirigido a centros de enseñanza Secundaria.

  5. 5. Recurre a la literatura y al cine. Puedes seleccionar libros o películas que traten el tema de la violencia física o psicológica contra las mujeres. Ya sean testimonios reales, relatos dramatizados o novelas, películas completas o fragmentos seleccionados, pueden ser una buena forma de acercar el tema a tus estudiantes de forma transparente, directa y reflexiva. Además, puedes combinarlos con comentarios de texto o actividades. En esta web tienes una selección de audiovisuales y lecturas recomendadas. También puedes buscar en la web Cine para estudiantes. Tras la película o el cortometraje podéis reflexionar o realizar actividades como ésta sobre Reviviendo a Ofelia o esta sobre Te doy mis ojos.