lunes, 28 de septiembre de 2015

La curiosidad o cómo mejorar la memoria o tener menos miedo.

La curiosidad o cómo mejorar la memoria o tener menos miedo.

Curiosidad02
¿Querrías que no se te olvidaran las cosas?, ¿te gustaría tener menos miedo? y ¿sentir más placer? Si tus respuestas son sí, sí y sí; tengo una buena propuesta: sé más curioso o curiosa.
Ranganath y unos colegas de la Universidad de California se hicieron una sencilla pregunta. ¿Qué nos puede ayudar a recordar las cosas? Como buenos científicos quisieron dar respuesta a través de un experimento. Reunieron a un grupo de 19 voluntarios y les pidieron que recordaran unas cien preguntas tipo trivial, pero sin la tensión de competir por los “quesitos”. Algunas preguntas iban desde recordar el origen del término dinosaurio hasta saber cuál era el Beatle que duró más tiempo en solitario. Mientras los participantes las memorizaban, iban indicando cuáles les generaban más curiosidad. Después vino la prueba de memoria y “casualmente”, aquellas por las que más interés mostraron fueron las que mejor recordaron, incluso con una diferencia de hasta 24 horas con aquellas que les habían dejado indiferentes. Por tanto, curiosidad = memoria. Pero aún hay más.
Los investigadores ni cortos ni perezosos vieron cómo funcionaba el cerebro de los participantes en cada una de las preguntas. Para ello, hicieron una resonancia magnética y ¡oh, sorpresa!, aquellas preguntas que despertaban la curiosidad de los voluntarios les activaban también el circuito de recompensa, aquel que reduce el miedo. Buen truco para quitar la sábana al fantasma del miedo: siente curiosidad qué hay detrás y dejará de impresionarte. Pero aún hubo otra conclusión: cuando los participantes se topaban con una pregunta por la que tuvieran interés, se despertaba la dopamina, el famoso neurotransmisor en nuestro cerebro descubierto hace medio siglo y responsable de las sensaciones placenteras. Así pues, curiosidad = quitarse el miedo = placer.
Todos nacemos curiosos. Está en nuestro ADN, podríamos decir. Lo que ocurre es que la educación o el aburrimiento nos van reduciendo nuestra capacidad innata. Sin embargo, parece que es un buen antídoto para el olvido y para el placer; y no es de extrañar que sea una de las cualidades más importantes de los genios, según Mihaly Csikszentmihalyi, profesor de la Universidad de Chicago. En 1998 publicó un libro llamado Creatividad, como resultado de entrevistar en profundidad a 91 genios, entre ellos, 14 premios Nobel. De dicho estudio obtuvo las cinco cualidades de la personalidad que les caracterizaban a todos ellos, más allá de sus habilidades intelectuales, y la primera fue la curiosidad y la determinación. Sentían auténtica pasión por lo que les gustaba, perdían la medida del tiempo y se mostraban completamente abiertos a nuevas preguntas y a nuevas reflexiones. No cabe duda de que la curiosidad es un buen gimnasio para mantener en forma nuestro cerebro (por cierto, si tienes interés por las otras cuatro cualidades que Csikszentmihalyi destacó de los genios te las enumero: eran autodidactas o casi; metódicos y autocríticos; les gustaba estar solos, podían ser aburridos o incluso, deprimirse; y no les atraía nada el dinero). Así parece que son los genios.
En definitiva, es hora de cambiar el refrán popular “la curiosidad mató al gato”. A partir de ahora, podríamos decir que lo hizo más listo, con más memoria, más placer y más longevo, como vimos hace un tiempo. Así que despertemos una habilidad que habita en todos, hagamos actividades distintas, no demos por supuesto las cosas y ampliemos el espectro de lo que nos pueda interesar. Explora otras culturas, escucha otros puntos de vista y pregúntate qué más puedes aprender hoy. Todo ello para entrenar la curiosidad y para inmunizarnos del miedo, del olvido y ganar un poquito más de placer al día. Un buen consejo para comenzar la semana.

jueves, 24 de septiembre de 2015

La curiosidad: herramienta de aprendizaje fundamental dentro y fuera del aula.

Qué duda cabe que a lo largo de cualquier día las personas aprendemos sin necesidad de tener un marco estrictamente formal, e incluso, sin tener una persona que tenga la misión de hacernos aprender. La experiencia e interacción con el entorno y la curiosidad son una receta ideal para ello. Por tanto, queda claro que los espacios formales de educación y formación no son los únicos de los que podemos nutrirnos.
 
Como bien es sabido, existen numerosas propuestas estrictamente educativas que no pertenecen a la dimensión formal y que, en su gran mayoría, no tienen ningún lazo con las instituciones clásicas a las que se les encarga la educación de la población, como colegios o universidades.
 
Y es que la intuición ya nos dice que espacios como las actividades de tiempo libre son generadoras de experiencias de aprendizaje muy potentes. Habitualmente las que tienen una estructura más programada y con un nivel de intencionalidad educativa más elevada se atribuyen a los niños y jóvenes, pero también existen para adultos.
 
La pedagogía del tiempo libre ha tenido un recorrido en las últimas décadas donde especialmente se ha reconocido su labor en paralelo a que se ha consolidado una programación y diseño de mucha calidad. En muchos casos estas propuestas tienen un relación muy directa con el aprendizaje especialmente colectivo y, es por ello, que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, UNESCO "reconoce y promueve la educación no formal como herramienta de empoderamiento y transformación social" tal y como explica Hoppers (2006) citado por Chacón-Ortiz (2015).
 
Este reconocimiento también viene acompañado por la profesionalización de algunos de los profesionales que piensan, diseñan, ejecutan y evalúan las acciones que se llevan a cabo en este entorno educativo. Es el caso, por ejemplo, de los profesionales de la Educación Social que son unos de los referentes en estas cuestiones.
 
La intuición de que estas propuestas generan cambios y aprendizaje en las personas ha pasado a materiales concretos que hacen tangibles los resultados. En este sentido, una de las preocupaciones actuales se centra en la evaluación de los proyectos. "El proceso de evaluación en educación no formal: Un camino para su construcción", en la revista Educare, es una de las últimas publicaciones al respecto que sitúa esta cuestión como esencial para el éxito. El autor Manuel Chacón-Ortiz pone sobre la mesa numerosas dimensiones a tener en cuenta al respecto y la importancia, como decíamos, de hacer tangible el proceso y recorrido que acaba haciendo una persona que participa de una iniciativa de educación no formal.
 
Desde la experiencia de la Universidad, qué duda cabe que en general existen diferencias entre las personas que acceden a ella y ha pasado por experiencias educativas de tiempo libre. Estas propuestas generan conflictos personales, con mayor o menor dificultad, de manera continua que requieren de una resolución. El proceso que ello conlleva prepara para situaciones futuras que la vida te depara en diferentes ámbitos.
 
Tener que planificar un fin de semana o una semana en la montaña genera un nivel de entrenamiento en la organización, en la previsión y en el trabajo en equipo pocas veces comparable con lo que pueda ofrecer una asignatura en la secundaria desde un modelo tradicional de aprendizaje.
 
Y si en la Universidad esa diferencia es detectable especialmente los primeros cursos, cuando el contexto es el laboral puede en algunos casos marcar la diferencia como futuro profesional.
 
En definitiva, la escuela lógicamente no es el único marco donde aprender. La motivación puede llevar a cabo momentos de aprendizaje maravillosos más allá de las paredes de los colegios que por otra parte, sin duda, ejercen el encargo educativo y de igualdad de oportunidades más importante.
 
Para acabar, solamente hace falta añadir que sobre todo lo que hemos hablado será fundamental las ganas de aprender. Así pues, la curiosidad puede llegar a provocarnos a nosotros mismos espacios continuos de aprendizaje incluso en solitario. El saber observar más allá de únicamente ver nos lleva a aprender. E incluso iría más allá animando a hacer el proceso de ver, mirar y además contemplar para gozar de los pequeños instantes y situaciones donde hay posibilidades de aprender solamente si se ejecuta esa curiosidad tantas veces citada en este artículo.
 
Hay numerosos autores que explican como una actividad tan simple y humana como el caminar puede ser una posibilidad de aprendizaje, un actividad absolutamente informal en la que no existe planificación. "Virtudes pedagógicas del Camino de Santiago" de Xavier Ücar, "Presencia de la pedagogía en el acto de caminar: homo viator, nomadismo y formación" de Jordi García Farrero o incluso el siempre brillante Francesc Torralba con su última publicación "Correr para pensar y sentir" son algunas propuestas de lectura obligades en este sentido.

lunes, 21 de septiembre de 2015

EDUCAR EN EL OPTIMISMO

El optimismo es una manera o tendencia de ver las cosas de un modo positivo o favorable. El optimismo implica más que una tendencia, se convierte en una actitud que determina nuestro modo de pensar y por tanto nuestro sentir, influyendo en nuestra conducta y contribuyendo a nuestro bienestar. Una forma de ser optimista tiene más ventajas y es una garantía para la felicidad y para el bienestar.

¿Podemos educar a los niños y niñas para el optimismo?

¿El optimismo es una tendencia innata o es una tendencia aprendida? Nadie nace optimista o pesimista, puede existir una predisposición genética, pero está es determinada por el aprendizaje que tiene lugar en la infancia.
Educar para el optimismo es posible y es necesario, ya que una actitud positiva será la clave para que nuestros pequeños se enfrenten a la adversidad y sean capaces de tolerar la frustración y seguir adelante en los malos momentos, así como no caer en pensamientos negativos sobre su persona.
 educar, educación, aprender

¿Por qué es importante educarles para el optimismo?

Educar para el optimismo es fundamental hoy en día. A menudo nos preocupamos por darles lo mejor y entramos en una carrera constante y continua donde los pequeños deberán ir superando retos de diverso índole. Pero a menudo, también nos olvidamos de dotarles de recursos necesarios para afrontar las dificultades, para sacar fuerzas que les permitan enfrentarse a la adversidad, para perseguir sus sueños y no rendirse ante las dificultades y la base de todo esto es una actitud optimista. En la vida no podemos protegerles de todo y tampoco podemos evitarles todos los problemas, es por ello que dotarles de una actitud que les permita enfrentarse a esto es algo que no podemos olvidar.

¿Qué conseguimos al educarles para el optimismo?
Son muchos los beneficios al educarles para el optimismo, veamos algunos:
  • Una actitud optimista favorece los pensamientos positivos.
  • Los pensamientos positivos y las creencias positivas aportan más posibilidades de acción.
  • Permiten la búsqueda y la solución de problemas.
  • Se alejan de una visión negativa sobre la propia persona.
  • El optimismo, por lo tanto contribuye a una sana autoestima.
  • El optimismo es clave para lograr las propias metas.
  • El optimismo permite desarrollar al máximo las capacidades.
  • Aporta la fuerza para enfrentarse a las adversidades.
  • Educar en el optimismo es la clave de su bienestar.

Consejos para educarles en el optimismo

  1. Emplea el sentido del humor, acompáñate de la risa, de las bromas y disfruta de tu labor.
  2. Aprende a identificar tus pensamientos y diferenciar los negativos de los positivos y enséñales a ellos como pueden hacerlo también.
  3. Cuestiónate los pensamientos negativos y cámbialos por positivos y muéstrales a ellos como hacerlo.
  4. Enséñales a valorar lo verdaderamente importante, en ocasiones nuestros pensamientos nos llevan a cosas sin importancia que nos preocupan en exceso.
  5. Ayúdate de la música como recurso para crear estados de ánimo positivos.
  6. No reprimas los sentimientos negativos, permite que lloren, que se enfaden y deja que saquen esas emociones, pero ayúdales a dejar pasar los pensamientos negativos. Recuerda que no es lo mismo pensamientos que emociones. Las emociones negativas son naturales y necesarias, tienen una función, pero los pensamientos negativos pueden ser destructivos.
  7. Enséñales técnicas de relajación, que les ayuden a gestionar sus pensamientos negativos.
  8. Sírvete de cuentos, lecturas, programas de TV, para explicarles a través de otros personajes la importancia del optimismo y los pensamientos positivos.
Celia Rodríguez Ruiz
Psicóloga y Pedagoga
@Celia_RodrigRu

lunes, 14 de septiembre de 2015

50 frases para decir a tus hijos.

Ocurre que además de “muy bien“ a veces no sabemos qué más decirle a nuestros hijos para expresarles nuestro apoyo y confianza en ellos. ¡y hay que hacerlo! Después de todo esas palabras les permiten comprender que los amamos, los entendemos y los aceptamos.

La psicóloga infantil y de familia Ekaterina Kes redactó una lista de frases que puedes usar para comunicarte con tu hijo. Comprende su esencia y dilas con tus propias palabras, esto es solo un bosquejo. Muy importante: No olvides decirle ”Te amo“. Esa es la principal.

Mostrarle tu confianza

  • “Confío en ti”.
  • ”Creo en ti“.
  • ”Respeto tu decisión“.
  • “No es tan fácil, pero sé que podrás lograrlo”
  • “Estás haciendo lo correcto“.
  • ”Entiendes bien lo que pasa”
  • “¿Cómo lo lograste?”
  • ”¡Enséñame cómo lo haces!“.
  • ”Lo haces mejor que antes, estás mejorando aún más“
  • “Me parece que lo haces bien”.

Reconocer el esfuerzo y/o el sufrimiento

  • ”Veo que trabajaste mucho para lograrlo“.
  • ”Veo que te esforzaste mucho, sigue así“.
  • “Te esforzaste y te salió muy bien”
  • “Me gusta como lo haces“
  • ”Me imagino cuánto tiempo tardaste en hacerlo, así se hace”
  • “¡Sé cuánto te esforzaste para lograrlo!”
  • “Has debido planearlo muy bien para que resultara algo tan bueno“
  • ”Tus esfuerzos se recompensaron con un buen resultado, te felicito“

Agradecer por el tiempo que han pasado juntos

  • “El tiempo que pasamos juntos es muy importante para mi”.
  • ”Ya estoy esperando a que juguemos mañana“
  • ”Eres alguien interesante”.
  • “Me gustó mucho jugar contigo”.
  • “Estoy feliz de tenerte cerca“.
  • ”Me siento muy bien a tu lado”.

Ayudar a valorar el resultado

  • “¿Y a tí qué te parece?”
  • ”Me imagino que debes sentirte muy bien“
  • ”¿Y qué es lo que más te gusta?“
  • “¿Qué opinas de eso?”
  • ”¿Te gusta cómo quedó?“
  • ”¿Que piensas, te salió mejor que la vez pasada?“
  • “¿Cómo te sientes respecto a eso?”

Agradecer por la ayuda o contribución

  • “Muchas gracias por haber....(cuando es algo positivo)“.
  • ”Gracias por lo que hiciste”.
  • “Gracias por tu ayuda”.
  • ”Gracias por entenderlo“.
  • ”Eso me ayuda mucho, te lo agradezco“.
  • “Eres un muy buen ayudante”
  • ”Gracias a tu ayuda tardé menos en acabar“.
  • ”Como me ayudaste ahora todo está limpio“.

Describir lo que ves

  • “¡Wow, qué limpia está tu habitación!”
  • “¡Que bien que la cama esté tendida!“
  • ”¡Qué colores tan vivos los que usas!”
  • “¡Veo que te has esforzado mucho!”
  • “¡Tu mismo lo hiciste, te felicito!“

Describir lo que sientes

  • ”Me gusta mucho hacer esto contigo!“.
  • “Me siento feliz de estar en casa”.
  • ”Creo que somos un equipo“.
  • ”Me gusta oirte decir eso”.
  • “Estoy feliz de tenerte”.
  • “Me siento muy bien cuando me ayudas”.
Fuente: ipsyholog

jueves, 10 de septiembre de 2015

“El colegio tiene que ser un lugar de encuentro, de juego, en el que socializarse y aprender”


Patricia Ramírez  es psicóloga, experta en psicología clínica, de la salud y deportiva. Ha trabajado con deportistas nacionales e internacionales y equipos de diversas disciplinas. También dedica parte de su vida profesional a la docencia y colabora de forma habitual en diversos medios de comunicación y en el programa de TVE Para todos la 2, donde aporta claves relacionadas con la psicología de la salud. Aprovechando el inicio del curso, en aulaPlaneta la entrevistamos para saber cómo deben los niños afrontar  la vuelta al colegio tras las vacaciones y qué beneficios psicológicos y académicos tiene para ellos la práctica del deporte durante el año escolar.

Desde el punto de vista psicológico, ¿qué supone para un niño la vuelta al colegio tras las vacaciones?
Patricia Ramírez: Dependerá de cómo lo planteemos los padres. Si les hacemos ver el lado positivo, lo verán con más ilusión que si nos dedicamos a verbalizar “qué horror, otra vez el trabajo”. El niño interpretará que la vuelta a las obligaciones y al cole es algo horrible. Debemos hablarles de la ilusión por ver a sus amigos, por aprender, por compartir sus vacaciones, etc. Además, la rutina nos da orden. Y es bueno volver a recuperarla.

¿Cómo puede la familia preparar el comienzo del nuevo curso para que la transición de las vacaciones a la rutina escolar sea lo más agradable posible?
Todo cambio necesita su tiempo. Se debe volver con tiempo suficiente para no agobiarnos con los uniformes, libros, etc. También hay que ajustar los horarios, porque pasar de acostarnos tarde a hacerlo temprano requiere una adaptación. Hay que empezar a levantarse un poco más temprano. También debemos pedirles a los hijos, sea cual sea la edad, que preparen sus cosas: mochilas, participen en forrar los libros, material escolar, etc. Y enfocar la vuelta como algo positivo. Pongámonos retos para este año: académicos, deportivos, en nuestras relaciones sociales…

En el caso de un niño que comienza el colegio por primera vez, o en el cambio de etapas, ¿hay que prestar especial atención a algún aspecto? ¿Cómo podemos hacerlo?
Hay que prestar atención a sus miedos, escucharles, saber qué les inquieta y responder a todas sus preguntas. Es aconsejable familiarizarse con el entorno del centro, acercarse los días previos, hablarles del colegio, de lo que se van a encontrar. Y siempre todo en términos positivos. También podemos leerles cuentos de niños que van al colegio, o crear nuestro propio cuento con la ayuda de los niños y de su fantasía; el cuento que a ellos les gustaría vivir. El colegio tiene que ser un lugar de encuentro, de juego, de diversión, en el que socializarse y aprender mucho. Y esa es la imagen que tenemos que darles.

Durante el curso, ¿cómo pueden contribuir los padres para que el niño mantenga el rendimiento a lo largo de los meses? ¿Qué hábitos deben trabajarse?
Dependiendo de la edad del niño, habrá que tener unos hábitos u otros. Lo que todos deben tener en común, tengan la edad que tengan o cursen el ciclo que cursen, es la rutina de ponerse con las tareas después del colegio. Si se les inculca desde pequeños a organizarse y tener esta rutina, cuando sean adolescentes les será mucho más fácil repetirla. Algunos consejos son:
  • Pon un horario fijo para sentarse con los deberes, lo ideal es justo después de merendar si los niños llegan del colegio sobre las 5 o después de haber descansado una hora después de comer.
  • Elige una habitación que favorezca el estudio, sin televisión, sin música y sin móvil.
  • Salvo para explicarles cuando son pequeñitos qué deben hacer, no te sientes a hacer los deberes con ellos. Deja que fomenten su autonomía y los hagan solos. Y que, cuando tengan dudas, se levanten y te consulten.
  • No permitas que se salten su rutina salvo por una causa muy justificada, como puede ser la consulta del médico. No vale la excusa de “hoy no tengo deberes” porque siempre hay algo que repasar de lo que se ha visto en el colegio.
  • Si tu hijo es de los que se distraen, estima la hora a la que debe de acabar los deberes y dile que a partir de esa hora no podrá seguir. Cuando les dejamos toda la tarde para resolver una tarea que tendría que estar en media hora, el cerebro se dispersa y se favorece la distracción.
  •  
Con el inicio del curso escolar llega también el momento de escoger actividades extraescolares. Como experta en psicología deportiva, ¿qué ventajas psicológicas destacaría en el deporte como extraescolar según la edad del niño?
Yo no puedo hablar desde el punto de vista del ejercicio físico porque no soy una profesional del deporte, pero como psicóloga sí puedo decir que el deporte educa en valores fundamentales para la vida: generosidad, humildad, disciplina, trabajo, esfuerzo, compañerismo, etc. Ocupar e ilusionar a nuestros hijos con el deporte también es una forma de distanciarlos de hábitos menos saludables. Un chaval que tiene que competir los sábados o los domingos con su equipo, seguro que no se quedará hasta las tantas de noche con los amigos.

¿Influye la práctica deportiva en un buen desempeño en el ámbito escolar?
Sí. Practicar ejercicio favorece la concentración y la atención, libera endorfinas, con lo que mejora el estado anímico, y ayuda a controlar estados emocionales como el estrés y la ansiedad. Nunca se debería castigar a los hijos sin hacer deporte, como tampoco los castigamos sin dormir o sin comer.

¿Qué diferencias supone optar por el deporte competitivo o por el recreativo? ¿Cómo elegir el mejor para el niño? ¿Debe escoger él?
Cuando los niños son pequeños, en Primaria, es ideal que prueben diferentes tipos de deportes. El niño al final termina decantándose por el deporte que se le da mejor. A los niños no les gusta hacer aquello que se les da mal. Normalmente el deporte que apasiona es aquel en el que se siente hábil, en el que le salen las cosas de forma fácil. Pasar a competir es algo que todos van a haciendo en sus liguillas, pero es algo que el niño debe elegir. Hay niños que no quieren ir a competiciones, y hay que respetarlo. El deporte es para disfrutar de él y practicar una actividad saludable. Los padres no deberían presionar con la competición.

lunes, 7 de septiembre de 2015

La educación influye en la economía.

La educación influye en la economía
Un aumento de 25 puntos en los resultados del Informe PISA se traducirían en un incremento del PIB del 3%. Así se recoge en el informe español de las pruebas PIRLS (Estudio Internacional de Progreso en Comprensión Lectora) y TIMSS (Estudio Internacional de Tendencias en Matemáticas y Ciencias), en el que José García Montalvo, catedrático de Economía de la Universidad Pompeu Fabra, cita la idea desarrollada por los economistas Hanushek y Woessmann. En 2010, ambos elaboraron un programa de investigación para obtener una medida que permitiera establecer una comparación entre países y llegaron a la anterior conclusión.
Un nivel de formación superior sería el origen de un mayor desarrollo económico de los países
En el informe se destaca la relación entre crecimiento económico y nivel educativo. En él, García Montalvo argumenta que en los países considerados desarrollados "los trabajadores tienen niveles de formación superiores a los países menos desarrollados" y que esa "causalidad" se recoge en otros estudios que muestran que "la educación es un antecedente del crecimiento". Para confirmar este extremo, asegura que no hay fijarse tanto en factores como el gasto por estudiante, sino enpruebas de conocimientos estandarizadas, como las que dan pie al estudio.
Con anterioridad, otros economistas ya señalaron que más de la mitad de la desigualdad educativa se corresponde con la propia desigualdad registrada en los países. En la misma línea, un total de ocho variables se descartan como significativas en el rendimiento escolar: la presencia del padre en la unidad familiar, el número de libros en casa, si se tiene ordenador, si la madre considera importante tener buenas notas en matemáticas, haber nacido en el país, la educación de la madre, la educación del padre y la edad.
No obstante, el informe destaca que todos estos datos no deben tomarse al pie de la letra, ya que en países como España se registra a la vez una sobrecualificación de los empleados, que el mercado laboral no siempre puede absorber y, por tanto, están desempleados u ocupan puestos de categoría inferior a los que correspondería a su formación.

Dos claves para mejorar la educación.

Parece que los países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) con mejor balance de cuentas son también quienes obtienes los mejores resultados en las evaluaciones externas de sus alumnos. Por ello se plantea introducir reformas conducentes a elevar las calificaciones. Las reformas, para el experto citado, se centrarían en dos aspectos: la atención en Educación Infantil y la mejora de la calidad del profesorado.

  • La mejora en la atención a los alumnos desde las primeras etapas educativas favorecería el rendimiento escolar durante toda la trayectoria académica. El Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE) estima que "la Educación Infantil es un elemento clave para combatir el abandono escolar temprano y disminuir el fracaso escolar". Por ello se hace hincapié en el hecho de que en nuestro país "el 99,4% de los niños de 4 y 5 años están integrados en el sistema educativo", un porcentaje por encima del recomendado por la Unión Europea, mientras que "también se encuentra entre las primeras posiciones" respecto a la calidad, si bien la ratio alumno/profesor es inferior a la media europea.
  • En cuanto al profesorado, se plantea elevar la nota media de acceso a la carrera de Magisterio y añadir prácticas reguladas, de manera que cuando los licenciados comiencen a ejercer tengan un mayor conocimiento de la profesión. La experiencia del profesorado influiría de manera positiva en el rendimiento académico de los estudiantes, por lo que se aboga por incidir en las prácticas durante el estudio de la carrera.

viernes, 4 de septiembre de 2015

Del verano al cole: cómo hacer una transición positiva

¿Se puede hacer una buena transición entre el verano con ese “dolce far miente” y la vuelta al cole y el trabajo? La respuesta es sí. Hay muchas maneras de organizarse bien y planificar la vuelta al cole para evitar el estrés y la nostalgia del verano. La clave reside en enfrentarse a ello con alegría y buen rollo. Sigue leyendo para descubrir cómo hacer que la transición al cole y al trabajo este año, sea la mejor.
Dejar los días de verano atrás y solo pensar en volver a la rutina del cole y el trabajo produce estrés. ¿Para qué negarlo? Pero en lugar de preocuparte, te aconsejamos ocuparte. ¿Cómo?Anticipándote a la ansiedad que puedan sentir tus hijos y a la tuya propia.
Claves para una Transición Positiva
¿Quieres que tus hijos vivan la transición  del verano al cole de manera positiva? No te pierdas estas claves, pensadas para que a tu lado, los peques se sientan con energía y entusiasmo al volver al cole.
Que sigan aprendiendo
Si tus hijos han tenido la gran suerte de poder disfrutar de campamentos de verano, talleres o auténticas vacaciones, mantén el ritmo integrando nuevos hobbies o las actividades que han ido aprendiendo estos meses. Por ejemplo, si han descubierto lo divertido que es cocinar, que lo sigan haciendo. Puedes organizar cenas, desayunos o comidas para la familia entera o invita a amigos para degustar los platos y asegúrate de mantener alto el espíritu colaborativo.
Recuerda
Ellos son los chefs y los adultos, sus ayudantes. Esto mismo se puede aplicar a cualquier actividad que hayan descubierto o aprendido este verano. Lo importante es que lo sigan haciendo, en casa. Dentro de un mes es probable que no puedan hacerlo con tanta asiduidad pero si a ellos les gusta, haz lo posible por motivarles a continuar.
Deberes divertidos
Antes de que en el cole les abrumen con deberes, asígnales tu unos divertidos. Así van “entrando en calor”. ¿Qué son los deberes divertidos? Un buen ejemplo es pedirles que o bien dibujen o saquen fotos de cosas que cambian de color, de los pájaros que ven, o de los distintos tipos de juegos que han visto en el parque. Cualquier actividad que requiere atención, concentración y comunicación, les afilará las habilidades para estudiar.
Sigue haciendo cosas juntos
Una de las cosas que más notan los peques al empezar un nuevo año escolar, es que ahora ya no estás tu. Al menos, no tanto como este verano. Por eso, te recomendamos seguir organizando actividades o juegos para hacer juntos al menos una tarde entre semana y los fines de semana. Y si pueden ser al aire libre, mejor. Así el cambio no será tan brusco.
Y recuerda, deja que participen a la hora de decidir qué plan vais a hacer. Si tienes más de un hijo, procura dedicarle un rato a solas y aprovecha para hablar de sus inquietudes, sus planes para el próximo año y despejar cualquier ansiedad o duda que tenga.
Volver a la rutina, poquito a poco
Una semana antes de empezar el cole, empieza a establecer horarios más o menos flexibles de acostarse, de comer, de bañarse…. Y procura hacerlo de manera que entiendan el por qué. Y no olvides de ir cambiando tus propios horarios.
Tal y como apuntamos en nuestro post “Cómo conseguir una gran vuelta al cole”ayuda a tus hijos a crear un calendario divertido, pintado por ellos, para hacer la cuenta atrás. Cada día podrán ir quitando una hoja y tachando los días que faltan para empezar el cole. Una vez que empiecen las clases, podréis personalizar un calendario anual y colocarlo para que esté a la vista de todos.
Para que otros niños más desfavorecidos puedan tener una mejor vuelta al cole, motiva a los tuyos a ayudarles a través del proyecto Becas comedor El funcionamiento es muy sencillo: las donaciones se utilizan para ayudar a niños y niñas en edad escolar residentes en España. Tus hijos podrán elegir la comunidad autónoma a la que desean destinar la ayuda (o dejar que lo designemos nosotros según las necesidades de los proyectos) y la cuantía de la misma.

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Consejos para iniciar el año escolar.

El comienzo de las clases marca grandes desafíos y cambios, no sólo para quienes comienzan una nueva etapa, como el jardín infantil, la escuela básica o la media, sino también para aquellos que volverán a la misma escuela que dejaron en diciembre, donde se encontrarán con nuevos profesores, nuevos compañeros, nuevas tareas y nuevas preocupaciones.

Todas las investigaciones y estudios internacionales muestran una relación positiva entre ciertas prácticas familiares y los resultados escolares, dejando en claro que cuando los padres muestran interés en la escuela, hacen preguntas y colaboran en las tareas, los niños aprenden más motivados y logran mejores resultados.

Estas breves sugerencias podrán ayudar a las familias a enfrentar el año escolar con mayor seguridad y mejores resultados:
Antes de empezar las clases. Al momento de prepararse para el inicio, lo más importante que pueden hacer los padres es ayudar a sus hijos a organizarse. No solamente comprándoles los útiles, sino poniendo juntos los nombres a las cosas, preparando la mochila y –lo más fundamental- adecuando el espacio para trabajar y hacer las tareas en la casa. Ayuda a tu hijo a pensar en una rutina de tareas para todo el año y a definir un horario diario en el cual estudiar o repasar lo aprendido.
Apoyar en las tareas. Los niños necesitan saber que sus padres consideran que las tareas escolares son importantes. Si saben que sus padres se interesan por sus deberes, se sentirán más motivados para cumplirlos y entregarlos a tiempo. Ayuda a tu hijo a asumir la responsabilidad de las tareas escolares.

Mantenerse informado. Conocer los objetivos y principales contenidos del año escolar que se inicia permite a las familias apoyar a los niños en su aprendizaje. Averigüa qué deberá aprender tu hijo durante este año y asegúrate de que estos objetivos se vayan cumpliendo. Realiza actividades en el hogar para reforzar los aprendizajes esperados.

Estimular sus esfuerzos. Alentar a los hijos por los esfuerzos que realizan durante el año y no concentrarse sólo en castigarlos por los malos resultados. Motivar y estimular, además de acompañar en los momentos en que las cosas parecen difíciles, valorando especialmente los esfuerzos, ayudará al niño a sentirse más seguro y por tanto a tener una mejor autoestima.

Mantenerse comunicado con la escuela. Es importante conocer a las personas que están involucradas en la educación de sus hijos, asistir a las reuniones convocadas por la escuela y mantenerse en contacto con el profesor jefe durante todo el año. La escuela ofrece múltiples espacios para que los padres colaboren en el aprendizaje de sus hijos. ¡Conócelos y participa!

Considérate un aliado del profesor. Tanto la familia como el profesor quieren que su hijo tenga éxito en su aprendizaje. Si los padres no valoran a los profesores, le están dando un señal a sus hijos de que es posible no respetar a su profesor y dejará de preocuparse por su aprendizaje. Si el niño presenta algún problema, aprovecha la entrevista con el profesor para plantear en conjunto metas reales para el aprendizaje de tu hijo.
La seguridad emocional y la estabilidad son las bases para la motivación de los niños y ayudan a que estén mejor predispuestos a aprender. Demuestra a tus hijos interés por lo que hacen en la escuela, pasa más tiempo con ellos, conversando y leyendo juntos. Tu interés, apoyo y amor son fundamentales para su aprendizaje.