jueves, 26 de septiembre de 2019

¿Qué va antes, el conocimiento o el aprendizaje? Ideas de Gregorio Luri y Quique Dacosta.





El filósofo, pedagogo español Gregorio Luri nos plantea la pregunta que titula este artículo:
¿Qué va antes: el conocimiento o el aprendizaje?
Cuando traslado esta pregunta entre mis conocidos, la inmensa mayoría (creo que todos a los que se lo he preguntado) contesta que el aprendizaje da origen al conocimiento.
Gregorio Luri nos demuestra lo contrario con este ejemplo y pensamiento: todos conocemos a personas que se saben la alineación de los equipos de fútbol de memoria. Saben la vida de los futbolistas, sus detalles. Y a medida que saben más de los equipos y jugadores, aprenden más fácilmente. No tuvieron que aprender concentrándose, estudiando. Y esta forma de aprendizaje ocurre con cualquier materia. Cuanto más sabemos de ella, más fácil resulta aprender.
El conocimiento va, por tanto, antes que el aprendizaje
Nuestra misión como educadores es proporcionar a nuestros hijos la oportunidad de entrar en contacto con el conocimiento para que – al igual que ocurre con el aficionado al fútbol – puedan observar qué contenidos les interesan y apasionan más. Así pues, nuestra misión es facilitarles ese contacto y hacerlo en las mejores condiciones posibles (con los mejores guías, profesores, recursos, con nuestra compañía).
Quique Dacosta es un cocinero extremeño de nacimiento y valenciano de adopción (dianense – de Denia- para ser exactos). Es el creador y propietario de un restaurante con su nombre que tiene tres estrellas Michelín, algo al alcance de poquísimos y que requiere un talento, una creatividad y un trabajo desbordante.
Quique es de una familia humilde. Sus padres se separaron y su madre fue a vivir a Denia. En una de sus visitas, cuando tenía 14 años, le dijo a su madre que quería ser Dj y ella le respondió que cuando viniera le buscaría un trabajo en una discoteca. Una vez que hubo llegado a Denia, su madre le aclaró que ese no era trabajo para un niño de su edad. Quique estaba acostumbrado a ayudar en casa y se puso a buscar trabajo. Y se puso a caminar por la carretera (literalmente). Paró en un restaurante pidiendo trabajo y tuvo la suerte (como él mismo dice) que ese día la persona que fregaba los cacharros no hubiera aparecido.
·         ¿Sabes hacer algo? – le preguntó la dueña del restaurante-.
·         No, solo correr – contestó Quique.
·         ¿Sabrías fregar?
·         Supongo que si me enseñáis, aprenderé.
Fue el momento en el que Quique entró en contacto con el mundo de la cocina (el conocimiento). La mezcla de su necesidad y pasión fueron los ingredientes iniciales para encontrar un rumbo profesional que su trabajo, valor, tenacidad, fuerza le llevaron al éxito.
Conclusión educativa: descúbreles sin prejuicios
Te propongo que lleves a tus hijos a que conecten con muchas y diferentes fuentes de conocimiento. Que descubran contigo la cocina, el teatro, el cine, la pintura, el trabajo de un médico, de un buceador, del economista, el taxista, cajero, filósofo. Deja que descubran contigo al lado y sin que tus prejuicios les hagan temer por expresar su opinión. Puedes descubrirles profesiones, lugares a través de la literatura, de los vídeos, viajando, tocando, practicando… Quizás descubras en su mirada y en sus gestos qué es lo que les puede hacer más felices, para qué tienen más habilidades, dónde se encuentran más a gusto.
Para ayudarle en su aprendizaje en las tareas escolares, quizás puedas facilitar su contacto con el conocimiento llevándole a sitios donde puedan explorar contigo lo que está estudiando. Nos viene bien, en definitiva, saber que su aprendizaje será más fluido en la medida que entra en contacto con el conocimiento, como nos propone Gregorio Luri.
No hay dos vidas iguales. Dejemos y ayudemos a nuestros hijos que se construyan la suya.

miércoles, 18 de septiembre de 2019

La importancia de conectar emocionalmente con nuestros hijos. De Ruth Alfonso Arias.



Educar, quizá sea una de las tareas más difíciles, sobre todo cuando te has dado cuenta de que el miedo no es la herramienta más adecuada

Dentro de nuestro papel como padres o madres nos vemos obligados a lidiar con muchas situaciones difíciles a lo largo del día. Digamos que estas forman parte del guion… tus hijos no quieren vestirse, hacer los deberes o dan malas contestaciones.

Educar, quizá sea una de las tareas más difíciles con las que nos encontramos en la vida, sobre todo cuando te has dado cuenta de que el miedo o el poder no son las herramientas más adecuadas ni efectivas a largo plazo. Y es que, aunque como padres queremos lo mejor para ellos, no siempre enfocamos las cosas o actuamos de la mejor manera. A menudo, vamos, tal y como plantea Daniel J.Siegel, “con el piloto automático puesto”, solucionando los conflictos en el hogar sin pararnos a pensar qué necesita realmente nuestro hijo, qué le ocurre, qué trata de decirnos o qué hay detrás del mal comportamiento.
Todos somos conscientes de que como adultos, no siempre reaccionamos igual ante determinadas situaciones y que en gran medida dependerá de nuestro estado de ánimo, de cómo nos encontremos en ese momento, o simplemente de que nos sintamos amenazados por el miedo a que la situación se nos vaya de las manos
Lo que ocurre en estos casos es que acudimos de manera sistemática a las mismas herramientas educativas para tratar de solucionar los conflictos con nuestros hijos: gritar, amenazar o castigar, herramientas que pueden detener su conducta en el momento pero a largo plazo pueden tener un efecto negativo generando sentimientos de baja autoestima, resentimiento o rebeldía.
Veamos algunos aspectos que deberíamos tener en cuenta sobre el mal comportamiento de los niños:
1. Falta de habilidades: Exigimos que los niños se comporten de una determinada manera cuando aún no disponen de la madurez necesaria. Su cerebro aún no está preparado para responder con equilibrio emocional como podría responder un adulto ante determinadas situaciones.
Gran parte del tiempo los niños se comportan en función de la edad en la que se encuentran. No podemos exigir a un niño de 2 años que este quieto todo el tiempo mientras hacemos la compra durante una hora porque aún no está preparado para ello.
Cuando los niños se portan mal en realidad nos están dando pistas sobre qué habilidades necesitan desarrollar.
2. En palabras de Dreikus “Un niño mal portado es un niño desalentado”. Detrás del mal comportamiento siempre hay una necesidad que debe ser atendida.
Los niños no se comportan mal a propósito ni para fastidiarnos. En Disciplina Positiva entendemos que “Muchas veces el problema o mal comportamiento no es más que la solución que ha encontrado el niño a un problema que nosotros no vemos”.
3. La falta de conexión emocional, un elemento clave.
Ante el mal comportamiento, los adultos solemos olvidar que los niños son solo niños, y en ocasiones tendemos a retirar nuestra atención o minimizar sus problemas cuando más lo necesitan.

¿Por qué es necesaria la conexión?:
Alfred Aldler decía que todos los seres humanos anhelamos formar parte del grupo, somos seres sociales que para encontrar nuestro propio significado necesitamos de los otros, necesitamos sentir pertenencia, reconocimiento y conexión.
La conexión es un vínculo de respeto mutuo.
  • Conectar con nuestros hijos es fundamental antes de resolver cualquier problema o conflicto: En realidad los niños cuando están alterados o equivocados es cuando más nos necesitan. Sentir que son escuchados y tenidos en cuenta hace que se sientan mejor y por tanto se comporten mejor.
  • Conectar con ellos les proporciona ayuda para calmarse, de esta manera, estarán más receptivos y aceptaran nuestra ayuda para tomar mejores decisiones.
  • La conexión con los hijos permite que las emociones no se intensifiquen demasiado. Comprender y actuar con empatía ante las emociones de los niños NO refuerza su mal comportamiento ni tampoco los malcría, malcriar no tiene nada que ver con la atención y el amor que le damos a nuestros hijos.
  • La conexión con el adulto les calma y les ayuda a identificar y recuperar el control sobre sus emociones.
  • Mejora la relación con nuestros hijos, aunque no sea fácil: “quiéreme cuando menos me lo merezca porque será cuando más lo necesite”.
  • No tiene nada que ver con la sobreprotección, no se trata de sacarlos de todos los apuros, ni tratar de evitar a toda costa las dificultades, se trata de ayudarles a superarlas y a construir la base de las habilidades que serán necesarias en su vida.
Para conectar con nuestros hijos debemos tener en cuenta varios aspectos: El contacto visual, debemos ponernos a la altura del niño. Cuidar la comunicación no verbal. El tono de voz, debe ser amable y por último el contacto físico. La mayoría de las veces no es necesario hablar… darle un abrazo o cogerle de la mano son herramientas muy poderosas tal y como apunta Daniel J. Siegel “procurar a los niños afecto físico cariñoso modifica literal y beneficiosamente su química cerebral. Cuando tu hijo se sienta alterado, tocarlo con cariño puede apaciguar la situación y ayudar a los dos a conectar, incluso en momentos de mucho estrés”.
“Los niños necesitan más abrazos y menos expectativas”



miércoles, 11 de septiembre de 2019

CÓMO ENSEÑAR A ESTUDIAR A TUS HIJOS

A menudo los malos resultados académicos no tienen tanto que ver con la capacidad intelectual del estudiante, como con su escasa concentración o su nulo manejo de las técnicas de estudio. Muchos padres observan con desesperación cómo su hijo puede pasarse horas delante del libro, para luego recibir malas notas en el examen. Este problema, sin embargo, tiene solución. No se trata de estudiar más, sino de estudiar mejor. Te mostramos cómo enseñar a estudiar a tus hijos en diez sencillos pasos.
PREVENIR EL FRACASO ESCOLAR
Cuando un alumno se sienta ante un libro, las técnicas con las que afrontará el estudio son tan importantes como descansar o comer bien. Sin un método adecuado, las horas de estudio resultan poco productivas y pueden conllevar malos resultados que en último término desmotiven al alumno. La desmotivación y la ausencia de unos hábitos de estudio adecuados son algunas de las causas del temido fracaso escolar.
Según datos recabados por la oficina europea de estadística Eurostat, el porcentaje de fracaso escolar en España asciende al 24,9 %. Es decir, casi una cuarta parte de los jóvenes de entre 15 y 24 años abandonan los estudios de una forma prematura. Las técnicas de estudio son una herramienta eficaz para luchar contra estas cifras. Estas se sustentan sobre cuatro pilares fundamentales:
  • • La planificación del estudio.
  • • La concentración y los elementos que la favorecen.
  • • La comprensión de los contenidos a estudiar.
  • • Las herramientas o técnicas que se utilizan para procesar o fijar el aprendizaje. 
Con el desarrollo adecuado de estos cuatro pilares, constancia y práctica, verás cómo tus hijos aprovechan mejor sus horas de estudio y obtienen mejores resultados.
ENSÉÑALES A APRENDER EN DIEZ PASOS
Te damos una serie de consejos y requisitos que debes trabajar con tus hijos para que adquieran unos hábitos y métodos de estudio adecuados:
  1. 1. Crea un espacio adecuado al estudio. Es esencial que tu hijo disponga de una mesa con espacio suficiente, donde tenga los materiales necesarios a mano y el entorno sea tranquilo. Debe contra también con una buena iluminación y una silla adecuada. Hay que evitar distracciones como la tele, los videojuegos o la radio.
  2. 2. Facilita su concentración. Evita distracciones a su alrededor, como el móvil, los videojuegos o la televisión. Intenta que distribuya su estudio en periodos de 45 o 50 minutos, durante los cuales debe evitar las interrupciones al máximo. Siempre que puedas, encuentra un estímulo o un gancho para motivarlo.
  3. 3. Enséñale a planificarse. En la Red hay muchas herramientas que puede utilizar para anotar sus deberes y trabajos y planificar sus propios horarios de estudio. Por ejemplo, Google Calendar‎. De los 7 a los 12 años es bueno que dedique a estudio  entre una y dos horas al día entre semana; de los 13 a los 18 deberá aumentar su horario de estudio una hora al día. Deja que él mismo organice sus tareas.
  4. 4. Atención a los apuntes. Tomar apuntes exige una tarea de atención y síntesis que puede facilitar mucho a tu hijo el estudio. Enséñale a anotar las ideas principales que se traten en clase, así como los datos concretos que requieran memorización. Recuérdale que le será más fácil si incluye títulos y apartados o si utiliza sus propias abreviaturas.
  5. 5. Ayúdale a realizar una lectura comprensiva. Por mucho que relea un tema, no le servirá de nada si no lo entiende. Para que la lectura sea efectiva, debe comprender lo que se explica. Esto facilitará su aprendizaje. Si no entiende algún término, puede consultar enciclopedias online como la Gran Enciclopedia planeta o diccionarios como el de la RAE. Acciones como subrayar o autoevaluarse con cuestionarios realizados por él mismo también pueden serle de mucha ayuda.
  6. 6. Enséñale a subrayar. El subrayado puede ser muy útil a la hora de sintetizar ideas. Sin embargo, muchos estudiantes no lo hacen bien. Deben destacar solo las ideas más importantes. Si en un texto está prácticamente todo subrayado, este no servirá de nada. 
  7. 7. Descúbrele herramientas como los esquemas o los mapas conceptuales. Son muy útiles a al hora de procesar la materia de estudio y ayudan a su comprensión y posterior memorización, En esta página del Ministerio de Educación te enseñan a realizar esquemas y con herramientas como Creately Mindmeister pueden realizar mapas conceptuales online.
  8. 8. Anímale a realizar resúmenes. Es importante que sepa sintetizar y ordenar sus ideas, ya que esto le será muy útil a la hora de expresar lo aprendido en un examen. En el portal Educando te enseñan cómo hacer un buen resumen. http://www.educando.edu.do/articulos/estudiante/cmo-hacer-un-buen-resumen/
  9. 9. Ayúdale a ejercitar su memoria. 
  10. 10. Muéstrale cómo preparar un examen. Lo ideal es que pregunte al profesor de qué tipo será el examen y que no estudie a última hora. Si pone en práctica los pasos dados hasta ahora, seguro que le será mucho más fácil. Durante la prueba es esencial que lea las preguntas con tranquilidad y conteste primero a las más fáciles. Si tiene alguna duda, que pregunte al profesor.