Practicar un deporte con regularidad ofrece muchísimos beneficios, tanto
físicos como psíquicos. Lo primero que nos viene a la mente cuando hablamos de
hacer ejercicio, son todas las ventajas sobre nuestro cuerpo, desde mantener un
peso saludable y mejorar la elasticidad y la coordinación, hasta fortalecer la
musculatura y prevenir enfermedades.
Es innegable que realizar una actividad
física favorece la salud corporal, pero, muchas veces, no se presta suficiente
atención a la mejora de la salud mental. Facilitar el aprendizaje,
mejorar el estado de ánimo, obtener más energía y reforzar la autoestima, son
algunos de los efectos secundarios de entrenar con cierta periodicidad.
Además de todos estos motivos, los niños y adolescentes pueden sacar más
provecho del deporte ya que se encuentran en una etapa formativa y
especialmente sensible. De tal manera, el deporte representa una oportunidad
para que los más jóvenes de la casa se relacionen con la sociedad y aprendan
lecciones tan útiles y valiosas como que todo esfuerzo conlleva una recompensa
y que hay batallas que se pierden. También, les mantiene alejados de hábitos
perjudiciales como el consumo de tabaco, alcohol o drogas.
Diez beneficios de practicar deporte:
·
Un estilo de vida activo protege la
salud. Practicar deporte con regularidad, treinta minutos al día cuatro o más
veces por semana, mejora las funciones cardiovasculares y, por tanto, disminuye
el riesgo de sufrir varias enfermedades como la cardíaca, presión arterial
alta, niveles elevados de colesterol en sangre e incluso, algunos tipos de
cáncer.
·
El deporte fortalece los huesos y lo
músculos. Esto disminuye el riesgo de sufrir fracturas y en última instancia
baja el riesgo de osteoporosis. La actividad física contribuye a una adecuada
maduración del sistema muscular y esquelético, además de corregir posibles
defectos físicos. Huesos y músculos fuertes son la base para un crecimiento
adecuado.
·
Mejor coordinación y flexibilidad. El
cuerpo se mueve con más elasticidad y permite un nivel más amplio de
estiramiento. Este hecho también protege a los niños y niñas de posibles
lesiones, ya que como mejor sea su coordinación y mayor sea la flexibilidad de
sus músculos evitaran y amortiguaran las caídas y golpes.
·
El ejercicio físico es la mejor manera
de conseguir un peso saludable y, junto a una dieta equilibrada, evitar
enfermedades como la obesidad, uno de los males de la infancia más habituales
en la actualidad. Si los niños se mantienen activos, resultará más sencillo
mantener y regular el peso corporal. También, es una manera más de evitar el
sedentarismo y fomentar la realización de los trayectos cortos, caminando o
paseando.
·
Potencia la creación de hábitos
saludables, desde la propia práctica del ejercicio a una alimentación sana o
una adecuada higiene corporal. Hacer ejercicio con cierta regularidad favorece
a la elaboración y regularización de hábitos, costumbres i rutinas que, a
medida que los niños y niñas crezcan, formaran parte de su personalidad.
·
Cuando se tiene un buen estado físico,
el cansancio es menor y también se tiene mayor energía y resistencia durante el
día. El ejercicio físico ayuda a descargar tensiones, disminuye el estrés y, en
consecuencia, mejora la calidad de sueño. Este tipo de actividad puede frenar
los impulsos excesivos de los más pequeños de la casa que aún no saben
controlar el exceso de nervios o de energía.
·
Mejor estado de ánimo y sensación de
bienestar. Muchos deportistas describen sensaciones de alegría y mejor humor
cuando se ejercitan con regularidad. Esto es así porque el ejercicio estimula
la liberación de endorfinas, sustancias naturales que produce el cuerpo y
promueven la sensación de bienestar y vitalidad. De esta manera, se consigue el
mantenimiento de un buen estado de ánimo, más fuerte para afrontar los
problemas y contratiempos del día a día.
·
Practicar algún deporte es una
oportunidad para que tu hijo se relacione con otros niños o adultos, siguiendo
una serie de reglas y normas del juego. La mejor manera de socializar y que
aprenda a ser más colaborador y menos individual, además de enseñarle a aceptar
y respetar a sus semejantes así como reconocer que existe alguien que sabe más
que él. Los deportes en equipo son una manera de compartir triunfos y derrotas,
formar parte de un equipo, trabajar unidos para conseguir un objetivo común y
de obtener disciplina. Algo que, sin duda, beneficia a quien lo practica en
todos los ámbitos de la vida cotidiana.
·
Es un canal más para mejorar la
autoestima de niños y adolescentes que por su cuerpo pueden tener problemas de
integración, por sentirse demasiado altos o bajos, o gordos o delgados. Estas
sensaciones y complejos son más fáciles de aceptar cuando se forma parte de un
equipo y cuando se tiene la capacidad para controlar su cuerpo. Estar integrado
en la práctica de un deporte genera, poco a poco, que el niño supere su timidez
y aumente su seguridad y confianza en sí mismo.
·
Los niños a través del deporte pueden
darse cuenta del valor y de la importancia de realizar un trabajo y esfuerzo No
todos los objetivos se alcanzan de inmediato y es importante que entiendan los
sacrificios y las dificultades que a veces surgen. Valores como la constancia,
el rigor y la motivación son claves para disfrutar los triunfos y afrontar que
hay batallas que también se pierden. Es una manera de ayudar a los niños que
tienen poca tolerancia a la frustración.
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