Parece que a veces algunos crean que respetar el ritmo del niño y sus intereses, es no animarle a buscar la excelencia en todo aquello que emprenda, cuando es justo lo contrario.
Precisamente cuando a un niño se le respeta, se le permite seguir su ritmo y sus intereses, se le permite seguir sus pasiones, es cuando más excelentemente se enfrenta a lo que hace.
Un ser humano que se dedica a lo que ama, lo abraza con todas sus fuerzas y desarrolla un trabajo excelente, o lo que es lo mismo, desarrolla la excelencia en ese campo, sea el dibujo, la investigación de campo sobre un tema concreto que le apasione, como los fósiles de una zona, o el funcionamiento de circuitos eléctricos o electrónicos, o lo que sea, puede ser un excelente intérprete musical o convertirse en un fantástico crítico literario, porque detrás de la excelencia suelen darse varias características, que son fruto de una sola: la pasión.
Cuando un ser humano se apasiona por algo le cuesta poco desarrollar algunos de los hábitos fundamentales para lograr la excelencia:
- Acción. Si algo te interesa, actúas, te mueves, haces algo para conocerlo mejor, profundizar más, no te quedas pasivo, si no que tu interés hace que investigues, que pruebes, en definitiva que hagas. La acción es el motor principal hacia la excelencia.
- Constancia. Cuando algo te encanta te cuesta poco ponerte a diario con ello, y es un hábito que vas a desarrollar para esta y otras cosas, por eso la excelencia en un campo suele acompañar a la excelencia en otros,por los hábitos que derivan del primero.
- Responsabilidad. Puesto que es tu afición, tu interés, tu motivación, asumes la responsabilidad de tu conocimiento, de tu aprendizaje, de terminar tu proyecto. Aprendes que depende de ti, eso te convierte en autónomo, y al mismo tiempo te hace tomar conciencia de tu responsabilidad en muchas otras cosas que haces.
Acompañar a tu hijo en sus pasiones, en aquello que le emociona es una buena herramienta para fomentar en él estos tres principios fundamentales tras los cuales se encuentra la excelencia, y junto a ella la efectividad y el éxito. Vale la pena.
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