Muchos padres consideran que si no son autoritarios van a terminar siendo demasiado permisivos, y lógicamente, ninguno de los dos extremos son realmente buenos.
A continuación te ayudaremos a no ser un padre autoritario pero sin caer en ser permisivo.
4 motivos que te enseñan que para educar bien a vuestro hijo no tenéis que ser un padre autoritario
- Un padre autoritario generalmente tiene de forma constante una actitud demasiado rígida lo cual puede afectar al niño en su desarrollo por falta de afecto paternal, aunque no lo creáis, al ser tan autoritarios se pierde mucho el contacto con el pequeño y los lazos familiares empiezan a soltarse.
- Por otro lado debéis saber que las necesidades de los niños son complejas y cambiantes, entonces lo que un día es válido, al siguiente sencillamente ha cambiado, así que como padre debes estar al pendiente de los pormenores para poder entenderlo y aceptarlo.
- Muchas veces se trata a los pequeños como si no fuesen a entender las decisiones de los adultos, sin embargo ellos están en capacidad de hacerlo, así que si le explicáis al niño las decisiones que toméis, ellos podrán verla con lógica y aunque no estén de acuerdo, las aceptaran con mayor facilidad.
- Debéis saber que aquellos hijos que son educados con cierta flexibilidad, en su adultez, son personas más seguras y abiertas a los nuevos cambios y las diferentes situaciones de la vida, pero aquellos que crecen con extrema rigidez, tienen dificultades grandes a la hora de adaptarse a diferentes situaciones.
No seáis un padre autoritario
Lo primero que debes dejar claro en tu hogar son las reglas, se debe imponer un orden, eso sí, teniendo cuidado de no ser autoritarios, de esa forma podéis llevar una buena relación con el niño; la idea, es ser muy unidos sin tener que llegar a ser muy amigos, debes respetar al niño pero deben marcarse los límites para que el no pierda el respeto hacia ti.
Debéis saber que los niños imitan a sus padres la mayoría del tiempo, entonces podemos decir, que la educación consiste en estar con ellos día a día y darles un buen ejemplo, con seguridad, si como padre realizas buenas acciones, el niño también lo hará.
Por otro lado, sabemos que las cosas nos siempre van bien, así que en caso de cometer algún error, o si estuvisteis de mal humor y lo trataste de forma injusta, debéis pedir perdón y explicar lo que os sucedió, de esa forma el podrá entenderte saber que si él se equivoca también podrá hablar con vosotros para solucionar los problemas.
El secreto para que no tengáis que ser un padre autoritario pero tampoco demasiado permisivo, está en tener un buen contacto y una buena relación con los hijos, eso se logra escuchándolos y aceptadlos tal y como son, sin ningún tipo de perjuicios.
Cuando ese contacto se dé, no tendréis problemas para actuar según la situación sin generar grandes problemas para su relación, y así, encontrareis el balance perfecto en cuanto a la educación de los niños.
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