Estimados
padres, maestros y alumnos:
En
estos primeros días de septiembre empieza a rodar un nuevo curso escolar, un
nuevo año para conocernos con algunos y seguir reconociéndonos con otros; un
nuevo año para seguir creciendo en todos los sentidos. Por esto queremos dar
una cordial bienvenida a todos, sin duda muy especial para aquellos que se
integran por primera vez a nuestra comunidad educativa, así como para aquellos
que vuelven a optar y confiar en la Educación Pública.
Sabemos
que por delante nos esperan caras de asombro y de alegría. Un nuevo año escolar
significa muchas cosas, pero, sobre todo, nuevos desafíos, tanto para los
docentes como para los niños y sus familias. Durante las vacaciones que
pasaron, muchos maestros redoblaron su compromiso con la Educación Pública y
dedicaron su tiempo de descanso para la formación profesional, participando o
realizando cursos de capacitación en diversas áreas, inglés o todo lo vinculado
a las nuevas tecnologías y, también, la educación emocional. La
responsabilidad con que el maestro desarrolla su trabajo es permanente, y tiene
como objetivo, siempre, mejorar los aprendizajes de los niños. Todo proceso de
enseñanza necesita, para concretar los aprendizajes, de la asistencia diaria de
los niños a la escuela, de su continuidad, de su permanencia. En este sentido,
no habría logros alcanzados por los niños ni una Escuela Pública de calidad sin
el compromiso de las familias. El desarrollo de los niños en forma integral y
armónica requiere del apoyo de las familias, de un diálogo fluido, de un ida y vuelta
entre la escuela y el barrio, entre los maestros y los padres. Protejamos a los
niños, ayudémonos a construir este tipo de diálogo que promueve encuentros y
logra, por sobre todas las cosas, una escuela potente y comprometida en ofrecer
una mejor educación.
Atentamente,
Equipo
docente CEIP “Pedro Sanz Vázquez”.
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