El comienzo de las clases marca grandes
desafíos y cambios, no sólo para quienes comienzan una nueva etapa, como el
jardín infantil, la escuela básica o la media, sino también para aquellos que
volverán a la misma escuela que dejaron en diciembre, donde se encontrarán con
nuevos profesores, nuevos compañeros, nuevas tareas y nuevas preocupaciones.
Todas las investigaciones y estudios internacionales muestran una relación
positiva entre ciertas prácticas familiares y los resultados escolares, dejando
en claro que cuando los padres muestran interés en la escuela, hacen preguntas
y colaboran en las tareas, los niños aprenden más motivados y logran mejores
resultados.
Estas breves sugerencias podrán ayudar a las familias a enfrentar el año
escolar con mayor seguridad y mejores resultados:
Antes de empezar las clases. Al momento de
prepararse para el inicio, lo más importante que pueden hacer los padres es
ayudar a sus hijos a organizarse. No solamente comprándoles los útiles, sino
poniendo juntos los nombres a las cosas, preparando la mochila y –lo más
fundamental- adecuando el espacio para trabajar y hacer las tareas en la casa.
Ayuda a tu hijo a pensar en una rutina de tareas para todo el año y a definir
un horario diario en el cual estudiar o repasar lo aprendido.
Apoyar en las tareas. Los niños
necesitan saber que sus padres consideran que las tareas escolares son
importantes. Si saben que sus padres se interesan por sus deberes, se sentirán
más motivados para cumplirlos y entregarlos a tiempo. Ayuda a tu hijo a asumir
la responsabilidad de las tareas escolares.
Mantenerse informado. Conocer los
objetivos y principales contenidos del año escolar que se inicia permite a las
familias apoyar a los niños en su aprendizaje. Averigüa qué deberá aprender tu
hijo durante este año y asegúrate de que estos objetivos se vayan cumpliendo.
Realiza actividades en el hogar para reforzar los aprendizajes esperados.
Estimular sus esfuerzos. Alentar a los
hijos por los esfuerzos que realizan durante el año y no concentrarse sólo en
castigarlos por los malos resultados. Motivar y estimular, además de acompañar
en los momentos en que las cosas parecen difíciles, valorando especialmente los
esfuerzos, ayudará al niño a sentirse más seguro y por tanto a tener una mejor
autoestima.
Mantenerse comunicado con la
escuela. Es importante conocer a las personas que están involucradas en la educación
de sus hijos, asistir a las reuniones convocadas por la escuela y mantenerse en
contacto con el profesor jefe durante todo el año. La escuela ofrece múltiples
espacios para que los padres colaboren en el aprendizaje de sus hijos.
¡Conócelos y participa!
Considérate
un aliado del profesor. Tanto la familia como el profesor quieren que su hijo tenga éxito en su
aprendizaje. Si los padres no valoran a los profesores, le están dando un señal
a sus hijos de que es posible no respetar a su profesor y dejará de preocuparse
por su aprendizaje. Si el niño presenta algún problema, aprovecha la entrevista
con el profesor para plantear en conjunto metas reales para el aprendizaje de
tu hijo.
La seguridad
emocional y la estabilidad son las bases para la motivación de los niños y
ayudan a que estén mejor predispuestos a aprender. Demuestra a tus hijos
interés por lo que hacen en la escuela, pasa más tiempo con ellos, conversando
y leyendo juntos. Tu interés, apoyo y amor son fundamentales para su
aprendizaje.
Todas las investigaciones y estudios internacionales muestran una relación positiva entre ciertas prácticas familiares y los resultados escolares, dejando en claro que cuando los padres muestran interés en la escuela, hacen preguntas y colaboran en las tareas, los niños aprenden más motivados y logran mejores resultados.
Estas breves sugerencias podrán ayudar a las familias a enfrentar el año escolar con mayor seguridad y mejores resultados:
Mantenerse informado. Conocer los objetivos y principales contenidos del año escolar que se inicia permite a las familias apoyar a los niños en su aprendizaje. Averigüa qué deberá aprender tu hijo durante este año y asegúrate de que estos objetivos se vayan cumpliendo. Realiza actividades en el hogar para reforzar los aprendizajes esperados.
Estimular sus esfuerzos. Alentar a los hijos por los esfuerzos que realizan durante el año y no concentrarse sólo en castigarlos por los malos resultados. Motivar y estimular, además de acompañar en los momentos en que las cosas parecen difíciles, valorando especialmente los esfuerzos, ayudará al niño a sentirse más seguro y por tanto a tener una mejor autoestima.
Mantenerse comunicado con la escuela. Es importante conocer a las personas que están involucradas en la educación de sus hijos, asistir a las reuniones convocadas por la escuela y mantenerse en contacto con el profesor jefe durante todo el año. La escuela ofrece múltiples espacios para que los padres colaboren en el aprendizaje de sus hijos. ¡Conócelos y participa!
Considérate un aliado del profesor. Tanto la familia como el profesor quieren que su hijo tenga éxito en su aprendizaje. Si los padres no valoran a los profesores, le están dando un señal a sus hijos de que es posible no respetar a su profesor y dejará de preocuparse por su aprendizaje. Si el niño presenta algún problema, aprovecha la entrevista con el profesor para plantear en conjunto metas reales para el aprendizaje de tu hijo.
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