lunes, 20 de septiembre de 2021
miércoles, 15 de septiembre de 2021
Género, matemáticas y talento digital
La educación es el
lugar donde se disputa la vida en sociedad de mañana, aunque a menudo se diseña
hoy con herencias de ayer. La actualización del sistema educativo es crítica y
de ahí el revuelo generado por algunos aspectos de la Lomloe (la ley educativa aprobada
en 2020), como la adopción de la perspectiva de género de forma
transversal, o los condicionantes socioemocionales del aprendizaje. Algunas
formaciones políticas han instrumentalizado estos cambios, como si pudiéramos
separar los contenidos de los valores. Relegar las escuelas a meros espacios de
transmisión de conocimiento en la era digital es condenarlas a la irrelevancia.
Y menuda paradoja que siga vigente esa mirada, cuando hemos aprendido
—especialmente en los confinamientos— que la escuela es, por encima de todo,
allí donde aprendemos a ser y convivir.
Relegar las escuelas a espacios de transmisión de
contenidos es condenarlas a la irrelevancia
La realidad es
compleja e insistir en fragmentar fondo y forma está más cerca del siglo XIX
que del XXI. De hecho, en 1899 encargaron al artista Jean Marc Coté una serie de
ilustraciones sobre la vida en el año 2000. En este ejercicio
retrofuturista, Coté dibujó un aula de su tiempo: pupitres fijos, orientados
hacia la pizarra, alumnos con batas y mapas colgando en las paredes. El toque
innovador es la mecánica para inocular el conocimiento: a la derecha de la
ilustración aparece un profesor alimentando una máquina tragalibros. Un alumno
activa la manivela para procesar y transmitir la sabiduría de los textos a los
cerebros de sus compañeros, a través de una especie de auriculares conectados
al circuito que arranca en el artilugio.
Lo que sorprende de la
imagen de Coté es la individualización del aprendizaje, la pasividad estática
de quien recibe y la ausencia de interacción humana entre la figura docente y
el alumnado. Comparten espacio físico sin diálogo, no hay escucha, no hay
reflexión. El contexto y lo que envuelve el aprendizaje es clave, y para ser
significativo tiene que conectar con nuestra sensibilidad. Estudios
neurocientíficos confirman que aprendemos más rápido y de forma más duradera lo
que nos emociona. La alegría estimula la memoria, por eso aprendimos las tablas
de multiplicar cantando.
Precisamente porque
género y matemáticas han vivido en conversaciones paralelas, hoy tenemos una mujer por cada cuatro
hombres trabajando en el sector tecnológico. Y a juzgar por los
debates éticos que acechan a las corporaciones tecnológicas, es urgente
desfragmentar la mirada si queremos diversidad en las profesiones
STEAM y generar talento valioso para el sector digital. Quizá
porque las matemáticas se han instalado en lo racional, nos hemos creído que
los datos no tienen ideología, que la ciencia es neutral o que los algoritmos
son ecuánimes. Romper esas fronteras creadas es una gran oportunidad. Y sino
que se lo digan a Cathy O’Neil, autora de Armas de destrucción automática, que
empezó en el mundo de los algoritmos para no enredarse con cuestiones
subjetivas. Y ahí está ahora, reclamando la importancia de la ética matemática.
Salvando distancias,
hay paralelismos entre educar criaturas y diseñar algoritmos: ambos espacios
son lugares donde se sientan las bases que influirán en la toma de decisiones
futuras. Y no se puede hacer en el vacío. O’Neil y otras autoras insisten en
que cuanto antes entendamos que los algoritmos contienen sesgos y por tanto
automatizan valores determinados, antes podremos consensuar socialmente cuáles
deben ser estos principios. Lo mismo ocurre en la escuela: debatir sobre los
valores no es adoctrinar. Apartarlos del debate es garantizar la heterogeneidad
de agendas y las desigualdades. Tampoco se tendrían que desplazar los
contenidos para enseñar valores de forma descontextualizada. Se trata más bien
que la escuela sea una introducción a los consensos explícitos y socialmente
compartidos, como el marco legal o los derechos humanos.
Quizás porque las matemáticas se han instalado en lo
racional, creemos que los datos no tienen ideología
Necesitamos escuelas
donde la experiencia de enseñanza-aprendizaje se entienda desde la
interdependencia y en todas direcciones. Los roles de autoridad se transforman,
se rompen las jerarquías verticales y educar el espíritu crítico tiene que ver
con el trabajo en equipo. Necesitamos una ciudadanía que sepa navegar la
incertidumbre y tomar decisiones ante escenarios complejos. Y necesitamos que
esas oportunidades lleguen a todas las personas que en septiembre empezarán
algún curso en las etapas obligatorias.
Es además el momento
de escuchar a los múltiples movimientos de renovación pedagógica que llevan
años identificando qué funciona y qué innovaciones hacen falta. Hay que
conectar la educación a su contexto, igual que ya no hay excusa para las
empresas que sólo persiguen beneficios económicos mientras agravan brechas y
desigualdades. Por eso las matemáticas necesitan la perspectiva de género.
lunes, 6 de septiembre de 2021
PAUTAS PARA UN INICIO DE CURSO SEGURO
Estimadas familias.
Deseamos que todos se encuentren bien.
Como ya supondrán, estamos trabajando en la
adecuación del colegio y de nuestros protocolos para este inicio de este nuevo
curso. Entendemos que las familias tengan muchas preguntas. Desde el colegio,
al igual que el pasado curso, hemos hecho y seguimos haciendo un gran esfuerzo
para que todo esté preparado y que la vuelta a las aulas sea en las mejores
condiciones posibles.
Aunque les informaremos de cada una de las novedades
a través de la plataforma EDUCAMOS, queremos anticiparles que las normas y el
funcionamiento se mantienen igual que el curso pasado.
·
SOLO ASISTIRÁN LOS ALUMNOS QUE NO
PRESENTEN NINGÚN SÍNTOMA RELACIONADO CON EL COVID.
·
OBLIGATORIO el uso de la mascarilla en
todo momento.
·
Todos los alumnos portarán un frasco
pequeño de gel hidro-alcohólico. Será de uso exclusivamente personal.
·
Las únicas personas que pueden acceder
al recinto escolar son los alumnos, profesores y personas de servicio.
Padres y madres NO
podrán acceder al colegio.
·
Cualquier consulta o duda dirigida al
centro o a un profesor en particular, se realizará mediante el correo
electrónico.
·
SE EXIGE PUNTUALIDAD.
·
EVITAR GRUPOS EN LA PUERTA.
·
NO SE PERMITIRÁ QUE LOS ALUMNOS
COMPARTAN MATERIAL.
·
Cuando haya una causa justificada de no
asistencia parcial a ciertas horas de clase, al alumno se le recogerá y
entregará mediante la conserje, aunque se recomienda que ese día no asista al
colegio.
·
Cada alumno deberá traer su botella de
agua a diario.
·
SE ENTRA Y SALE EN FILA (los profesores
indicarán cómo y dónde)
·
Las clases permanecerán permanentemente
ventiladas.
·
Los alumnos se higienizarán las manos al
inicio de la jornada y en cada cambio de clase.
·
Se han limitado las zonas de recreo para
cada uno de los cursos.
·
En caso de sospecha de síntomas, al
alumno será aislado y se procederá a informar a las familias y a los organismos
protocolarios.
·
Con los profesores no se habla en la
puerta, se pide cita que normalmente será telefónica.
jueves, 29 de abril de 2021
¿Cómo educar en igualdad y valores en el colegio?
En estos últimos años estamos viviendo una
auténtica revolución en movimientos sociales a favor de la igualdad de
género, tomando un rumbo imparable para lograr la consolidación de una
igualdad real. Algo necesario y que ha puesto sobre la mesa la importancia de
introducir cambios en la educación de niños y niñas en edades tempranas para
lograr una interiorización de valores fundamentales para la paridad.
¿Por qué es necesario
educar en igualdad y valores en el colegio?
La última modificación de la LOMCE del 23 de
marzo 2018 ya hace referencia a que es necesario “el
desarrollo, en la escuela, de los valores que fomenten la igualdad efectiva
entre hombres y mujeres, así como la prevención de la violencia de género”.
Sin embargo, investigaciones como el
estudio Diferencias de género en los resultados educativos:
medidas adoptadas y situación actual en Europa , revelan que el sistema escolar
continúa reproduciendo los estereotipos de género y el sexismo a través de
aspectos como: la propia organización del centro, las actitudes y expectativas
del profesorado, el currículo académico, los materiales didácticos, el espacio,
las metodologías de enseñanza, etc.
¿Por qué es importante esto? A edades
tempranas los niños y niñas están libres de prejuicios por lo que implementar
una enseñanza igualitaria repercute en su desarrollo desde una perspectiva de
género. Esto favorece la interiorización de valores como la paridad y la
eliminación de los estereotipos relacionados con el género.
Claves para educar en
igualdad desde edades tempranas
El centro escolar debe convertirse en un
espacio donde se trabaje y eduque en la igualdad. No sólo en el aula sino en el
resto de lugares del centro.
Es el caso del patio del colegio, donde se
puede apreciar como los niños y niñas reproducen los estereotipos de género que
observan. En la mayoría de colegios, por ejemplo, el fútbol ocupa la pista
central y deja relegados al resto en espacios más pequeños. Las implicaciones
que esto tiene: niños desarrollando capacidades como la coordinación,
estrategia…y niñas desarrollando habilidades de comunicación más emocionales en
espacios reducidos. Algo que tiene consecuencias en el futuro.
Este es un ejemplo más de los aspectos que
deben cambiar en la forma en la que se organizan y educan en los colegios.
Otras de las claves a tener en cuenta son:
- Incluir la igualdad entre mujeres y
hombres como parte del proyecto educativo del centro, dándoles prioridad
en las programaciones curriculares.
- Dar formaciones a los docentes sobre
estrategias y formas de favorecer la educación en igualdad de género.
- Seleccionar material escolar no
sexista.
- Fomentar en clase juegos y juguetes
neutros.
- Colaborar con las familias para formarlas
en pautas para evitar estereotipos sexistas en casa.
Iniciativas que educan
en igualdad y valores en centros educativos
Actualmente hay en España iniciativas muy
interesantes que buscan cambiar el modelo de educación hacia uno mas
igualitario:
- Educar en
Igualdad: proyecto de Fundación Mujeres dirigido
a favorecer el desarrollo de la coeducación y el apoyo a una educación
para la igualdad entre mujeres y hombres.
- Elkartoki: programa que busca intervenir en la configuración y
dinámicas del patio y espacios comunes de la escuela a través de talleres
de diseño y creación en los que alumnos y alumnas inventan y construyen
trabajos, artefactos o intervenciones.
- Escuelas
Infantiles Ninos: cooperativa de
enseñanza que tiene como uno de los objetivos lograr un impacto en la
sociedad que potencie la ruptura con antiguos roles a través de la
sensibilización y la educación.
- Programa de Capacitación digital Segureskola: La primera
solución integral (Colegio + Familia),
capaz de medir su impacto y personalizar el programa de competencias en
función de los riesgos detectados en el aula.
Además, hace varios años que en diferentes
CCAA se están desarrollando proyectos de intervención:
- El Gobierno Vasco tiene
un programa de
coeducación que tiene como objetivo la igualdad y el buen
trato.
- En Cataluña también se están poniendo
en marcha proyectos
de intervención para llevar la igualdad a los espacios
educativos.
- Patis Coeducatius es un proyecto que impulsa la Concejalía de Igualdad de
la Comunidad Valenciana que cuenta con medidas de dinamización en el uso
del espacio. Paralelamente el profesorado y alumnado de primaria reciben
formación coeducativa.
El sistema educativo y los docentes, así
como la familia, son actores fundamentales para transmitir los valores de
respeto, tolerancia e igualdad entre mujeres y hombres.
Los cambios de calado no los hacen las leyes, ni los políticos…. estos
cambios solo se producen cuando TODOS sumamos al objetivo.
miércoles, 21 de abril de 2021
La educación y el inexorable paso del tiempo. Por Mario Balboa.
Si a Miguel Ángel no le hubieran dejado usar el mármol, hoy no tendríamos el Cinquecento. Si a Mozart no le hubieran dejado usar el piano, no tendríamos música clásica. Por eso tenemos que permitir que nuestros niños y niñas usen la tecnología. Pero, al igual que a Miguel Ángel le enseñaron a manipular el cincel y el martillo –para que hiciera un uso correcto de sus instrumentos sin lastimarse–, y del mismo modo que a Mozart tuvieron que adaptarle el asiento –para que llegara de forma adecuada a las teclas–, nosotros hemos de enseñar un uso correcto de la tecnología y, desde luego, adaptado a la edad de nuestros alumnos y alumnas.
Seguramente, nadie pensó en su día que las dos personas antes nombradas trascenderían a lo largo de la historia por sus creaciones, pues desde la perspectiva del presente no se puede valorar, ni mucho menos marcar como histórica o como un movimiento, una época que está todavía en curso. Eso ocurre décadas, incluso siglos después. Por ejemplo, nos hemos aventurado a llamar «era digital» a nuestro presente, pero poner esa etiqueta es algo que corresponderá a nuestros sucesores.
Tenemos que tener claro que las herramientas del presente son digitales; pero también que los niños y niñas que nacen rodeados de dicha tecnología no podrán manejarla ni la controlarán como es debido, con un buen fin, a no ser que les enseñemos cómo hacerlo.
No se deben perder los referentes del pasado, y la dinámica de las aulas no tiene por qué cambiar. Pero en la actualidad las pantallas han llegado para quedarse, nos rodean y no las podemos suprimir. Por lo tanto, hemos de aprender a coexistir con ellas, incluso a usarlas como palanca para impulsar el cambio, siempre en beneficio de la educación.
Volviendo al origen de este artículo de opinión: los movimientos artísticos y culturales del pasado duraban siglos enteros, pues la difusión y proliferación por todo el mundo no era inmediata. Necesitaba un tiempo para llegar hasta el lugar más recóndito en el que el ser humano podía dejarse llevar e influenciar por las tendencias. Sin embargo, llegados al siglo XX, en el que la globalización empieza a germinar y en el que los medios de comunicación acortan distancias y tiempos, vemos cómo algunos movimientos pictóricos como las Vanguardias tan solo han durado décadas.
En esta supuesta era digital, el tiempo y el espacio se concentran en un solo clic. La constante evolución de la tecnología, de la información y de los códigos del lenguaje lleva un ritmo vertiginoso cuya adaptación es más costosa para los usuarios más longevos en comparación con los más jóvenes.
Por eso cuesta tanto ir, no ya un paso por delante, sino a la par, para poder aprovechar dicha coyuntura dentro de la enseñanza. Esto no nos puede hacer desfallecer en el intento ni perder el horizonte del fin último de la educación. Ni mucho menos, desterrar herramientas que en el pasado siempre fueron más que una ayuda. Nuestra labor es la de integrar y hacer coexistir esta nueva realidad con la metodología y los recursos que siempre hemos tenido al alcance de nuestra mano.
La transmisión de información ha seguido un largo camino evolutivo a través de los tiempos. Los inicios de las representaciones orales hechas a través del teatro dieron lugar, siglos más tarde, a la transmisión oral por medio de la radio. Se consiguió una mayor calidad en la transmisión de información al añadir imagen, gracias a la magia del cine y la gran pantalla. La consecuencia fue un salto posterior a la televisión y la pequeña pantalla, logrando cada vez una mayor concreción y personalización de la información recibida por cada individuo. Hasta llegar al punto actual, en el que cada ser humano tiene su propia pantalla y, por lo tanto, es dueño de la información que quiere o no recibir.
Pero no debemos olvidar que, en todo este tiempo, a lo largo de todo ese camino y a pesar de todos los avances e innovaciones, siempre ha estado a nuestro lado el primer eslabón de esta cadena de difusión y aprendizaje: el libro. Y que, sea en papel o en formato digital, esta herramienta tan valiosa nos seguirá acompañando en nuestro viaje educativo.
jueves, 15 de abril de 2021
¿CÓMO GESTIONAR LA TRISTEZA (para niños y mayores)
La tristeza, la pena y
la pérdida son parte del ser humano. Esto incluye todo, desde los pequeños
pinchazos de tristeza que de vez en cuando nos pican, hasta el dolor profundo y
abrumador que amenaza con arrancarnos la vida. A veces desearíamos estar entre
la tristeza y las personas que amamos, y que sus corazones estén felices todo
el tiempo. Pero no podemos. Lo mejor que podemos hacer es enseñarles lo más que
podamos sobre cómo navegar a través de esta emoción muy real, humana e
inevitable con coraje, fuerza y sabiduría.
Tristeza,
pena y pérdida. ¿Qué significan?
La tristeza surge cuando perdemos algo, o cuando sentimos
que así ha pasado. La pérdida puede ser de todo tipo de cosas. Tal vez sea la
pérdida de la cercanía con alguien que amas después de una discusión o la
pérdida de algo que querías. También sucede cuando estás asustado, o cuando
alguien dice o hace algo que te hace “sentir mal”. Algunas veces la tristeza se
siente insoportable.
Como cuando se pierde
un ser querido, a través de una ruptura, muerte o distancia, como perder una
mascota o tener que pasar por algo profundamente doloroso, como la separación
de tus padres. No hay razones tontas para sentirse triste.
La tristeza sirve
para:
·
Animarte a encontrar apoyo y consuelo de
alguien que se preocupa por ti (tu corazón tiende a saber lo que necesitas,
incluso si no estás tan seguro).
·
Hacerte saber que algo necesita su
atención
·
Indicar a otras personas que es posible
que necesites algo de amor, amabilidad o mimos
·
Darte la oportunidad de retirarte, para
que puedas estar quieto y en silencio durante el tiempo suficiente para tener
claridad sobre lo que te ha hecho sentir triste.
La tentación, la
primera reacción puede ser alejar la tristeza, fingir que no existe o cubrirla
con otro sentimiento, como la ira.
El problema es que
nada de eso hace que la sensación desaparezca, y a veces puede hacer que te
sientas peor durante mucho más tiempo…La tristeza siempre pasará. Sé paciente,
amable y gentil contigo mismo y lo superarás.
Aquí algunas cosas
importantes que debes saber sobre la tristeza:
Deja
que tu tristeza trabaje para ti
1. Tu tristeza tiene un trabajo importante
que hacer. (Lo sé, a mí también me gustaría que encontrase una manera más
fácil).
La tristeza que viene
de la decepción puede sentirse muy mal, pero eso es porque es tentador
centrarse en la pérdida. La tristeza puede tener una manera de hacer que desees
rendirte, pero en realidad puede ser un
mensaje importante para seguir adelante, aunque quizás en una dirección
diferente.
En un primer momento,
piensa en lo que has perdido (no hay nada de malo en eso). Date tu tiempo. Y
luego, piensa en qué otra dirección podrías tomar… ¿es buena? En este sentido,
la tristeza puede ser como una
señal de tráfico, enviándote por un camino que será incluso mejor para ti que el que estás
triste por perder.
2.
Te da el tiempo y el espacio para resolver las cosas.
La tristeza te pone en
el modo de ahorro de energía, que es una manera
muy inteligente de darte la oportunidad de pensar en las cosas. Cuando estás
triste, es probable que no tengas ganas de hacer nada y que tus pensamientos se
sientan muy intensos porque tu mente trabajará duro para resolver las cosas. No
hay de qué preocuparse. La tristeza puede estar llena de información importante
para ti. Tómate un momento de silencio y ve si tu tristeza está tratando de
decirte algo. ¿Está tratando de enseñarte sobre el tipo de personas que son
buenas para ti o a quién debes evitar (no todos son encantadores para estar
cerca)? Tal vez, si estás triste por una discusión con alguien que te importa,
está tratando de enseñarte las cosas que son importantes, o una mejor manera
de hacer las cosas.
Cuando te tomes el
tiempo para sentarte con tu tristeza o para hablar con alguien que se preocupa
por ti, saldrás más fuerte, más sabio y más claro que antes.
3.
O para adaptarse a una nueva normalidad.
Cuando algo “malo”
sucede, es posible que las cosas no vuelvan a la normalidad que conoces, pero
en algún momento habrá una nueva normalidad. Puede parecer diferente a la
anterior y puede que no se sienta tan bien por un tiempo, pero seguirá siendo
una normalidad que puedas amar, vivir, prosperar y ser feliz.
Sin embargo, esto
puede llevar tiempo, así que sé amable contigo mismo, date tu tiempo. Tendrás
tus “ups” y tus “downs”, pero debes saber que los “downs” no son un paso atrás,
solo son un paso normal para el ser humano de adaptarse a algo nuevo.
4.
Así que deja que sea tu refugio por un rato.
Cuando te sientas
triste, probablemente también sentirás otras cosas: confundido, celoso,
enojado, solo, no lo suficientemente bueno. Deja que la tristeza sea tu refugio
mientras clasificas tus sentimientos o los expresas con alguien que amas.
5.
Tu tristeza no es el enemigo.
La tristeza está ahí
para ayudarte, no para lastimarte, y no está ahí para mantener alejado de la
felicidad. Es lo que interviene cuando te alejas de la felicidad, para ayudarte
a dirigirte de nuevo en la dirección correcta. Tú y tus sentimientos sois una
sociedad, y mientras mejor escuches tus sentimientos, mejor funcionarán para
ti.
6.
En realidad, la tristeza está tratando de ser tu héroe.
La tristeza aparece
porque hay algo que necesitas saber. Siempre tiene algo que decirte. Tal vez
seas más lento para tomar decisiones, tal vez te acerques más a las personas
que se preocupan por ti, alejándote de aquellas que no saben cómo hacerlo o
para ser más amable con usted mismo.
La tristeza es un
héroe; no es del tipo con una capa y un disfraz de apariencia divertida, sino
el tipo suave y tierno que te ayudará a descubrir lo que necesitas. Pero
tendrás que estar tranquilo y quieto para escucharlo.
La tristeza
no siempre se siente como tristeza
1. Esa sensación de entumecimiento,
está ahí por una razón.
Cuando algo realmente
triste sucede, es posible que al principio te sientas entumecido. Eso está bien
y es algo que sucede a menudo con una tristeza profunda y profunda. Es la forma
de tu cerebro de protegerte de sentir demasiada tristeza al mismo tiempo. Sé
paciente contigo mismo y ve con lo que sea que tu corazón quiera que sientas.
Confía en ti
2.
Puede que te sientas realmente enojado, y eso está bien.
La ira es como un
guardia de seguridad que a veces trata de evitar que los sentimientos realmente
tristes te abrumen. La tristeza intensa puede ser un poco atemorizante, por eso
al empezar a sentirla temieras no poder pararla.
La ira puede ser una
forma útil de dejar de sentir como si te aplastara la tristeza, pero no será
útil si bloquea lo que realmente sientes. Tampoco será útil si aleja a las
personas que pueden consolarte y ayudarte con lo que sea que estés atravesando.
Es importante hablar sobre cómo te sientes, te ayudará a moverte a través de
los sentimientos y sanar. La ira puede evitar que sientas sentimientos más
difíciles por un tiempo, pero es importante recordar que la
única manera de lidiar con los sentimientos es sentirlos. ¡Siempre serás más
fuerte de lo que crees!.
Y
algunas maneras de sentirse mejor
1. Tu mente es una cosa poderosa y puede
hacer que te sientas demasiado triste por demasiado tiempo.
Nuestra experiencia se
compone de lo que pensamos, lo que sentimos y lo que hacemos, pero hay algo
importante que debes saber: los tres no tienen que coincidir. Aquí es donde
tienes el poder de sentirte diferente.
Generalmente cuando te
sientes triste, piensas cosas tristes y actúas de una manera triste.
Lo mismo ocurre con
otras experiencias: cuando te sientes feliz, piensas cosas felices y te
comportas de una manera feliz. Lo mismo con sentirse poderoso. Si adoptas una
postura poderosa (de pie, con las manos en las caderas, las piernas bien
separadas y una expresión poderosa en su rostro, estilo superhéroe), es
probable que tengas pensamientos poderosos y te sientas tentado a usar una voz
poderosa al hablar.
Pero, y aquí es donde
entra en juego tu poder, si cambias uno de ellos, tus pensamientos o tu
comportamiento, los otros dos finalmente se pondrán al día. Entonces, cuando te
sientas triste y pienses cosas tristes, trata de hacer algo que te haga sentir
más feliz, tal vez patear una pelota, jugar con tu mascota, hacer un dibujo o
ver una película divertida, lo que te haga feliz.
Cuando haces esto, lo
dice la neurociencia ¡puedes cambiar tu cerebro y hacerte sentir algo
diferente!
2.
Abraza, si esto te sienta bien.
El contacto con
alguien que conoces y en quien confías puede brindarte consuelo y, de hecho,
ayudar a aliviar la tristeza. Esto se debe a que este tipo de contacto de
confianza hace que el cerebro libere moléculas químicas que te ayudan a sentirte
cuidado y cercano a las personas con las que estás. Sin embargo, recuerda tu
responsabilidad de permitir quién puede tocarte y quien no. Si no estás de
acuerdo con eso, entonces no es un buen momento.
3.
Incluso las personas fuertes necesitan gente. Todos lo hacemos.
La tristeza puede
sentirse realmente sola, pero es increíblemente poderosa para que otras
personas sepan que las necesitas, o para que sepamos que necesitamos estar con
alguien que se preocupa. Estar con personas que se sienten bien al estar cerca
te da valor, fuerza y te da lo que necesitas para lidiar con las cosas
difíciles. Ninguno de nosotros puede hacerlo todo por cuenta propia y saber la
diferencia entre las cosas que puede manejar por sí mismo (¡y habrá muchas de
ellas!) Y las cosas que necesita una mano para tratar, serán algo sobre usted
eso es bastante impresionante.
4.
Eleva tu ritmo cardíaco para elevar tu estado de ánimo.
La actividad física
ayudará a tu cerebro a mantenerse fuerte y feliz. El ejercicio ayuda a fortalecer
la parte del cerebro que es responsable de los estados de ánimo y las
emociones. Se llama el hipocampo. Incluso una caminata rápida de diez minutos
será suficiente para levantar tu estado de ánimo.
5.
No hay una cantidad correcta de tristeza antes de que te sientas mejor.
Cuando sucede algo
triste, no hay una cantidad de tiempo “normal” que te llevará a sentirte mejor.
Tomará tanto tiempo como sea necesario. Sigue avanzando, incluso si es un poco
cada día. Las cosas grandes vienen de muchas cosas pequeñas sumadas.
6.
Pero sé amable contigo mismo y no permitas que tu tristeza continúe por mucho
tiempo.
Cuando piensas en
cosas tristes una y otra vez, puede hacer que tu tristeza se haga más y más
profunda. Esto puede llevar a algo que se llama depresión, que es cuando la
tristeza permanece por mucho tiempo, afecta el sueño, el estado de ánimo y
dejas de disfrutar de las cosas que solías disfrutar.
Está completamente bien sentirse triste
y pensar cosas tristes, pero después de un tiempo también es importante
concentrarse en avanzar y sentirse mejor.
A veces se trata de
aprender lo que necesita aprender, tomar decisiones valientes, pasar tiempo con
las personas que se preocupan por usted y hacer las cosas que ama, para darle a
su mente lo que necesita para cambiar su enfoque de triste a feliz.
No hay un tiempo
establecido para esto, pero si después de un tiempo le resulta difícil mirar
las cosas o deja de disfrutar las cosas que solía encontrar para divertirse, es
muy importante hablar con un amigo, familiar o un terapeuta que se preocupe por
usted.
Lo que
pueden hacer padres, educadores y cuidadores
1. Valida su tristeza. No trates de
cambiarla.
No fuerce al niño a
seguir adelante o a dejar de lado su tristeza demasiado rápido.
La tristeza es una
emoción normal y saludable, y si la alejas antes de que la persona haya tenido
tiempo de adaptarse a su nueva realidad o de trabajar con lo que significa para
ellos, podría ser peor. La pena y la tristeza es la forma en que nos ajustamos
a la pérdida.
Es saludable,
importante y normal. Si se ignora, minimiza o no se permite, en realidad puede
hacer que su tristeza se enquiste.
2.
Podrían evitar las cosas que solían amar.
Para las personas que
sienten tristeza las cosas no tendrán sentido por un tiempo, y será
completamente normal que eviten las cosas que solían amar.
Cuando hay una
pérdida, muchas de las cosas que eran importantes y divertidas toman un
significado diferente porque se sentirán diferentes, como si faltara algo y, lo
más probable, alguien. Anímalos, pero no apures ni obligues. El mejor momento
para que ellos lleguen allí es cuando llegan allí.
3.
Mira el silencio.
Los niños podrían no
tener las palabras o la autoconciencia para articular lo que están sintiendo.
Tenga cuidado de interpretar su silencio como una señal de que todo está bien.
Consulte con ellos de vez en cuando.
A veces su silencio
estará bien y lo mejor será darles el espacio que necesitan para dar sentido a
lo que están sintiendo. A veces, sin embargo, su silencio puede ser una señal
de que necesitan ayuda para expresar lo que están sintiendo, para dar sentido a
lo que ha sucedido, o que están esperando que alguien los sostenga cuando su mundo
siente que se está derrumbando. .
4.
Y cuando están de duelo …
La pena vendrá con
tantos sentimientos intensos y es probable que cambie su comportamiento por un
tiempo, a veces drásticamente.
Es posible que tengan
problemas para dormir, se enojen, no quieran hablar o luchen en la escuela.
Mira lo que es: parte de un ajuste que este joven nunca imaginó tener que
hacer.
Dales tiempo y
asegúrales que sus sentimientos son normales, que, sin embargo, sienten que
está completamente bien y, sobre todo, que son amados.
5.
Comprender la relación entre la tristeza y la ira.
Los niños afligidos (y
los adultos) a menudo se moverán entre una profunda tristeza y arrebatos
ardientes y enojados. El movimiento puede ocurrir de forma rápida e inesperada.
Es posible que los niños no sepan cómo gestionar su enfado y que necesiten una
mano para superar sus sentimientos.
Es probable que sus
sentimientos no tengan sentido para ellos e incluso si lo hacen, no
necesariamente sabrán qué hacer con esos sentimientos. Cuando esto suceda,
podrían “expulsarlo” con la persona o la persona que más aman. El objetivo será
incorrecto, pero es probable que sea el único objetivo que tienen.
Comprender de dónde
viene y saber qué les está pasando ayudará a fomentar la compasión tu ti: sé
paciente.
6.
Déjalos hablar.
Permíteles hablar
sobre la pérdida, ya sea de un ser querido, una mascota, una amistad o una
separación paterna. Puede que sientas que estás haciendo lo correcto al ponerle
un tapón a las discusiones y a sus propios sentimientos, pero los niños necesitan
saber que lo que están sintiendo está bien, y necesitan la información que
llenará los vacíos de manera segura.
Que no haya nada de lo
que no puedan hablar contigo, si quieren hablarlo. Deben poder revisar la
relación o lo que sea que se les haya perdido, incluso si es solo en sus
pensamientos o sus palabras o en la conversación contigo. Al verbalizarlo
muchas veces lo importante deja de ser tan importante, cambia la óptica.
Es posible que también
estén ansiosos por que alguien les diga que lo que están sintiendo es lo
normal, así que, si van a ti a contártelo, es importante que les transmitas que
su sentimientos está bien.
7.
Haz que vean lo que sientes, pero no te apoyes en ellos para que te apoyen.
Deja que vean que tú
también tienes sentimientos, cómo manejas y regulas tus emociones y
sentimientos. Esto ayudará a normalizar su experiencia y se sentirán más
seguros de hablar sobre lo que está pasando.
También les ayudará a
ampliar su vocabulario emocional, para
que puedan estar conscientes de sus sentimientos cuando los sienten. Sin
embargo, es importante que no te apoyes en ellos para que te apoyen. Necesitan
sentirse seguros y protegidos, y como si pudieran acudir a ti, no como si
tuvieran que cuidar de ti.
Descárgate gratis este
mapa de emociones y sentimientos con sus expresiones para mejorar cómo
describimos cómo nos sentimos.
8.
Atento a que la tristeza no continúe por mucho tiempo.
El cuerpo tiene una
forma de responder a la pérdida. A corto plazo, liberará hormonas del estrés
que serán útiles al principio. Eventualmente, sin embargo, pueden hacer daño y
afectar el cerebro.
Sabemos que el cerebro
continúa produciendo nuevas células cerebrales a lo largo de la vida. Cuando la
tristeza permanece demasiado tiempo, puede convertirse en depresión e inhibir
el crecimiento de las células cerebrales en el hipocampo, que es la parte del
cerebro responsable de la memoria, el aprendizaje, las emociones y el estado de
ánimo. La depresión hace que la producción de nuevas células cerebrales en el
hipocampo se ralentice. La forma de aliviar esto es alentar cosas que realmente
promuevan el crecimiento de nuevas células cerebrales como el ejercicio, aprender
algo nuevo y conectarse con otros.
La ocasión es buena
para conocerse, para saber qué le hace feliz y cómo gestionarla. Además es la
ocasión para salir de ahí y alegrarse por haberlo hecho, gustarnos cómo lo
hemos hecho, saber cómo automotivarnos, y mejorar nuestra autoestima. Al
pasarlo por esa experiencia puedes comprender a otras personas cuando pasan por
ellas (empatia, comprensión) y si descubres una nueva dirección en tu vida que
te hace feliz, vas rumbo a tu bienestar.
Estas son las 5 competencias emocionales de
la inteligencia emocional: autoconocerse, regularse, automotivarse,
relacionarnos bien con los demás, tener habilidades para la Vida.
Ser capaz de entender
tus emociones y cómo lidiar con ellas es una especie de superpoder que hay que
cultivar cada día. En nuestra actividad de habilidades emocionales encontrarás
fichas de todas las emociones básicas para aprender de forma individual y
además un juego para hacer en grupo, contamos muchas cosas para adquirir ese
“superpoder” y enseñárselo a los niños.
Todos los sentimientos
tienen una razón importante para estar allí. Nunca es el sentimiento que causa
el problema, sino lo que hacemos con él. Alejarlo, fingir que no existe o crear
un enemigo causará problemas. Ser capaz de identificar, aceptar y comprender
los sentimientos está en el corazón de la inteligencia emocional, que es uno de
los factores más importantes para predecir el éxito y vivir bien.
La tristeza es algo
que nos motiva evitar, pero no es un enemigo. Debido a nuestro deseo de evitar
la tristeza, cuidamos a las personas y las cosas que son importantes para
nosotros. A veces, sin embargo, la tristeza cae sobre nosotros de todos modos.
Cuanto más podamos ayudar a nuestros niños y jóvenes a comprender por qué
sienten lo que hacen, más podremos desarrollar su capacidad para tener relaciones
plenas y saludables, y una vida emocionante y sincera.
Este artículo ha sido
traducido por El Parque de las Emociones del blog de heysigmun